Jorge Michel Grau da continuidad a la trilogía que realiza en torno a la familia, con Rabia el cineasta explora la relación padre e hijo para contar una historia que se mueve alrededor de la licantropía, un subgénero del terror que lo ayudó a sanar las heridas personales. La cinta protagonizada por Juan Manuel Bernal se presentó en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara y en un par de meses competirá por el premio principal de Sitges.
“Rabia fue la historia ideal para ver mi relación con mi padre, tratar de exorcizar ese demonio personal y creo que lo logré, por eso me siento descansado, porque ya cerré esa puerta y lo que sigue. No sé si es común, pero tiendes a dejar el pasado doloroso escondido, lo interesante es que esta historia me hizo recapitular y confrontar ese pasado y eso es lo que me tiene hoy aquí, sí hubo catarsis, sí soy otro”, dijo Jorge Michel Grau a Milenio.
Rabia forma parte de una trilogía de cine de género que toma como eje central la familia, “me parece un tema fundamental; Somos lo que hay es sobre una familia que sufre la pérdida del padre, sobre caníbales pero ambientada en el mito de los vampiros; en Rabia vemos la relación padre e hijo alrededor de la licantropía; y cerraré con una historia en torno a la pérdida de los hijos, basada en el mito de Frankenstein”, explicó Michel Grau.
“Lo que me gusta del hombre lobo es que es completamente animal, no tiene conciencia de que es un monstruo como el vampiro, que incluso seduce, y me parecía un buen contexto para contar esta historia tan descarnada de una familia que vive en una situación extrema, porque el padre no sabe cómo sacar al hijo adelante y se le sale de las manos, por eso me encantó el hombre lobo para esta segunda película de la trilogía”, agregó Grau.
Juan Manuel Bernal y Max Najar son los protagonistas de la película. Tras una pérdida importante, padre e hijo se mudan de hogar para emprender una nueva vida, en un lugar apartado donde la comunidad es un tanto hermética. Esta parte de la historia funcionó como una metáfora del confinamiento, de acuerdo a Juan Manuel, Rabia refleja el nivel de violencia que despertó en la gente por el hecho de vivir bajo el estrés de la pandemia.
“Fue muy fuerte todo lo que vivimos en estos tres años de encierro, fuimos capaces de generar tal nivel de violencia, la película es una metáfora de eso, y Michel sabía a dónde íbamos como seres humanos años antes. Me costó mucho entender esta película por eso, porque incluso en mi vida personal tuve un problema con vecinos que me generó un problema de salud, por un tema de perros, de mis mascotas”, confesó el actor.
“Estamos en un mundo violento y lo normalizamos”, agregó el actor, quien sufrió una peritonitis que puso su salud en riesgo. Respecto a protagonizar una historia de hombres lobo, confesó que cambió su percepción sobre el cine de género, “tenía una concepción errónea, pero Rabia me hizo revalorar el género y estoy fascinado, fue un proceso muy complicado el entender la paternidad desde ese punto, el amor filial, incondicional”.
Después de su proyección en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, Rabia tendrá una escala en Sitges, el festival de cine de género más importante del mundo, “los festivales son los que logran que las películas lleguen a un público, que se vea como se pensó, en la pantalla grande, porque llegas a la sala y conectas de forma distinta, y a Sitges vamos a la competencia, vendrán otros festivales previo a su estreno comercial”, dijo el cineasta.
La masculinidad a través del licántropo
Rabia es una historia que explora la relación padre e hijo, por tanto, se volvió también una lectura sobre la masculinidad, el cómo se percibe hoy a un hombre, fue un elemento que ayudó a construir esta historia; de hecho, “uno de los trabajos de mesa con Juan Manuel era explorar la masculinidad tóxica y cómo la herencia emocional, la educación y los patrones de conducta se preservan de generación en generación”; dijo Michel.
“Es un retrato descarnado de dónde viene, de no demostrar lo que sientes como hombre, de no verte débil o vulnerable, porque te puede hacer ver menos hombre y el personaje del padre lo muestra y lo perpetúa en su hijo. En nuestras generaciones lo vimos con nuestros padres y abuelos, era idéntico el tipo de educación y eso lo llevamos a la pelícla, para conversar con esa masculinidad sembrada en cada uno de nosotros”, agregó Jorge.
caov