“La provocación es la mejor forma de contacto con el público”: Roberto Perpignani

El destacado editor de cine, ofrece hoy una master class titulada “Como no quiero añorar el pasado prefiero provocar al futuro”. De manera previa habló de los proyectos en los que trabaja y sobre la necesidad constante de renovar el cine

El editor Roberto Perpignani, homenajeado con el Mayahuel de Oro en la edición 38 del FICG (Enrique Vázquez)
Enrique Vázquez
Guadalajara /

Roberto Perpignani (Roma, 1941), editor de grandes cintas como El Cartero, Antes de la Revolución y El último tango en París, es uno de los homenajeados de la edición 38 del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) y hoy da una master class titulada “Como no quiero añorar el pasado prefiero provocar al futuro”.

En entrevista Perpignani compartió: “No he preparado algo específico para la charla. Es normal para mí cuando tengo la oportunidad de expresar y decir lo que pienso, poner el acento, o bien focalizarme en el lenguaje y la necesidad constante que tiene el cine de renovarse, porque creo que se esquematizó bastante. 


Me gustaría mucho concebir e imaginar que se pueden hacer proyectos desde la etapa de formación de quienes deciden estudiar cine a través de una forma de elaboración creativa multidisciplinaria considerando siempre la música, el sonido, la imagen fija, en movimiento, el blanco y negro, el color, todo, con una actitud creativa espontánea que todos llevamos dentro y que nos gusta disfrutarla”.

Perpignani añadió: “La industria tiene una necesidad de proyectos que involucren todo tipo de talentos en diversas áreas, si no se da esto y si los procesos se esquematizan todo pierde sentido. Recientemente escribí una carta a las Escuela Internacional de Cine San Antonio de los Baños de Cuba, en la que hablaba de que teníamos la necesidad de crear caballos de troya para darle a los jóvenes una cultura profunda y una exigencia profunda de renovación, que entren en el mercado de producción con ideas nuevas que pueden servir a la industria y provocar que la industria se interese en abrirse a la posibilidad de nuevas ideas”.

Para Perpignani la industria cinematográfica “es una industria que cambió mucho hasta el momento en que se paró. Hace pocos días he mostrado a los alumnos del Centro Experimental de Cinematografía en Roma, en la que doy clases la película La grande ilusión (1937) de Jean Renoir, para ejemplificar cómo una película sobre la concepción de la humano tiene que buscar sus propios valores y no sólo se trata de hacer una película de manera superficial. En la edición de una película se puede inventar mucho, desde que ponemos unas imágenes junto a otras hay una dinámica intrínseca que hipertensa al cerebro a la interpretación, a la creatividad, a la imaginación y todo esto no podemos reducirlo a un sistema esquemático. Me gustaría mucho pensar que la edición de una película tiene que ser una suerte de gimnasio en la que los jóvenes cineastas pueden tener la oportunidad de aprender a través de la práctica, ejercitando diversas posibilidades de edición.


Ya tengo 80 años y si tuviera 80 más tendría más ideas para inventar, producir y provocar y traducir… La provocación es la mejor forma de contacto con el público, porque a través de ella el espectador se da cuenta de algo que no había pensado en esta forma, pero si puede comprenderla es algo que ese espectador tenía dentro, es un proceso vital”.

Perpignani compartió que se siente muy satisfecho con el homenaje que le brinda hoy la edición 38 del FICG y que lo que más valora de toda su trayectoria dentro del cine es haber encontrado la amistad en muchas de las personas con las que ha trabajado. “Eso es lo que me ha dado la máxima satisfacción con Bernardo Bertolucci trabajamos durante diez años juntos. Cuando teníamos dos años de conocernos trabajé con él en Prima della Revoluzione (Antes de la Revolución) una película extraña, y con Paolo Taviani, lo encontré desde 1968 y seguimos hasta hora 55 años trabajando juntos, Marco Bellocchio, Nanni Moretti, el cine fue una forma de entender sus personalidades, una forma de reconocernos a través de una actitud de interpretación del alma”.

El editor de cine compartió que actualmente trabaja en la edición de una película portuguesa producida por Paulo Branco, “una película muy interesante que espero sea un gran éxito para el público porque me parece que tiene un gran aporte cultural, es una película que habla del poeta Ruy Duarte de Carvalho. También estoy trabajando en la nueva película de Paolo Taviani".

Para mayor información sobre las actividades del FICG que finaliza este 9 de junio puede consultarse el sitio www.ficg.mx

SRN


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