Pierce Brosnan preguntó: “¿Bailaron ayer? Se levantaron de sus butacas?”. Y es que una noche antes habíamos llegado a Londres para ver la película Mamma Mia!, antes de entrevistar a parte del elenco que participó en la segunda parte de este musical de rockola que tanto ha enloquecido a la gente tanto en teatro como en cine.
“Lo difícil es que se levanten a bailar los críticos”, dijo Christine Baranski, actriz que interpreta a Tanya, una de las dos mejores amigas de Donna, el personaje que en pantalla conocemos por Meryl Streep y quien ahora en una serie de flashbacks es interpretada también por Lilly James (Cenicienta). “Sabes que estás haciendo algo bien si lo críticos se levantan a bailar”.
Había que aceptarlo, los críticos y medios podemos ser rudos con las cintas de este tipo, pero no había sido el caso en absoluto. De hecho ver a esos personajes que muchos amamos causó reacciones entre los asistentes (y ha continuado desde su estreno en Estados Unidos). Pero para ellos, ¿cómo habría sido regresar 10 años después?
“Fantástico. Era como un sueño de la vida real estar unidos de nuevo. No parecía que había ya pasado una década. Así que iniciamos rápido y nos seguimos sin parar”.
“Lo fue” dijo el antiguo James Bond, quien en la historia es Sam. Uno de los tres amores de Donna. El verdadero, después de la primera película. “Era el primer día de la filmación y estaba ahí con Christine y con Julie y no había líneas que memorizar, solo “Dancing Queen” que bailar; sin embargo, había más de 200 cámaras que empezaron a rodar. Y yo brincoteaba. Brincoteaba porque es la única forma de poder bailar eso bien. Para mí, al menos”.
De hecho, “Dancing Queen” es una de las cuatro canciones que se repiten de la primera película, pero era inevitable hacer un filme con el titulo Mamma Mia! sin ella. “Ese fue uno de los números musicales más grandes, en ambas producciones”, recordó Christine.
“Para mí también fue una gran experiencia”, añadió Stellan Skarsgard (Ángeles y demonios) quien interpreta a Bill, otro de los amores de Donna y en su momento posible padre de Sophie. “Nos divertimos tanto en la primera que no parecía una oferta de trabajo. Era una oferta de diversión. Vacaciones. Venga”.
En esta segunda entrega de Mamma Mia! las canciones no son los grandes éxitos de ABBA, sin embargo hay una especie de dulce para los fans. De flashback en flashback podemos ver cómo era cada uno de los personajes, en los tiempos que Sophie (Amanda Seyfried) fue concebida. Todos tienen algo, pero hay que decir que la más parecida, la que realmente parece ser ella misma hace más de veinte años es Tanya, interpretada en su etapa de joven por Jessica Keenan Wynn.
“¿No te parece impresionante?, respondió Baranski a “Esa enorme sonrisa y entrega”.
“No es un musical típico ¿o sí? Yo llamo Mamma Mia! una experiencia donde tomas la música de Abba, creas una historia alrededor de las canciones, consigues grandes actores y amalgamas todas esas cosas”.
“Y también tiene cierto nivel de imperfección que funciona de maravilla, ¿no lo creen?”, agregó Stellan.
“Especialmente cuando cantó”, remató Brosnan, causando que todos soltáramos la carcajada. Imperfecta es una manera amable de describir su voz al hacer una interpretación. Pero hacen que funcione una vez más en Mamma Mia!
CHER Y MERYL
Mucha gente asegura que esta entrega de Mamma Mia! es de la cantante Cher, quien interpreta a la madre de Meryl (aunque no tienen ni cuatro años de diferencia en edad) y sí, es más que cierto que sus momentos en pantalla enloquecen a su audiencia. Sin embargo las sorpresas en esta entrega tienen que ver, más con quién está presente, quien no y la añoranza de una vida entregada a perseguir tus sueños.
‘Mamma Mia!’, con las emociones al tope
Aunque hay cosas que ocurren en la cinta que no les contaremos aquí la plática que tuvimos con parte de su elenco revela más que suficiente.
Londres /
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