En un cine al sur de la Ciudad de México, la emoción de ver en la gran pantalla a Lin-Manuel Miranda, en su personaje de Jack en el filme Mary Poppins Returns, provocó suspiros y aplausos contenidos para evitar molestar a los otros presentes en la sala, pero la euforia se desbordó al final de la proyección, cuando el actor dio la sorpresa y se apareció en el lugar.
Susana Moscatel fue la encargada de presentarlo: “Alguien que sepa lo que ocurre en la cultura actual, sabe que no existiría sin la aportación de Lin-Manuel, y a pesar de que reinventó el teatro musical con Hamilton, regresó a los grandes clásicos; este (Mary Poppins Returns) es un musical original, basado en los libros de P.L. Travers, así que conozcamos a Jack”, dijo la periodista.
Los vítores no cesaron y se intensificaron más cuando una lluvia de papelitos palo de rosa, emulando a los cerezos en flor –tan representativos en la primera película–, “empapó” a todos en sus butacas; a partir de ese momento no cesaron en elogios para su ídolo e incluso le pidieron consejos.
Una pequeña disfrazada como Elizabeth Schuyler (el vestido lo fabricó su mamá, según reveló) conmovió al histrión al preguntarle acerca de su compromiso con la niñez que es “acarreada por sus padres para buscar una vida mejor”, el asombro fue mayúsculo y presuroso Miranda fue directo en su respuesta.
“¿Quieres una revolución? Yo quiero una revelación… y nos diste una, la última vez que estuve en México fue un día después de la elección y las portada decían ‘¡A temblar!’ y lo hemos hecho estos dos años, veo las mismas noticias que tú y mi corazón se rompe por lo que le pasa a los niños, aunque quiero decirles que hay mucha gente luchando por ellos en Estados Unidos, como Raíces Texas.
“Seguimos apoyando, donando y continuaremos hasta que esos niños regresen con su familia, ese es el trabajo y no pararemos hasta que eso pase”, se comprometió Lin-Manuel, ante la aprobación generalizada de su pacto con aquellos que más lo necesitan y que incluso un joven agradeció al decirle “¡Te amo!”, sin ningún reparo.
Otra niña mostró su gratitud por el intérprete a quien considera “mi luz en la oscuridad”, le compartió, y además reveló que gracias a él, “quiero escribir y dedicarme al teatro musical”, lo que también causó aplausos. En su oportunidad otra chica emocionada le comentó: “Tú te apellidas Miranda y mi nombre es ese, soy muy afortunada”.
En su turno, Moscatel cuestionó al compositor sus impresiones acerca de que realizará su debut como director cinematográfico con la adaptación del musical Tick, Tick...Boom!, que escribiera el autor de Rent Jonathan Larson: “Creó que a lo largo de mi carrera me estaba preparando para dirigir esta película.
“A los 17 años me di cuenta que había que escribir musicales basados en lo que sabes; me gustaban los que son de otra época y luego vi Tick, Tick...Boom! y fue como un mensaje directo de Jonathan de hacer arte de una nueva forma: escribiendo de lo que amas. Dirigir ese esfuerzo y llevarlo al cine, es un sueño hecho realidad”, abundó.
De su nueva participación con The Walt Disney Company mencionó que lo emociona que durante su colaboración con el estudio en la cinta Moana se enteró de que llegaría al mundo su hijo Sebastián, y que cuando terminó la producción ejecutiva de Mary Poppins Returns, nació su segundo bebé, Francisco.
Para Miranda fue un “honor” trabajar al lado de Emily Blunt, Meryl Streep, Angela Lansbury y más aún con Dick Van Dyke, quien a sus 92 años aún baila y se trepa en escritorios para hacerlo: “Los días que estuvo en el set fueron los mejores, porque era la conexión con el legado de la primera película… (Esta secuela) es un homenaje, una carta de amor para la original”, finalizó.
ES