La historia de una madre en busca de su hija es la que Natalia Beristáin eligió para filmar su tercer largometraje. Ruido cuenta con la actuación de Julieta Egurrola y llegará este año a la pantalla para poner luz a un tema por demás doloroso para la sociedad mexicana: las desapariciones, de las cuales se registran alrededor de 90 mil denuncias oficiales.
“Por diez años he pensado en esta historia; me parece que necesitamos entender que cuando hablamos de cifras de desaparecidos y desaparecidas, estamos hablando de historias de vida, familias rotas y dolores innombrables. La única forma que tengo para hablar de eso es a través del cine”, dijo Natalia Beristáin en entrevista con MILENIO.
“A través de la pantalla se puede tener un reflector bien grande, por eso es esta película; si esto logra que se hable del tema una vez más, perfecto. Hasta que la historia de este país no vire no podemos dejar de hablar de estos temas, no podemos habitar en una sociedad cuya cifra oficial es de 90 mil desaparecidos, sabemos que son muchos más”, agregó.
Madre e hija
Ruido fue una oportunidad de estrechar aún más los lazos con su madre, Julieta Egurrola es la protagonista, “fue complejo, porque por más que lo intelectualizamos y sabíamos dónde nos estábamos metiendo, es un tema bien doloroso, no necesitas vivirlo para empatizar, fueron terrenos complicados, dolorosos, tristes, pero al final estamos contentas”, dijo Natalia.
Esta satisfacción obedece también a que gracias a este trabajo lograron estrechar lazos más allá de lo familiar, con personas que de corazón aportaron a la historia, “hicimos lazos con la sociedad civil, con las personas que han vivido esto en su día a día, son justo estos lazos y estas personas lo que me hace sentir esperanza por este país”, agregó.
El rodaje de Ruido fue complejo, explicó Beristáin, no solo por la temática, también porque se filmó durante semanas en las que la pandemia obligó a la industria del cine a destinar parte del presupuesto a los protocolos covid. De acuerdo con miembros de la industria se requiere alrededor de 20 por ciento del total de la inversión para cubrir el protocolo.
“Se comió una buena parte de nuestro presupuesto, fue difícil, de por si los presupuestos nunca alcanzan, pero el gran miedo estaba en que nuestra protagonista tiene casi 70 años, teníamos que cuidarla mucho; comenzamos el rodaje cuando las vacunas todavía no estaban disponibles para la media de edad de los miembros del crew”, comentó.
Aunado a esto, la cineasta comparte lo complejo de esos momentos: “Teníamos escenas con muchos y muchas extras, teníamos que cuidar a todos; no fue un reto menor, pero lo solventamos bien, tuvimos un contagio durante la preproducción que se detectó pronto y que no pasó a mayores. Así que, sí, se sumaron muchos retos a un rodaje que de por sí era complicado”, explicó Natalia Beristáin.
“Me interesa volver a hablar de algunas temáticas, esta película la comencé pensando que sería un personaje masculino, pero en el proceso descubrí que no, que este era un personaje femenino, siento que han sido pasos que he ido encontrado en el camino, que he afianzado, que me parece pertinente en el corazón, siento que está en construcción”, concluyó la cineasta.
Natalia Beristáin trabajó con su madre, la actriz Julieta Egurrola, para poner luz a una problemática que ha dejado a cientos de familias rotas
Cita
“Por más que lo intelectualizamos, es un tema bien doloroso”
Y además
Una voz por las mujeresLas historias de Natalia Beristáin siempre han puesto la lente sobre temáticas femeninas: con su ópera prima No quiero dormir sola ganó el Festival Internacional de Cine de Morelia, en 2013, y se proyectó en los de Venecia y Rotterdam; luego Los adioses, una historia sobre la vida de Rosario Castellanos, con la que Karina Gidi obtuvo el Ariel a Mejor Actuación Femenina.
“Hoy vemos una diversidad de voces y miradas de cineastas a las que celebro, muchas estamos abordando temas como el de Ruido”, agregó quien formó parte del primer Compendio de Cineastas Contemporáneas que organizó el Festival Internacional de Cine de Morelia.
caov