El Festival Internacional de Cine de Guadalajara dedicó este martes un amplio homenaje a Daniel Giménez Cacho. Los honores iniciaron con la presentación del libro Daniel Giménez Cacho. Les juro que yo no soy así, continuaron con la proyección de la película Aro Tolbukhin. En la mente del asesino y finalizó con la entrega del Mayahuel de Plata.
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Desde hace varios años, la Universidad de Guadalajara acostumbra editar un libro biográfico del artista a quien premia con el Mayahuel de Plata y regala esos ejemplares a los asistentes al homenaje y prensa. En esta ocasión fueron 500 ejemplares. El contenido vertido en poco menos de 200 páginas fue producto de una entrevista realizada por Roberto Fiesco al actor y director de cine y se ilustró con los carteles de las películas en las que Giménez Cacho ha aparecido, en su caso desde Pilcuicatl, Los niños que cantan de Víctor Rapoport de 1972, hasta Bardo, la más reciente película de Alejandro González Iñárritu que aún no está en pantallas. Además de fotogramas se incluyeron fotografías personales. El diseño editorial corrió a cargo de Alejandro Magallanes.
En la presentación del libro, que se realizó el mediodía de ayer, Giménez Cacho dijo “No puedo hablar estoy completamente en shock porque es un trabajo espectacular el que hicieron Roberto Fiesco y Alejandro Magallanes, que aquí en esta universidad hayan decidido financiar esto, que lo regalen en estos tiempos de tanta dificultad, un libro tan lujoso. Lo acabo de abrir y uff… es como cuando te sientas con tu abuelita a ver los álbumes de foto, no puedes decir nada más que ¿y ese quién es?”, dijo entre risas y luego continuó: “es una agradecimiento muy profundo y ver en este libro como tuve oportunidad de desarrollarme, crecer, a este país que me dio este espacio y al gran espíritu que me dio chance de hacer lo que he hecho”.
Después Roberto Fiesco condujo la charla con Giménez Cacho por algunos de los pasajes claves de su vida como actor, desde su llegada al teatro con Julio César Ibábez, Hugo Iriart y Juan José Gurrola, cuando era estudiante de física hasta su aparición en El retrato de Anabella de Julián Pastor, Cabeza de Vaca de Nicolás Echeverría, Sólo con tu pareja de Alfonso Cuarón. Fiesco repasó la experiencia que Giménez Cacho adquirió al filmar El Callejón de los Milagros de Jorge Fons y Profundo Carmesí de Arturo Ripstein, rememoró también su experiencia en Aro Tolbukhin. En la mente del asesino de Agustí Villaronga, La mala educación de Almodóvar y Zama con Lucrecia Martel.
El actor habló un poco de la experiencia que tuvo al filmar con Alejandro González Iñárritu en Bardo, de la cual comentó: “Me falta ver la película, yo creí que estaba en una fantasía es un sueño, jamás he trabajado así con esa cantidad de tiempo, de recursos con un nivel técnico brutal, de mucha perfección. Fueron 22 semanas de rodaje, eso no existe, más aparte cuatro semanas de ensayo con todo. Normalmente un personaje lo encuentro en cinco días, o sobre la marcha lo vas armando. Aquí tuve cuatro semanas, fueron cuatro semanas para conocerlo a él, la ropa, los espacios. Imagínense que él llega y construye un set con mamparas, trae la cámara, instala la puerta y comienza a decir esto está muy estrecho, está muy bajo.
Planea el espacio que va a filmar en función del lente que va a utilizar. ¿Ya se decidió?... Procédase a construir el departamento. Es un sueño, así no puede ser que las cosas te queden mal. Luego, el guión es muy sólido, no le sobra nada, todo está por algo. Son cosas personales proyectadas en el personaje que yo hice que es un periodista. Cuando me invitaron, recordé que González Iñárritu tiene una gran fama, tenido conflictos al trabajar con algunos actores. Es un director que le interesa mucho la actuación, hay una comunicación poco frecuente. Es un trabajo mucho más fino. He visto pedacitos porque he tenido que grabar audios. Lo único que puedo decirles es que vamos a ver a la Ciudad de México como jamás la hemos visto”.
Fiesco y Giménez Cacho hablaron un poco de la experiencia de este último como director de producciones de teatro y de algunas producciones audiovisuales como Crónica de Castas, incluso comentó Giménez Cacho dijo que sí tiene en mente rodar una película. También recordó su experiencia con otras personalidades del teatro como Ludwik Margulesj, además de la experiencia de rodaje en Bardo de González Iñárritu ya mencionada.
Durante la presentación del libro los asistentes pudieron hacerle preguntas y solicitarle consejos a lo que el actor siempre se mostró dispuesto y amable, con la actitud antisolemne que le caracteriza.
Proyección de una de sus películas y entrega del mayahuel
Por la tarde como parte de este homenaje, se proyectó la película Aro Tolbukhin. En la mente del asesino de Agustín Villaronga en donde también hubo una sesión de preguntas y respuestas que finalizaron con la entrega del Mayahuel de Plata por parte de la actriz Arianne Pellicer, Estrella Araiza y Raúl Padilla, estos últimos directora y presidente del FICG, respectivamente.
En la entrega del Premio el actor recordó de manera especial a sus profesores y colegas Juan José Gurrola, Hugo Hiriart, Ludwik Margules, Jesusa Rodríguez, Laura Almela y Julieta Egurrola, agradeció y dedicó el premio a sus padres y su esposa Maya Goded. Algunas de las palabras que Giménez Cacho dijo fueron: “Muchas veces me he preguntado ¿Por qué acabé aquí? Hay varias respuestas. Fui el último de seis niños y tenía la necesidad de ser visto. También he pensado qué me movía me ha movido el oscuro deseo de dejar de ser yo y presentarme disfrazado de alguien más aunque con el tiempo me di cuenta que el tiro me salió por la culata porque al final la suma de los personajes que he hecho representan lo más esencial de mi persona.
También me movió la rebeldía me di cuenta actuando se puede decir lo que no se puede decir o mostrar lo que se quiere ocultar. Muy pronto para mí actuar se convirtió en el espacio de libertad y crecimiento que mi espíritu buscaba. Debo confesarles que mi padre hubiera querido ser actor pero la Guerra Civil Española se lo impidió, quizás lo único que he hecho es hacer lo que él no pudo, gracias papá”, dijo que ha habido muchos momentos difíciles en su carrera y ahora con el camino recorrido lo que rescata es que ha hecho es conocerse.
Dijo que los momentos que vive el país son muy difíciles, “desde mi situación de privilegio no puedo dejar de sentir, rabia, dolor, tristeza… la creatividad y la cultura son el camino… la cultura es el eje de la transformación ”.
La ceremonia terminó en abrazos y besos para el homenajeado por parte de colegas, amigos, familia y organizadores del FICG presentes.
SRN