La versión animada de Guillermo Del Toro basada en en la novela italiana Pinocho publicada en partes por Carlo Collodi, publicada entre 1882 y 1883 llega a Netflix y más allá de una majestuosa producción, el cineasta mexicano plática con emoción sobre los dilemas morales que decidió que sus personajes tendrían que confrontar, además de hablar y agradecer la solidaridad que ha vivido por parte de la comunidad cinematográfica del mundo y en particular de México para asegurarse que la cinta se pudiera ver, como los grandes cineastas desean, en la pantalla grande antes de su estreno en streaming.
¡Por fin podemos después de tanto que ha pasado, hablar de tu Pinocho ¿Qué se siente?
Muy bien, después de tanto tiempo buscándola, persiguiéndola parece muy hermosos el poderla presentarla.
En la FIL casi todas las ediciones de Pinocho estaban agotadas, ¿para ti cual es el primer motor de Pinocho que te dijo tan fuerte que esta era la historia que querías contar?
La idea de la infancia como un momento bastante difícil, la paternidad como una cosa llena de fallas humanas, pero entrañable, la falta de comunicación entre padre e hijos es el motor de la película. La película está organizada a través de varias historias de padres e hijos. Pinocho y Gepetto, Gepetto y Carlo, el jefe de espectáculo, el Conde Volpe con el mono, Sprezzatura, el oficial fascista con su hijo Candlewick, o sea, está construida alrededor de esto. Me pareció una película... generalmente Pinocho trata de la obediencia como virtud, me parece que la desobediencia es la verdadera virtud. Y quería hablar de eso, de cómo se puede ser amado sin que te quieran transformar, te deberían querer o dejarte. No se trata de una fábula en la que Pinocho obedezca y se transforme sino una historia en la que Pinocho desobedece y el mundo se transforma.
Tu optaste por plantear esta desobediencia en el contexto del fascismo...
Claro, creo que cuando las ideas son reemplazadas por ideología pierden su valor nutricional. Una ideología no viene ni de la experiencia ni del ser, las ideas sí. Aún una idea equivocada. Tú puedes tener una ideología equivocada, pero como viene de ti, de tu ser y de tu experiencia, entonces logras transformarla, cambiarla y mutarla en algo útil y diferente. La ideología es aterradora porque tiene absoluta certeza. “El mundo es así”, estos somos nosotros y eso son ellos. Y divide para vencer. El totalitarismo, siempre divide para vencer.
Y a nivel global yo veo ese péndulo tremendo de “vamos a dividir a la gente” para que se puedan seguir agendas muy específicas, ¿no?
Es un momento muy difícil porque creemos más en la rabia y la división que en la unidad y el amor. Incluso cuando mencionas las palabras “unidad y amor”, suenas ingenuo. Si hablas de escepticismo y división, suenas inteligente, y comprometido. Yo creo que el compromiso es con la humanidad. Es entender que al final de cuentas, cuando se quedan solos tu enemigo y tú, son iguales. Hay una unidad humana que es mucho más profunda que la desunión artificial por la que entendemos al mundo ahorita. Curiosamente la gente dice que es un Pinocho más oscuro, no. La verdad es que es un Pinocho más luminoso, de hecho. Es un Pinocho que habla mucho de lo que es el amor, la unidad, de lo breve que es la vida, lo precioso que es tenernos unos a los otros. Es un Pinocho lleno, lleno de corazón.
Y es un Pinocho que toma decisiones brutales sobre existir para poder amar, ¿cierto?
Sí, yo creo que la película, para mí, tiene un corazón y una sabiduría muy grande. Tiene una humanidad muy grande y creo que es un Pinocho completamente diferente a todo lo que hemos visto antes.
Un Pinocho aplicable a lo que hemos estado viviendo; tú eres consecuente con lo que presentas en la pantalla y tus día a día. ¿Qué vino primero: la madera o el muñeco?
Bueno, la misma idea de Pinocho, de trabajar en tres países diferentes, trabajamos animación en México, títeres hechos en Inglaterra, animación en Estados Unidos, y la transfusión de talento en esos tres países, promueve esa unidad. Promueve que haya animadores latinoamericanos en la película, que haya un estudio de animación mexicano en la película. Esas cosas, creo que activan mucho. El trabajo común hace que la película tenga un corazón de tres continentes.
Un stop motion bellísimo, con madera mexicana, ¿cómo fue la colaboración con tantos y tan diferentes artistas?
Yo empecé haciendo animación en Guadalajara, hicimos, mi socio y yo, Rigoberto Mora en los ochenta, anuncios precisamente para la FIL de Guadalajara en stop motion. El equipo que usamos, tuvimos esa compañía de animación por diez años, y ese equipo lo siguieron usando los animadores de Guadalajara para continuar. Ahorita hay grandes animadores en Guadalajara, Monterrey, el DF. En el DF hay una empresa que se llama Cinema fantasma, maravillosa, y la idea era demostrarle al mundo que el talento mexicano puede. A mí me parece que con un poco más de apoyo el talento mexicano sería un talento que viaje por todo el mundo sin ningún problema.
¿Cómo lo hacemos? Porque no siempre puedes venir a rescatarnos…
No, no, creo que es un acto de cariño y solidaridad que se da. A mí me empleó Arturo Ripstein, José Luis García Agraz, fui muy cercano a Felipe Casals en su momento, Jaime Humberto Hermosillo; hay solidaridad entre los que hacemos el cine y eso lo que importa. Lo que podamos hacer los unos por los otros.
Y eso estás haciendo por los nuevos cineastas...
Trato de hacerlo. No siempre se logra, pero si se puede hay que hacerlo.
Corrieron todos los cines para proyectar a Pinocho en la pantalla. ¿Qué le dirías a todos ellos?
Mira, la realidad es que cuando las cadenas grandes de México se retiraron de la exhibición de Pinocho fue un momento que teníamos la esperanza de alcanzar 100 cines, empezamos en 50 y ya casi alcanzamos los 90. Ya casi llegamos a los cien que queríamos en un principio. Pero es más bonito ahora porque no es una cadena grande. Estamos trabajando con cines independientes y este circuito de cien cines que se está formando, ya quedó. Es un circuito que ya se puede usar para distribuir independientemente y me parece que es una ganancia muy grande el tener ese circuito, y se hizo con pura solidaridad y con puro buen rollo.
Muchas de esas cineastas son mujeres...
Lo hablaba ayer, estaba en una reunión y decía: “Lo más interesante del nuevo cine en México, son tantas directoras mexicanas. Cada una con su sello, con su personalidad, increíbles todas. Y me parece que puede ser increíble esto y único en todo el mundo. También se está dando en Francia, Estados Unidos, Canadá, es un momento increíble para que esa parte, que era 50 por ciento de la voz cinematográfica del mundo, que estaba ausente, está teniendo el papel que merece y necesita.
Clave
- El viernes en la tarde se logró superar la cifra de los cien cines mexicanos que están exhibiendo, con cupos llenos, Pinocho de Guillermo Del Toro.
- Entre las voces participantes en esta hermosa animación destacan nombres como Christoph Walz, Tilda Swinton, Ewan McGregor e increíblemente Cate Blanchet como el chango Sprezzatura.
caov