Joaquín Cosío luchará contra el demonio Belzebuth acompañado de Tobin Bell (Saw) y Tate Ellington (Siniestro 2) en la nueva película de Emilio Portes; el protagonista presentó hoy la cinta de terror, que llegará a las salas de cine este viernes, y platicó sobre su acercamiento con lo sobrenatural.
"Tengo este imaginario católico y cristiano, este mundo de ángeles y demonios; pero más allá de que tengo una cultura que es bastante intrínseca, o de si puedo confesarme creyente o no, hay un imaginario muy poderoso y yo soy muy miedoso en cuanto a las cosas sobrenaturales, me mantengo en la zona limítrofe de esto", dijo el actor mexicano.
En conferencia de prensa, la actriz Yunuen Pardo compartió que en algunos momentos del rodaje llegó a sentir un miedo real, pues no es fácil descubrir que una serie de homicidios están ligados a la llegada de un antiguo demonio y la lucha del bien contra el mal.
"Cuando entramos al centro del túnel al ver las imágenes católicas y luego la coca y el dinero y tantas imagebes contradictorias, sí sentí reserva, me decían 'tómate una foto' y yo decía 'mejor me voy'. Estando en la película se te olvida, pero sí me daba cosa un poquito, yo traía mi listón rojo amarradito por si las dudas y me hechaba mis Padre Nuestro en las noches", platicó.
El director y guionista, Emilio Portes, explicó que es un largometraje muy católico y cristiano, que juega con las leyendas del Rey Salomón; además, se dijo contento de tener a figuras como Cosío y Bell.
"Se lo ofrecí a Cosío, un gran amigo y afortunadamente aceptó. A Tobin llegamos por su edad, su peso actoral e indiscutiblemente es un nombre que a la gente que le gusta el cine de terror le significa algo, por fortuna se enamoró del guión", comentó.
Finalmente, los actores mexicanos aceptaron que fue un gran reto porque el largometraje supuso un desgaste físico y emocional muy fuerte.
"El rodaje fue muy esforzado, la parte más ruda que creo se puede notar es la poseción y la crucifixión que involucró cerca de dos semanas de permanecer en un estado lleno de sangre y condiciones extremas, fue una chinga estar y gritando", concluyó Cosío.
DIGL