Mia Farrow, más conocida por ser la protagonista de ‘El bebé de Rosemary’, mantuvo una relación con Woody Allen, la cual terminó de forma desafortunada por una demanda por presunta agresión sexual a su hija adoptiva.
A partir de ahí, la actriz ha recordado en múltiples ocasiones la extensa trayectoria del cineasta, con quien trabajó en 13 películas, tiempo antes de que su vínculo se facturará a inicios de los noventas.
La actriz recuerda el hecho
En una entrevista con CBS Sunday Morning, Farrow fue cuestionada sobre su capacidad de separar la parte profesional de lo sucedido personalmente con Woody Allen, a lo que la artista respondió afirmativamente.
Después dio su opinión sobre los actores que deciden colaborar con su ex pareja, a pesar de las acusaciones que él tiene en su historial, mencionando que ella no está en la posición de prohibirle algo a sus colegas:
“Entiendo completamente si un actor decide trabajar con él. No soy de las que diría ‘Oh, no deberían’”.
Las declaraciones se dan después de que el cineasta fuera acusado por su hija adoptiva, Dylan Farrow, por presunto abuso sexual cuando ella tenía tan sólo 7 años.
La demanda
La denuncia realizada por la joven, surgió en 1992 en medio de una batalla entre las celebridades por la custodia de Dylan y sus hermanos, sin embargo, Woody Allen en reiteradas ocasiones lo ha negado.
Desde ese entonces, el cineasta ha negado totalmente las declaraciones, calificándolas totalmente de absurdas y abogando que fueron fabricadas por Mia Farrow por venganza tras descubrir su relación con otra de sus hijas adoptivas, Soon-Yi Previn.
En ese entonces, la joven tenía 21 años, posteriormente se convirtió en la esposa de Allen, con quien también tiene dos hijas adoptivas, Bechet y Manzie, el escándalo terminó con la relación entre los dos artistas, fracturando la relación para siempre.