Como cada año, el Festival Internacional de Cine de Guadalajara dio a conocer el nombre del joven talento mexicano que, este año, será beneficiado con la beca Jenkins-Del Toro. Pablo Díaz de León Hicks fue elegido por la fundación y el cineasta para continuar sus estudios de animación en el extranjero, siendo Los Ángeles el destino que tomará en breve.
“Estoy muy agradecido con Guillermo del Toro y con la Fundación Jenkins, significa mucho para mí y lo tomo con mucha responsabilidad, quiero que sientan que esto es una inversión buena, que sientan que se empleó de la mejor forma, qué bueno que hagan esto por el cine, porque significa mucho para los que vivimos aquí”, comentó Pablo Díaz de León Hicks.
“La animación tiene un lugar especial en mi vida, desde chico me genera memorias bien padres, me transporta a estar con mi hermano y mis primos, por la animación tuve buenos momentos, pero también moralejas, eso espero hacer ahora yo con mis proyectos en Los Ángeles, que entretengan, pero que también dejen mensajes positivos”, agregó.
Pablo es originario de Aguascalientes, pero estudió Arte y Animación en el TEC de Guadalajara, recién comenzó su maestría en la USC, la Universidad del Sur de California, “la beca había frenado por la pandemia, yo ya había empezado el programa y me aventé, por suerte se pudo lograr la beca, es un proyecto de tres años”, explicó el nuevo becado.
El proyecto con el que solicitó la beca fue un cortometraje animado a modo de antología, con temática de ciencia ficción y mundos distópicos, “te piden un video intención y escribes un ensayo, el corto se llama Distopia dual, dos cortos en uno se llama Amigo y otro Ángel de batalla, son dos posibles mundos no ideales”, explicó el estudiante de 24 años.
Dentro de sus proyectos que serán beneficiados por la beca, Díaz quiere impulsar historias familiares, “la animación es una herramienta que me formó, no solo fue diversión, no es solo para niños, es un género muy amplio, es arte. La animación me desconectaba del estrés cuando era niño y es un tipo de arte que me genera memorias”, explicó.
El programa de maestría en California incluye tres cortometrajes, uno de ellos lo realizó el año pasado con el pueblo wixarika como eje de la historia, “no tenía temas mexicanos y quise hablar de su cultura con mucho respeto, el siguiente es comedia y para la tesis es más fantasía y moraleja, se llama El libro que no podía leer”, explicó el becado.