Mariana Treviño, conocida por su participación en Club de Cuervos, dio el salto a Hollywood con Un vecino gruñón, película en la que comparte créditos con Tom Hanks, al que describió como una persona muy paternal, humilde y cariñosa. Tal fue la gran conexión entre ellos que el último día de grabaciones de la cinta estuvo repleto de lágrimas.
En una entrevista con Mara Patricia Castañeda, la actriz destacó el profesionalismo y compañerismo con el que se desenvuelve Tom Hanks, así como su buena disposición para apoyar siempre a sus compañeros de reparto.
"Él se sentaba a que fuera su escena, concentrarse, estar tranquilo. No tenía aires de grandeza en ningún sentido, súper conectado con lo que es el oficio (...) verlo tan profesional, tan humilde, el nivel de humildad es un incentivo y es una inspiración muy grande para nosotros que lo estamos observando", dijo Mariana Treviño.
La actriz, de 45 años, recordó que el último día de filmación les tocó hacer una escena de Tom Hanks en la que ella tenía una mínima participación.
"Sólo tenía que dar un 'knock at the door' (tocar la puerta), y que eso ahora que lo platico es muy simbólico porque cuando yo estudió en Nueva York en la escuela de Neighborhood Playhouse había un ejercicio actoral, que es uno de los primeros que te ponen... pero en ese knock at the door tú tienes que poner tu intención, ¿por qué vas? ¿Por qué quieres entrar al salón? ¿Qué es lo que vas a decir? ¿Con qué energía vienes?".
Aunque en un principio pensó en no usar el vestuario completo debido a su corta aparición decidió que no era lo correcto porque era un día muy especial.
"Me parece muy simbólico, ahora que lo platico que ese primer ejercicio que yo aprendí fuera simbólicamente el último día de grabación".
Luego de grabar aquella última escena, Tom Hanks y Mariana Treviño se estrecharon en un abrazo que duró varios minutos, después la actriz mexicana abrazó a Rita Wilson, esposa del actor.
"Salió Tom del otro lado de la puerta y pues nos abrazamos. Nos quedamos así (abrazos) por un tiempo, donde ya sabes uno sintiendo el corazón y como agradeciendo. Luego vino Rita, la abracé, que es un encanto, ¡qué barbaridad! Es una belleza. Todos nos empezamos a abrazar, que es un ritual muy hermoso del cine".
La actriz relató que agradeció a todo el equipo de producción y confesó que no pudo dejar de llorar tras despedirse: "Claro, me emocioné y siempre fui muy consciente del momento y la oportunidad que estaba viviendo".
Entre risas, Mariana Treviño negó haber intercambiado números con Tom Hanks y su esposa: "Dentro de toda esta confianza y cercanía, pues siempre hay las distancias y las formas del respeto, por ejemplo, sí me contacto con Rita, pero con Tom obviamente no".
amt