Mi cine es de nicho, porque en México el interés del público es limitado: Hari Sama

Entrevista

El realizador, cuya cinta ‘Esto no es Berlín’ fue nominada a los GLAAD Media Awards, habla de cómo surgió su historia, de su intención por provocar la reflexión a través de sus filmes y de la necesidad de que la gente se abra a más contenidos.

Hari Sama tiene plan para trabajar en Estados Unidos y prepara su nueva obra ("Lastre") en México. (Especial)
Ciudad de México /

A un año de su estreno en el Festival de Sundance, la cinta Esto no es Berlín sigue dando satisfacciones al cineasta Hari Sama, quien se sincera al reconocer que la reciente nominación que recibió su historia en la categoría de Mejor Película de Estreno Limitado para los GLAAD Media Awards, que otorga la Alianza de Gays y Lesbianas contra la Difamación A lo mejor del cine, televisión, música e impresos con representación LGBTQ, que se entregarán el 19 de marzo en Los Ángeles, “fue algo inesperado, sorpresivo, pero que se presenta como un gran cierre” para su película.

En contraparte surge el orgullo por el éxito que ha tenido al compartir parte de su vida, a través de la historia que lleva al espectador a la década de los 80, justo cuando se dio “un fuerte rompimiento entre los adultos y los jóvenes”, para contar la historia de un joven que no se encuentra asimismo y que se pronto se envuelve en el ambiente del arte oscuro de aquellos años.

¿Cómo percibes la nominación de ‘Esto no es Berlín’?

Me parece que ya es el último regalo, es algo totalmente extemporáneo, bueno, relativamente, sobre todo porque no lo veía venir y quizá esos son los regalos más importantes, cuando el universo te sorprende con una cosa que ni te esperabas porque ni te hubieras imaginado.

¿Cómo nace la historia y la idea de llevarla a la pantalla?

Es una película autorreferencial, tiene importantes tintes autobiográficos. Y hace tiempo que quería contar una historia donde se colapsan dos realidades. Una es la realidad de una familia que está creciendo en el universo suburbano de Ciudad de México, de clase media, que es como me tocó crecer. En medio de una fuerte depresión de los adultos en general y de una separación muy grande entre adultos y jóvenes, y de cómo este personaje o estos dos personajes (sus protagonistas) se encuentran más adelante con un grupo de artistas que están en otro planeta y que están experimentando con un arte muy radical, en esa estética que distinguió a los años 80.

¿Reflexionar sobre tu propia realidad es una constante de tus historias?

Sí, a partir de mi segunda película, El sueño de Lu, me di cuenta que después de haber perdido un hijo, que es la experiencia que tuve hace 13 años, no había de qué otra cosa hablar, era un acontecimiento tan importante, tan brutal en mi vida, que había que hablar de manera directa y de manera figurativa y luminosa de ese asunto. Tuve la fortuna de contar con Úrsula Pruneda, que no solo es una gran actriz, sino que además era mi compañera en esa paternidad. A partir de esa película entendí que mi cine iba a ir por ahí. Que lo que más me interesaba era hablar de mis procesos interiores y reflejarlos en personajes que están dolientes, pero que encuentran salidas a pesar de lo oscura que se antojan sus realidades. Y a eso me he dedicado los últimos 10 años de mi vida.

¿Qué tanto apoyo existe para ese tipo de historias?

Cada vez me he sentido más acompañado por las instituciones, esta película pude hacerla gracias al apoyo de Imcine, a través de Eficine, la distribución tuvo la compañía de Eficine. Sí es una enorme fortuna, lo que ha sucedido en México, como en Europa, que el cine, por lo menos hasta ese punto, sí se puede llegar a ver como una expresión artística y no únicamente como entretenimiento. Creo que esa sí es una ventaja muy grande. Ahora cuando llegamos al tema del público, de la convocatoria del público para los proyectos es otra historia.

¿Cómo es tu relación con el público?

Es muy amorosa y he logrado tener un vínculo muy profundo con muchas personas en todo el mundo, por decirte algo, he descubierto que El sueño de Lu se sigue usando como la película de referencia en las facultades de Psicología de las universidades de Latinoamérica para hablar de las etapas del duelo. Es así de fuerte y profundo.

Con Esto no es Berlín me han pasado cosas poderosas, gente que sale profundamente inspirada por la película o violentada. Por supuesto no han sido públicos masivos, aunque a ambas películas les ha ido muy bien.

Pero sé muy bien que mi cine sigue siendo muy de nicho, porque la realidad es que en México hay que hacer un esfuerzo muy grande para que el interés del público sea más amplio. Y eso depende de un tema educativo, de un esfuerzo que tiene que venir del gobierno.

  • Adriana Jiménez Rivera
  • jiramil@hotmail.com
  • Licenciada en Periodismo y Comunicación Colectivo, egresada de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales, ENEP Aragón, de la Universidad Nacional Autónoma de México. Con más de 32 años de experiencia en el periodismo escrito, en los diarios El Esto y La Afición, y las revistas Tele Guía y Oye mi canto; y desde 2000 en MILENIO DIARIO como reportera, y Coeditora desde 2009 a la fecha.

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