Para Lin-Manuel Miranda 2021 fue un año en el que más de cinco años de trabajo previos estuvieron al alcance de todos, y como suele ser con el creador del musical Hamilton, no dejó de sorprender. Hablamos con él precisamente el día que Jonathan Larson, a quien Andrew Garfield dio vida en la cinta Tick…Tick…Boom!, hubiese cumplido años (el creador de Rent murió a los 35 años, el día del primer ensayo general de su gran obra en Broadway).
La canción de la cinta Encanto No se habla de Bruno va por su cuarta semana como la número uno en Billboard de Estados Unidos, demostrando que la música en el teatro y el cine está llegando de manera inesperada y apasionadamente a las nuevas generaciones, y a uno que otro despistado de las de antes.
Lin-Manuel, me estás obligando a aprender a usar TikTok solo por Bruno
Por favor, cuando lo entiendas me lo explicas. Se me hace difícil.
En la premier de Tick…Tick…Boom! no podía dejar de pensar en cómo coincide el encanto con los tiempos.
No es accidente que yo estaba trabajando en Encanto y en Tick…Tick…Boom! a la misma vez: editando Tick...Tick de día, y escribiendo las canciones de Encanto en la noche. Y yo creo que cuando pasaba el día contando la historia de este hombre, tan genio, que solo quería conectar con su música, era imposible regresar a mi propio piano sin gratitud por el privilegio de dedicarme a hacer canciones como trabajo, que es lo único que quería hacer Jonathan Larson. Y yo sé que hay otro mundo donde él está celebrando 62 años hoy, y está en Twitter quejándose de algo, del estado del mundo como tantos de nosotros, y al mismo tiempo está escribiendo su show número 10 y 11. Y amaría visitar ese mundo. Trabajar en esa película me llevó al piano con más actitud y alegría, porque nos toca vivir el sueño más intenso de Jonathan.
La primera vez que escuché Hamilton y la letra “¿Por qué escribes como si se te estuviera acabando el tiempo?” pensé: eso suena a Jonathan.
Todo eso fue mi inspiración. Es lo que me llevó de ser un escritor que admiraba los musicales a tener el valor de escribir uno. Él es quien me dio el valor de escribirlo, porque su panorama de Nueva York se sentía como el mío. Fue el primer musical contemporáneo que había visto; el primer elenco con tanta diversidad que vi sobre el escenario, eran artistas tratando de sobrevivir. Y eso es lo que yo sabía que quería hacer con el resto de mi vida, así que fue un impacto para mí. Yo no sé donde termina mi trabajo pues hay un poco de Larson en Hamilton. Él fue quien me puso a escribir.
En el estreno de Tick…Tick…Boom! en Nueva York, en el teatro de junto se reestrenaba Company, de Stephen Sondheim, quien tanto para Jonathan como para ti fue un gran mentor.
Esa noche fue tan increíble, había una reunión de Spring Awakening al cruzar la calle, y mi amiga Amber me dijo: “Acabo de ver a Stephen Sondheim caminando hacía Company, pasando Tick…Tick…Boom!” Él estaba en la premier de su gran opera Company y nosotros lo estábamos celebrando con nuestra película, porque él es un gran personaje en la cinta. Lo único que lamento es que no lo vi, él falleció a finales de noviembre, y yo le había mandado un email una semana antes en el que le decía: “Espero que te estén zumbando los oídos, porque la película trata tanto de ti como mentor; pude escuchar las historias de tantas otras personas que se han beneficiado de eso”. Y él me respondió: “Ese es parte del legado del que más orgulloso me siento”. Fue como pagarle a Oscar Hammerstein, quien fue su propio mentor. Me encanta que la película celebra los dos legados que él nos deja.
En mi generación amar el teatro musical era una excepción; ahora los hijos e hijas de mis amigas quieren hablar de ti.
(Risa) Eso también es parte del legado de Jonathan Larson, porque él creía –y lo demostraba en su trabajo– que la música del teatro y la música popular podían ser amigas. Usaba pop, tecno y hip-hop en una proporción distinta a la que yo uso, pero demostrando con ello la idea de que la música del teatro puede estar en esa gran conversación con el mundo, y eso es una de las cosas que yo más amo de su trabajo. Traer salsa, bachata y merengue es una lección que aprendí de Jonathan Larson.
Y paralelo a eso, “Seasons of Love”, de Rent, fue de las primeras canciones de teatro en entrar a las listas de popularidad desde mucho tiempo atrás. Y ahora “Bruno” está en primer lugar en Billboard. Muchas felicidades.
Muchas gracias. Me sorprendió mucho que fuera esa canción… bueno, antes que eso debo decir que estoy muy agradecido de que hay cinco canciones de Encanto en el top 100. Eso quiere decir que amaron toda la historia y a los personajes. Pero que “Bruno” sea la número uno es como si “Black Out” (de In The Heights) fuera la número uno. Es la canción de todo el elenco. ¡Esa nunca es la numero uno de una obra! Así que yo estoy sorprendido y me encanta que gente descubre cosas nuevas cada vez que la escuchan.
El fenómeno de “No se habla de Bruno” es sorprendente. Hasta encontré un video de una psicóloga haciendo un análisis de los Madrigal (Encanto) ¿Qué piensas de eso?
Bueno, es que también la película y el crédito va directo para los escritores del guion, porque nos da una forma de hablar de nuestras propias familias. Así como Intensa-mente nos ayudó a hablar de nuestras emociones. De esa misma manera podemos hablar sobre Bruno, Luisa o Dolores, usando el mismo lenguaje para nuestras familias.
El universo Marvel y el del teatro musical son muy similares: todos están relacionados de alguna manera y cada uno tiene su superpoder. En Encanto parece más literal, aquí hay un fenómeno muy grande que está creciendo. Ya somos toda una comunidad.
Eso es lo único que uno quiere ¿no? Conectar con el arte. Me acuerdo qué tan inspirado me sentía cuando vi Rent, El fantasma y otros musicales que amo. Y dirigiendo Tick…Tick..Boom! fue otra forma de hacer ese homenaje. La canción Sunday, que es nuestro número tipo Avengers, con décadas y décadas de artistas increíbles en el mismo espacio.
Hay muchas cosas que descubrir en Encanto: la familia Madrigal se presenta precisamente con un madrigal. ¿Es un estilo?
Yo creo que en teatro sería como el número antes del intermedio, cuando todos cantan a la vez y todos van al mismo sitio. Como “Un día más”, de Les Miserables, todos van a la revolución, o en Rent sería “Y ya comienza a nevar”, cuando todos van hacia el Live Café. Me encantan esos momentos del teatro musical; en Encanto es cuando todos van a cenar con el novio de la hermana.
Yo sé que te choca, pero este año es importante, estás nominado al Oscar. ¿Es nuevo para ti que la gente más allá del nicho entre en contacto con tu trabajo?
Ser invitado a estos premios siempre es especial porque los votantes son artistas; directores y actores de este mundo que amo tanto. Así que se siente bien que otros creadores compartan y te digan que les gusta lo que haces, pero para mí también es especial cuando me invitan y no estoy nominado. Fue un gran orgullo darle el premio a Kristen Anderson López y Robert López por su música en Coco, porque son mis amigos. Y luego nos fuimos a comer hamburguesas en In&Out, y a celebrar en Los Ángeles. Fue una noche divertida. Es especial porque son artistas los que están votando.
Cada vez que hablamos hay seis o siete cosas nuevas que conversar contigo…
¡No se preocupen! Me voy a ir de vacaciones después de esto, y no verán nada nuevo mío este año.
bgpa