Homero Bueno decidió debutar en el cine con un largometraje de terror, Los habitantes (2023), por tratarse del género más comercial a su entender, que le permitiría acceder a un público más amplio.
“La mejor manera de iniciar tu carrera en el cine es con el terror, las películas de terror tienen más audiencia, un público más exigente”, explica en breve entrevista el novel director regiomontano, que para su opera prima reclutó a figuras del cine y televisión encabezadas por Angélica Aragón, Jorge Luis Moreno, Estefanía Hinojosa y, aun, el presentador de noticias de Multimedios, Luis Carlos Ortiz.
“Me gustaba que fuera una audiencia exigente, con el terror podría experimentar con la estructura del guion”, agregó Bueno, productor también de la película junto con Patricia Bueno y Óscar Yibrand.
En Los habitantes, Emiliano (Moreno) decide volver a Monterrey a reiniciar su vida después de cuatro años de un accidente que lo dejó en coma y al borde de la muerte, acompañado por su esposa Nina (Hinojosa). Sin embargo, en su casa empiezan a ocurrir cosas sobrenaturales, apariciones. Su madre, Ramona (Aragón), esconde un secreto que lleva a la película del terror paranormal a la psicología.
“Me pareció muy interesante el guion de Homero, que a mitad de la historia cambia completamente lo que está contando. Parecía una casa embrujada, cosas extrasensoriales y se convierte en algo más psicológico, de supervivencia, más de fragilidad emocional”, dice en la charla Angélica Aragón, que hace su incursión en el género, después de protagonizar telenovelas clásicas como Mirada de mujer.
“Hay en la película un nuevo camino a recorrer y explorar. No son nada más los elementos externos en la vida de los personajes lo que se vuelve aterrador, sino lo que traen dentro”, expone la actriz tres veces ganadora del Ariel por El crimen del padre Amaro, Cilantro y Perejil y Novia que te vea.
“La película se filmó en Monterrey, pero su tema es universal, puede ocurrir en cualquier lugar y en cualquier familia. Pero, es una película de factura extraordinaria, aunque de muy bajo presupuesto. Es el secreto de países pobres como el nuestro, hacer cine como ricos”, añadió la primera actriz.
Jorge Luis Moreno destaca también que, a diferencia de los clichés que se usan en los filmes de terror, en Los habitantes el peso de la ficción no recae en los “efectos especiales ni en trucos tecnológicos”.
“El drama se sustenta en la historia y el tema que estamos tratando, toca fibras humanas, con este miedo de los humanos de proteger al ser querido; esto le da una tridimensionalidad a la película que ayuda al espectador a identificarse”, añade el también actor de El señor de los cielos y Las Aparicio.
Estefanía Hinojosa, en quien recae interpretar a Nina, esposa de Emiliano, también debuta en el género y cuenta que durante mucho tiempo se preguntó cuándo sería el día en que haría un filme así, que contó con fotografía de Jahaziel García, música de Julián Guajardo y edición de Marlén Ríos-Farjat.
“Cada personaje tiene su humanidad y complejidad. Como actriz, tuve que experimentar no tener miedo. El terror es uno de los géneros de ficción más complicados, porque tienes que vender la historia al público. Y, el resultado, con Los habitantes, es muy bueno”, aseguró la actriz de La fiscal de hierro.
Como anécdota que no podía faltar en una película de terror, Jorge Luis Moreno contó que en la casa que sirvió de locación para el largometraje de Homero Bueno, que se estrena este jueves 27 de abril en todo el país, él se quedaba en una habitación a dormir después del rodaje, pues también servía de hotel.
“Ya me da miedo contar esta historia porque van a pensar que me volví loco después del rodaje. En la casa que era la locación, donde ocurre la gran parte de la historia, mientras todos se iban yo me quedaba como de celador. Después de un arduo día de rodaje, estaba muy cansado y me fui a dormir. Y, en la madrugada, escucho que entra gente, hablaban entre ellos y movían cosas. Detecté la voz de uno de los productores y pensé que la filmación iba a comenzar más temprano de lo normal.
“Ya cuando me despierto, veo al productor y le pregunto que qué tanto desmadre había. Y él me contesta: ‘Yo no estuve aquí’. ‘Cómo no, si yo escuché tu voz y la de alguien más’, le dije. Reiteró que no había sido él y quedó en que investigaría quién fue. Investigó, pero nadie era el culpable. Eso fue lo más cercano que estuve de una historia así”, contó con risa nerviosa el protagonista de Los habitantes.