El declive de la clase alta mexicana, a causa de la devaluación de los años ochenta, llegará a la pantalla grande como una crítica al clasismo y al racismo en la película Las niñas bien; la historia cuenta con la dirección de Alejandra Márquez y la colaboración de Guadalupe Loaeza, autora de la novela.
La película muestra como Sofía (Ilse Salas) atraviesa de la opulencia a la pobreza, como un reflejo de lo que ocurrió con la sociedad mexicana en aquella época.
La protagonista aparece endiosada con su posición, elegante, pulcra… y luego cae al vacío, sin poder evitarlo.
“La película es el viaje en decadencia de una princesa, cayéndose de su pedestal. Alejandra Márquez tradujo al cine todos los detalles de los que tanto nos habló Guadalupe Loaeza en sus crónicas, las convirtió en una película muy interesante”, dijo en entrevista Ilse Salas.
Sofía es la líder de un grupo de mujeres que asisten a un club de tenis, donde todo fluye, hasta los secretos más íntimos de las familias mexicanas más adineradas, existen juicios de valor y en consecuencia, a través de la ficción, una crítica al clasismo velado en este país.
“Es algo que se niega, pero no solo es la élite es clasista con relación a los menos privilegiados, yo misma tenía un juicio sobre estos personajes, me sentía lejana a ellos y es fácil decir que los ricos son los malos y opresores”, explicó Salas sobre el señalamiento de la cinta.
El reto de esta historia fue reconstruir a detalle el mundo de la élite mexicana, estudiar el comportamiento de grupos y sus códigos de vestimenta, pero en particular lo ocurrido durante el periodo presidencial de José López Portillo, quien tuvo que aceptar la realidad de una devaluación.
“El tema es importante, la gente aún lo tiene presente, estuve en el festival de Los Cabos y una persona se me acercó para decirme que su hijo se había suicidado después de la devaluación y es muy fuerte ver, a través de este grupo de niñas adineradas, la caída del país”, dijo Paulina Gaytán.
Desde su proyección en los festivales de cine de Morelia, Los Cabos y Toronto, la película ha recibido buenas críticas, incluso Variety colocó a Alejandra Márquez en su lista de los diez realizadores que se deben ver este año, donde también aparece el mexicano Alonso Ruizpalacios.
La adaptación de esta novela llegó a Márquez por encargo, pero había mucho en juego para hacer de Las niñas bien un retrato digno, de hecho, “me interesaba hablar de la élite y temas de desigualdad y racismo, pero no como una comedia y Guadalupe estuvo de acuerdo”, dijo la directora.
“La novela es un compilado de los artículos que publicó durante tres años y lo que los une es el personaje de Sofía, que es una especie de alter ego de Loaeza; siempre me sentí libre de hacer lo que quise y le gustó la película, no ejerció control sobre la narrativa”, agregó la actriz.
En la película que llegará el próximo vienes a las salas participan Johanna Murillo, Cassandra Ciangherotti y Flavio Medina.
DESFILAN MUY NICE
Ilse Salas, Cassandra Ciangherotti y Paulina Gaytán desfilaron por la alfombra que se colocó en El Palacio de Hierro como parte de la promoción de la cinta Las niñas bien. Tras posar con Guadalupe Loaeza, cuyo texto dio origen a la película que se estrenará este viernes, Cassandra Ciangherotti, una de las protagonistas que interpreta a la mejor amiga de Sofía, otro de los personajes (Ilse Salas), habló de su emoción por estar dentro del filme dirigido por Ale Márquez.
“Me encanta que podamos compartir este tipo de cine, donde hablemos de las mujeres, de cambiar las perspectivas de mujeres abnegadas y que sufren, y también de mujeres confundidas, sangronas o tal vez equivocadas; es algo muy rico”, dijo.
CLAVES
ALFOMBRA
Minutos después de las 19:30 horas se llevó a cabo la alfombra roja de la cinta Las niñas bien en Polanco, a donde llegaron actores y productores.
EL INVITADO
El director y productor Manolo Caro fue uno de los primeros en llegar y expresó: “Me parece que es muy fuerte decir niñas bien, pero con que tenga buenos modales, con eso está bien”, dijo.
LA FAN
Eréndira Ibarra, otra de la invitadas, dijo: “Urgen este tipo de contenidos. Más allá de ser historias de mujeres contadas por una mujer es también quitarnos las pantallas tan ridículas que tenemos como sociedad”.