La cineasta tapatía Kenya Márquez quiso mostrar al extremo el problema de la discriminación en México en su segundo largometraje, Asfixia, a través de la historia alrededor de una joven albina y su hija, que heredó esa condición y que le arrebató su pareja, un hombre violento, machista, que seduce a las mujeres para que delincan por él.
Con este filme, que se estrenó en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) y que se encuentra en cartelera de Cineteca Nacional y salas comerciales, Márquez vuelve a sus obsesiones de su debut hace ocho años con Fecha de caducidad (2011). Concebido como la segunda parte de una trilogía, Asfixia retoma los tópicos de la madre, las desapariciones, la pérdida, la falta de resignación, pero, sobre todo, la discriminación.
“El cineasta siempre debe tener responsabilidad social de contar una historia, pero que tenga un fondo importante. Y para mí era importante contar la historia de esta mujer, para visibilizar lo crueles que somos como humanos en el día a día ”, explica Kenya Márquez, productora, junto con Iliana Reyes Chávez, que fotografió Javier Morón, editaron Miguel Shverdinger y Gilberto Gonzales Penilla y diseñó producción Lorenza Manrique Mansour.
Comenta en entrevista que tardó tres años en encontrar a su protagonista, Alma, una veinteañera que sale de la cárcel tras pagar una condena por robar medicamentos que luego vendía su pareja y padre de su hija Azul, el Bernie (Raúl Briones), quien también explota a su amiga Concha (Mónica del Carmen), para seguir con el robo hormiga en las farmacias.
Johana Fragoso Blendl, psicóloga y modelo a quien encontró la directora por casualidad al ver el video de la canción "Que no" de Café Tacvba, tras hacer casting a actrices albinas de todo el país e interactuar con ellas, encarna a Alma, víctima de varias formas de discriminación social, familiar, laboral y sexual, por su falta de pigmentación de piel, que hereda a su hija Azul (la adorable Azul Magaña Muñiz), y por ser ex convicta y mujer.
En busca de recuperar a su hija de manos del macho delincuente Bernie, Alma conoce al hipocondriaco Clemente (Enrique Arreola). La devoción del enfermo por la joven, a quien cree un ángel por su albinismo, recuerda al loro de Gustave Flaubert de su hermosísimo cuento "Un cœur simple" ("Un corazón sencillo"), en el que la sirvienta Félicité confunde, mientras delira, al ave con el Espíritu Santo, y que inspiró a Julian Barnes para su novela.
Márquez (Guadalajara, 1972) pertenece a esa generación de realizadoras que están rompiendo esquemas y clichés dentro del cine nacional, como su coetánea Tatiana Huezo; Lila Avilés (1982), Bárbara Ochoa Castañeda (1981) y Alejandra Márquez Abella (1982).
¿Cómo desarrolló esta historia de Asfixia a tantos años de Fecha de caducidad?
Mi co guionista Alfonso Suárez tenía un guion en donde el personaje principal era un hipocondríaco. Y me parecía como historia muy interesante una persona que, debido a su enfermedad, necesita que alguien lo cuide. Paralelamente tengo esta obsesión por el tema de la discriminación que en Fecha de caducidad está plasmado. Así que pensé en hacer una trilogía en la que Asfixia fuera la segunda parte y donde pudiera plantear la discriminación desde un punto más extremo, y por eso decidí que el personaje principal fuera una mujer albina, Alma; en la posición de la ex convicta con las pocas posibilidades que tienen las personas que salen de la cárcel de poder rehacer su vida; la discriminación que reciben. Y con esas premisas empezó a surgir la escritura de Asfixia, evidentemente con temas paralelos, como la culpa, la violencia que van conformando a los otros personajes.
Curioso que hable del hipocondríaco cuando en principio la película parece centrada en Alma, pero al final justo la discriminación está por todas partes.
Exactamente, cuando empezamos la escritura de Asfixia reestructuramos la historia pensando en que Alma tenía que ser el personaje principal para poder abordar de una forma más contundente la discriminación. Sin embargo, también existe discriminación contra Concha o Clemente, hacia todos los personajes ahí inmersos. También quería plantear de manera muy significativa no sólo la discriminación que reciben los morenos por su color de piel y su condición social, sino también que pudiéramos vernos reflejados en la discriminación que los morenos hacemos hacia los blancos, hacia los rubios, de repente no cobramos conciencia de ello. Para mí era muy importante que pudieran estar presentes todos estos estigmas que tenemos como sociedad hacia ciertas formas de pensar o color de piel, etcétera; que pudieran ser el punto principal de donde partiera la historia de Asfixia. Y todo esto a través de una historia de amor entre Alma y Clemente, atípica, muy particular, que también era lo que me interesaba: tener otra visión de lo que es el amor y de cómo puede estar ahí presente y no sea como lo vemos normalmente en las películas.
