Lograr empatía con los familiares de los desaparecidos en México y generar conversación respecto a esta problemática que afecta a miles de familias, fue el objetivo de Fernanda Valadez durante la filmación de Sin señas particulares, una de las nueve historias que compiten este añoen la versión híbrida del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).
“La inspiración concreta fueron los familiares de los desaparecidos que, en este contexto de violencia y adversidad que vive el país, son una luz, una muestra de la empatía y de la solidaridad humana. Esta historia se cuenta desde la perspectiva de una madre y eso nos permitió contactar con un publico mas amplio”, dijo a M2 la directora Fernanda Valadez.
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“No queríamos hacer un comentario político, el objetivo no era provocar eso, sino encontrar empatía con los personajes, verlos como semejantes, como seres humanos y no como cifras. Los familiares hacen verdaderas odiseas en busca de sus seres queridos y al mismo tiempo van encontrando tendiendo redes de solidaridad”, agregó la cineasta.
Este proyecto arrancó como un cortometraje hace ocho años, pero la investigación se volvió cada vez más amplia, por lo que Fernanda Valadez y la guionista Astrid Rondero decidieron dar paso a la creación de una película para entender este fenómeno “oscuro” de las desapariciones forzadas, tráfico de personas y, en general, de la violencia.
“Empezamos investigando los grandes eventos que marcaron la historia de los últimos diez años en México: la masacre de San Fernando, Tlatlaya, Allende, hay muchos que podríamos mencionar, pero historias muy en particular de Javier Valdés nos abrieron la puerta, Astrid fue la primera que lo leyó y nos abrió la puerta de la empatía”, dijo Valadez.
La película sigue el viaje de una mujer que recorre la ruta que su hijo siguió antes de desaparecer en su intento por llegar a Estados Unidos. De acuerdo a las autoridades el joven murió en la frontera, pero la realidad muestra que la línea de autobuses que tomó tiene antecedentes de personas que no llegaron a su destino y tampoco dejaron rastro.
“Fue dificil el rodaje, un día me llevaron a mi hijo a Guanajuato, pero cuando mi hijo y mi sobrino se regresaron a la Ciudad de México los fui a dejar a la terminal de autobuses, de pronto le tomé una foto al camión, me asusté mucho y me di cuenta de que tenía terror, porque estaba muy involucrada con mi personaje”, recordó Mercedes Hernández, protagonista de Sin señas particulares.
Esta historia se proyectó antes en el Festival de San Sebastián, donde fue reconocida con el Premio Horizontes; así como en la sección Cine del Mundo del Festival de Sundance, donde obtuvo el premio de Mejor guión y el Premio del público.
amt