Ben Platt, a quien muchos conocieron por primera vez en las películas Notas perfectas a lado de Anna Kendrik, es sin la menor duda uno de los personajes más influyentes y amados de la comunidad teatral. Ahora que el personaje del joven y emocionalmente inestable Evan Hansen llega a la pantalla grande platicamos con él sobre lo que esto significa: el poder de una mentira blanca, la inseguridad, la salud mental en los jóvenes y sobre todo cómo se puede poner el talento al servicio de las buenas causas. Esta es la plática que en conjunto con nuestro colega, Jorge Ugalde, con quien compartimos espacio radiofónico.
¿Qué esperas que los fans de Querido Evan Hansen vivan en la pantalla?
Espero que sientan que todos los elementos y esencia importantes del show están presentes, y aun así, que sientan que el verdadero poder de la historia tiene nuevos elementos, ya de cerca e interpretado de una manera aún más aterrizada que en el musical. Espero que haya algo muy poderoso respecto a ello. Además espero que ellos aprecien las nuevas piezas de material, las dos nuevas canciones, y los nuevos elementos que se desarrollan para Evan en el tercer acto después de que confiesa su mentira. Creo que son cambios verdaderamente importantes y efectivos y espero que la gente sienta que fuimos hacia adelante con ello. Y para la gente nueva, espero que puedan conectar con la historia de la misma manera que la gente que lo vio sobre el escenario, que llegue a un nivel más profundo y que empiece conversaciones de la misma manera que el show genera conversaciones. Y que tengan una experiencia emocional que sea completamente propia. Eso espero.
¿Vale la pena mentir con el propósito de hacer que alguien más esté contento?, ¿puedes ser feliz tú con esta mentira?
Eso puede ser muy ambiguo y, sin duda, es una de las grandes preguntas que hace la cinta. No toma una postura fuerte ni para un lado ni para el otro, que es muy circunstancial. En el caso de Evan, es muy seductor porque se va sintiendo más cómodo, encuentra más amor para sí mismo y para otros por la mentira, puede iluminar a Connor, a quien nadie le hace caso. La familia empieza a sanar y, al mismo tiempo, hay mucho dolor porque todo está basado en algo que no es real. Esto es parte de lo que hace la historia tan fascinante y que la gente sienta mariposas en el estómago, porque no sabes cómo debes sentirte, porque entiendes porqué lo hace; te puedes identificar y que harías lo mismo, pero en cierto nivel sabes que en realidad no está bien. La ambigüedad es la razón por la que la historia funciona.
¿Cómo te identificas con él que te ha permitido interpretarlo tan bien?
Yo creé el personaje con los escritores, fui la primera persona que lo habitó y creó una vida física para él, por ello creo que de manera innata hay mucho de mí en Evan, así que me siento muy cercano a él, porque es tanto de mi propia creación. Aparte de eso, creo que es tan vulnerable y sensible y aún tan dentro de su cabeza, lleno de ansiedades. Cosas con las que ciertamente me puedo identificar y estoy seguro de que mucha gente también. Por eso creo que él puede ser el conducto para distintos tipos de personas, pues todos tenemos alguna versión de esa experiencia. Y todos recordamos haber sido jóvenes, sin saber del todo quiénes somos, tratando de entender cómo tratar a otras personas. Y amarte a ti mismo, cuando aún no sabes bien quién eres. Es una persona verdadera en la que nos podemos reflejar.
¿Cómo fue el proceso para verte más joven? ¿Cómo hiciste que el tiempo fuera para atrás?
Para mi sobre todo fue el deseo … bajé nueve kilos y me rasuraba varias veces al día, porque no puedo tener esta barba. Me rasuraba los brazos, dejé que me creciera el pelo y se me enchinara; solo quería sentirme lo más cercano a lo que ese chico sentía, dentro de lo posible. Y fue incómodo, no me sentía cómodo en mi propio cuerpo, porque no es de manera precisa como sería naturalmente. Así es como me expreso físicamente ahora. Pero algo respecto a esa incomodidad fue importante y creo que me hizo sentir como Evan, porque él no está cómodo en su propio cuerpo ni en su piel, así que realmente me llevó ahí y resultó ser muy efectivo. Creo que los productores y el director hicieron un trabajo muy hermoso de crear un mundo de personajes que tuviera congruencia, donde todos estaban en el mismo universo.
Hay cambios que vemos de la obra a la película. El personaje de Alana cambia, por ejemplo. ¿Cómo fue ese proceso para ustedes?
Siempre hubo un deseo de sacar más de Alana. Mucho de su personaje, en el musical, estaba solo en ciertos puntos del desarrollo de la trama, para llevar a Evan a cierto punto, y no teníamos la oportunidad de pensar en su vida, en porqué se hicieron amigos y en porqué es tan devastador que ella revele la carta. Es una de mis partes favoritas de la película: ver cómo ambos conectan, están medicados y tienen que lidiar con la depresión y la ansiedad; porqué para ella es tan importante crear este movimiento, hacer que ocurra el Proyecto Connor, y además tenemos una hermosa canción que se llama Los anónimos. Realmente espero que mucha gente que se vea ahí se sienta, aunque sea, un poco mejor.
Claves
A la cabeza
La dirección de Dear Evan Hansen, la película, corre a cargo de Stephen Chbosky, quien gozó de mucho reconocimiento por su cinta Las ventajas de ser invisible.
Gran elenco
Amy Adams y Juliane Moore agregan estrellato tipo Hollywood al elenco, interpretando a las madres de Evan y de sus coprotagonistas, Zoé y Connor.
Sus inicios
Con letra y música de Ben Pasek y Justin Paul y libreto de Steven Levenson, el musical debutó en Broadway en 2016, después de su estreno en Washington DC, en 2015