Asfixia tiene muchas historias de amor, pero ¿por qué su eje es lo negativo del amor, el personaje del Bernie, un machista violento con las mujeres, pero que muestra amor hacia su hija albina?
Siempre quiero presentar personajes complejos, que a partir de una circunstancia hacen cosas que nunca harían, como en el caso de Alma; o que a partir de su contexto y de cómo viven aprenden que la violencia sea normalizada y que sea parte de ellos y que aun así tengan esta humanidad de amar sobre todas las cosas a su hija.
¿Por qué tenía que ser Alma una persona albina?
Porque quería llevar el tema de la discriminación a que fuera muy evidente, porque en Fecha de caducidad está ahí, pero más sutil. Yo quería llevarlo hacia un extremo total. Sobre el albinismo hay una serie de mitos, de ignorancia, de mala educación, el albino la pasa muy mal, es muy discriminado, realmente la pasan mal, sobre todo en la niñez y mientras van asumiendo ciertas cosas.
Los albinos son muy notorios en México, igual que los afrodescendientes, pero, como éstos, son invisibles para las autoridades, las políticas públicas, educación...
Totalmente, porque son invisibles, como bien lo dices, no gozan de ningún beneficio a partir de ciertas discapacidades que tienen; es muy difícil que gocen de alguna atención en ese sentido. Hay diferentes grados de albinismo, pero hay uno en el que no ven bien y tienen dificultades en ese sentido, y ni las escuelas tienen la conciencia de eso, no hacen programas de inclusión, ni alguna variación a sus esquemas de enseñanza, y no son considerados. Así que era como poderlos visibilizar, que están ahí, pero son invisibles.
En Asfixia, Alma sufre todo tipo de discriminación: como mujer, persona, ex convicta, madre... ¿Cómo aguantó tanta violencia como directora y cómo la aguantó la actriz?
Fue un trabajo muy doloroso, yo tomé mucha distancia en algunos momentos de la película, si tenía momentos de depresión, sí era fuerte trabajar con personajes así. Pero, como en todas mis películas, siento que tengo una responsabilidad social de tocar esos temas. El cineasta debe tener una responsabilidad social de contar una historia, pero que tenga un fondo importante. Y para mí era importante que se pudiera contar la historia de esta mujer para poder visibilizar lo crueles que somos los seres humanos y que no nos damos cuenta en el día a dia. Y que a este tipo de personajes no paramos de discriminarlos y de ser crueles y de obstaculizar su camino sin darnos cuenta. (...) Y también para los cineastas es una catarsis, son temas que están presentes en la vida de uno.
Sobre Azul, es una niña albina, el albinismo puede ser una condición hereditaria. ¿Tener a Azul como hija de Alma es una suerte de moraleja, mensaje, esperanza?
Es por el plantamiento del amor de una madre. En esta trilogía, en Fecha de caducidad, la historia de Ramona parte de la pérdida de su hija y de la poca resignación termina siendo como una serial killer en el humor negro; ahí quería llevar el amor de una madre al extremo. En el caso de Alma, es el amor de una madre como factor poderoso, al extremo también, pero más contenido. Mi nueva película que completa la trilogía se llama Se busca y trata de una adolescente que vive con sus padres, está en reconocimiento de ella. de su familia, de ese amor maternal enfermizo. Están otra vez los temas de la discriminación, las desapariciones, la pérdida, la falta de resignación, que son rectores de las tres películas.
¿Estuvo tentada a que la fotografía de Asfixia fuera en blanco y negro o siempre apostó por el color?
Siempre pensé que el color sería importante porque así sería más contundente la imagen de Alma, como albina, y quería dar esta sensación que tienen los albinos. En este tiempo que contacté a muchos y estuve con ellos, paseé con ellos y conversé mucho con ellos, me di cuenta de que esta ignorancia que se tiene; hay un señalamiento visual todo el tiempo, que es como perverso y morboso hacia el albino. De repente es tremenda esta visión morbosa que tenemos. Y siempre creí que de esa forma iba a ser muy contundente verla a ella como la podemos ver normalmente y poder tener esta cosa muy contrastante entre Clemente y Alma, esta luminosidad de ella, ganas de vivir pese a todo, y esta cosa angelical; y este infierno en la que vive Clemente. Sentí que el color me podría ayudar a contrastar, nunca me pasó por la cabeza hacerla en blanco y negro.
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