Los premios otorgados por La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, reconocen a lo mejor del cine que se estrena cada año. Con el tiempo también se han convertido en un espectáculo de entretenimiento y en un foro para diversos artistas en el que se posicionan respecto a temas políticos, ambientales, de género, entre otros.
A pesar de ser uno de los galardones más codiciados del mundo, han sido varios los famosos que rechazan el premio, uno de ellos fue el reconocido actor Marlon Brando, nominado a la categoría de Mejor actor por su interpretación del legendario Vito Coleone en El Padrino (1972).
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En la edición 45 de los Premios Oscar, celebrada en 1973 y en la que la cinta de Francis Ford Coppola recibió una decena de nominaciones, el actor envió a la ceremonia a Sacheen Littlefeather, una nativa americana quien subió al estrado para rechazar la estatuilla y leer un discurso de parte del actor donde criticaba y mostraba su rechazo a la Academia por el maltrato que recibían las poblaciones indígenas y la imagen estereotipada que se proyectaba de ellas en las películas de Hollywood.
“Soy una apache y presidenta del Comité Nacional de Imagen Afirmativa de los Nativos Estadounidenses. Esta noche vengo en representación de Marlon Brando y me ha pedido que les diga, (en un discurso muy largo que ahora no puedo compartir con ustedes por falta de tiempo, pero que después voy a compartir con la prensa), que lamentablemente rechaza este generoso galardón. Y eso se debe al maltrato de los indios estadounidenses en la actualidad por la industria cinematográfica y en la televisión.Y también por lo ocurrido recientemente en Wounded Knee. Pido no haber sido una molestia esta noche y que deseemos que en el futuro nuestros corazones y entendimiento se encuentren con amor y generosidad. Les agradezco en nombre de Marlon Brando”.
En aquel momento Brando fue fuertemente criticado, pero gracias a su acción se puso en la agenda el conflicto que existía en Dakota del Sur, en donde el gobierno había incumplido con los tratados con las comunidades nativas e hizo que la prensa nacional y extranjera se ocupara del tema.
“Cuando fui nominado por El Padrino, me pareció absurdo ir a la ceremonia. Resultaba grotesco festejar a una industria que había difamado y desfigurado sistemáticamente a los indios norteamericanos a lo largo de seis décadas, mientras en aquel momento doscientos indios se hallaban sitiados en Wounded Knee”, comentó la estrella algunos días después en una entrevista.
Al año siguiente, Marlon fue nominado nuevamente como Mejor Actor por la película El último tango en París (1973), pero la presea se la llevó Jack Lemmon por Salvad al tigre (1973).
BGHL