“Abrimos la industria del cine a trancazos”, dice Sarah Hoch, directora del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF, por sus siglas en inglés), al recordar los comienzos del evento hace 27 años, en 1998.
En la antesala de una nueva edición, a celebrarse del 19 al 28 de julio en tres ciudades de Guanajuato (León, San Miguel de Allende e Irapuato), no borra de su memoria que, cuando el Festival aún se llamaba Expresión en Corto, “atacamos a las instituciones que eran públicas para actividad privadas”.
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“Fuimos enemigos de todos”, reconoce en entrevista con MILENIO. Afortunadamente, la industria cinematográfica creció y se abrió a propuestas como el GIFF, que prioriza la formación de nuevos talentos, principalmente con su Rally Universitario, y la “experiencia humana”.
“Cuando vino Oliver Stone, en ese entonces estaba sacado de onda con Hollywood, pero dijo ‘Yo regreso a GIFF y recuerdo por qué hago esto, esa hambre que tenía de joven. La luz del festival me regresa’”.
Para celebrar sus 27 años, el Festival presentará 192 películas, de las cuales 157 estarán en competencia y 16 serán premieres mundiales. Destaca la proyección de Black Dog, ganadora de la sección Una cierta mirada en la pasada edición del Festival de Cannes.
Los homenajeados serán figuras emblemáticas de la cinematografía nacional: el director Arturo Ripstein, el actor Joaquín Cosío, las actrices Adriana Paz y Claudia Ramírez, y la guionista Marina Stavenhagen.
Ripstein, cuenta Sarah, aceptó ser homenajeado – con la Cruz de Plata Más Cine y la Medalla Filmoteca UNAM - tras una larga insistencia. “La primera vez me dijo que era demasiado joven, pero tenemos tantas ganas de celebrar su cine que este año le volví a decir y me dijo ‘Ya, ya tengo 80 años’. Viene con ganas de hablar de su cine”.
En sus últimas ediciones, el GIFF ha puesto en debate temas relacionados con la incidencia de la tecnología en la vida cotidiana. El año pasado el foco fue la inteligencia artificial y este año es lo cuántico. “El siguiente cambio drástico que vamos a tener en nuestras vidas, que todavía no lo entendemos, es la computación cuántica, esa energía basada en la posibilidad de que podemos hacer las cosas miles de veces más rápido. ¡Las películas de ciencia ficción se vuelven una posibilidad de realidad!”.
Para ahondar en el tema, el Festival ofrecerá conferencias de expertos: Democratización de la Computación Cuántica Neuromórfica, con Daniela Hermann, y Our Next Reality con Alvin Wang Graylin.
“Hay que fortalecernos como humanos. ¿Quién cuenta mejor nuestras historias que nosotros? Hemos apostado por el dinero, lo momentáneo, y siento que ahorita es necesario estar conscientes de lo humano”, reflexiona.
Hoch, que nació en Estados Unidos, pero desde hace décadas convirtió a México en su casa, confiesa que llegó al cine “por accidente”, pero desde entonces ha buscado “romper todos los esquemas”.
“En GIFF podemos arriesgar, podemos hablar de cosas que en el momento no entendemos al 100 por ciento, podemos denunciar, proponer. Tenemos libertad. Y yo he sido muy terca, no he dejado de tener una visión que cumplir, una manda con el cine en México, que tanto amo”.
De la actualidad de la industria cinematográfica nacional, dice que abunda el trabajo gracias a las plataformas de streaming. Pero ante esto, pide “ser fieles a nuestras historias, no bajar la guardia de calidad, no sacar churros”.
Y en un ejercicio de autocrítica, Sarah Hoch confiesa las áreas de oportunidad del Festival que dirige: “Recuperar presupuestos de años anteriores y abrir la puerta a más participación internacional”.
“Pero estoy contenta de que hemos podido conservar la esencia del evento, y crecer y cambiar con esta industria”.
YHC