Presentar la versión restaurada de Amores perros en el Festival Internacional de Cine de Morelia, en un año de caos marcado por la pandemia, para Alejandro González Iñárritu representa la oportunidad de reiniciar la conversación alrededor del séptimo arte y recuperar espacios como éste que, a pesar de los recortes presupuestales, sigue en pie con una versión híbrida que se realizará durante los próximos cinco días.
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“Que esta película sea la que inaugura la edición 18 del festival, en medio de una pandemia mundial, es algo muy grande. Sé que se recibieron 700 cintas que hablan de la fuerza de lo que tienen que decir los jóvenes mexicanos”, comentó González Iñárritu, quien estuvo anoche en el FICM para el reestreno de Amores perros, a 20 años de haber conquistado el festival de cine de Cannes.
“Reconozco el valor de Daniela Michel y de Alejandro Ramírez para llevar a cabo este festival y no claudicar en medio de estas circunstancias de poco apoyo por parte de los gobiernos; así que llevarlo a cabo necesita de mucho valor, fuerza y fe en la cultura, pero sobretodo en la juventud que necesita este país”, agregó el cineasta durante el encuentro virtual en el que también estuvo presente parte del elenco y producción de su ópera prima.
Amores Perros cambió la forma de hacer cine, recordó parte de la producción; el presupuesto para llevar a la pantalla la trama se duplicó al día cinco de rodaje, pero no se pensó en una limitación, la solución fue convertir a Iñárritu en socio del filme. “Uno siempre entiende que para la primera película se necesita meter dinero propio”, dijo el cineasta.
LAS ANÉCDOTAS
SUPERAN MIEDO A LOS CANES Y ASALTO CON PISTOLA
Por casi dos horas recordaron anécdotas de Amores perros; entre los recuerdos destacó la fobia que Gustavo Sánchez Parra tenía por los canes y que superó para filmar sus escenas junto a Gael García: así como el asalto en un barrio peligroso de ciudad de México en el que Alejandro González Iñárritu y Brigitte Broch terminaron con una pistola en la cabeza.
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“Me pusieron una pistola para quitarme una cadena, no de valor. Estaba hablando con Carlos Cuarón y de pronto veo cómo un tipo con una pistola encañona a Brigitte, de pronto, a los dos segundos yo tenía también una pistola en la cabeza. Todo por idiota y necio que quise volver a una locación; estábamos en ese barrio peligroso y vulnerable y ella no se inmutó con ese ataque violento”, recordó.
La película restaurada llegará a salas de cine a partir del 5 de noviembre.