El poder en la mirada, es el título de lo cinta más reciente de José Ramón Mikela Jáuregui, que en palabras del propio autor se concibió a manera de un Poema Sinfónico visual en el que el espectador puede encontrar imágenes inéditas de los archivos fílmicos de la Revolución Mexicana, se presenta hoy en el FICG. Las imágenes van del periodo del gobierno de Venustiano Carranza hasta los tiempos en los que Plutarco Elías Calles funda el PNR, con música sinfónica de Eduardo Gamboa.
Es una coproducción entre la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que se presenta a las 15:50 en Plaza Sania, en avenida Vallarta 3300 y compite por el premio Mezcal.
Mikela Jaúregui explicó que: “Cuando se dio el bicentenario de la Independencia hubo la posibilidad por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia para realizar para restaurar algo del archivo de la filmoteca de la UNAM, restauramos imágenes que tenían que ver con la época de Porfirio Díaz hasta la promulgación de la constitución y así surgió la película La historia en la mirada, un documental de archivo que ganó el Ariel este año. Es un cine que más allá de la cuestión histórico, buscamos darle difusión al archivo mismo desde lo cinematográfico, qué era lo que había quedado en esas tomas de cine. Como la gente camina, se mueve, como vivía. Analizamos el material, como cineastas y como espectadores, lo que nos gustó, lo editamos y compartimos nuestro propio viaje como espectadores con otros espectadores”.
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El director dijo que esa primera película resultó todo un éxito, “se ha visto en muchas partes, resultó bien, encontramos una manera de narrar particular, eficaz para un público amplio, luego creamos El poder en la mirada, que incluye imágenes de ese periodo en el que quienes ganaron la Revolución comienzan a pelear por el poder, hablo de Carranza, Obregón, Plutarco Elías Calles. Buscamos de colocar al espectador moderno ante un archivo antiguo de una forma contemporánea. Son películas nuevas hechas con un archivo viejo. Los materiales, no tenían ningún montaje ni lenguaje cinematográfico”.
Mikela destacó que las dos son películas sin diálogos. “Hay dos niveles del relato, la Historia de México, que teníamos que respetar de manera mínima, batallas, personajes, pero también hay una historia de la gente común, esa era la que más nos interesaba. Nos inventamos historias a partir de lo que hay en los planos. Hay un guión que en esta última es de Álvaro Matute y nosotros hicimos el guión de lo anecdótico que sostiene la mirada del espectador. Son relaciones que nosotros inventamos. Esa fue la técnica: Dividir el cuadro original con muchos pedazos, y confrontarlos, así la construimos. No tienen diálogos ni narradores, la música con imagen”.
SRN