Una de las franquicias más icónicas del cine gore en Hollywood da un giro inesperado con la llegada de su décima entrega: "Saw X", la cual funciona como una especie de precuela para contar lo que ocurre con el legendario John Kramer cuando se adentra en suelo mexicano en busca de una cura alternativa para el cáncer que padece, pero todo resulta ser una estafa.
Esta propuesta protagonizada por Tobin Bell toma lugar entre los eventos de la primera y la segunda película e incluye la participación de un grupo de mexicanos: Joshua Okamoto, Octavio Hinojosa, Paulette Hernández y Renata Vaca, quienes le dan la bienvenida a Kramer a su llegada a Ciudad de México, donde espera someterse a un tratamiento alternativo.
“Esta es la película más personal de John Kramer, él está intentando curar un cáncer terminal y alguien le menciona que en México hay una clínica con un tratamiento de medicina alternativa para el cáncer y por eso que viene y ocurre lo que ocurre”, explicó a MILENIO Joshua Okamoto, quien da vida a Diego, “taxista por profesión y un estafador por afición”.
“Diego es uno de los primeros vínculos que John tiene con México, funciona como guía turístico e introduce a John a la cultura mexicana, las leyendas y tradiciones, es también quien lo lleva con los estafadores. Me emociona mucho ser parte de "Saw", porque es una franquicia que marcó un antes y después en el cine de terror, en el gore”, agregó el actor.
"Saw X" nos adentra a un lugar apartado de la capital mexicana, donde todo podría ser posible, incluso los juegos sanguinarios de Jigsaw.
"Es duro entrar a ese mundo de torturas, sobre todo si estamos en un país donde cuesta trabajo ver lo que pasa, sí eran escenas fuertes, pero solo entrabas al set y jugabas”, explicó Paulette Hernández, quien da vida a Valeria.
Para la décima entrega, la creatividad de Jigsaw ha alcanzado otro nivel. En entregas pasadas los juegos sádicos de los que sus elegidos debían escapar en cuestión de minutos para evitar morir de una forma brutal involucraban sierras, péndulos, cuchillas, trampas de oso y cadenas, ahora emplea técnicas más sofisticadas para diseñar sus artefactos de tortura.
A diferencia de otras entregas, donde Kramer se muestra como un ser sin conciencia, "Saw X" lo muestra vulnerable, en gran medida por la idea de morir y el cáncer que padece, pero eso no lo detiene en su intento de venganza, esta vez, el juego se vuelve personal y considera que cada trampa que diseña es una forma de justicia poética por el engaño que vivió.
“Te hace empatizar, Kramer se vuelve un antihéroe más claro para la audiencia y eso representó un reto actoral, porque tienes que lograr que la gente tenga un poco de empatía por nuestros personajes, sino esta área gris de la moralidad donde siempre ha jugado la película se puede perder, sin duda este es su juego más personal”, dijo Octavio Hinojosa.
A través de sus ‘juegos’ Kramer ofrece la oportunidad de redimirse por los actos cometidos, pero en "Saw X" hay un giro y el cazador se convierte en la liebre, “muchas veces me cuestioné si era justo hacer sufrir a estas personas o si el castigo era demasiado fuerte, pero eso hace que las mejores entregas de "Saw" funcionen”, comentó Octavio, quien interpreta a Mateo.
“Es la primera vez que vemos a John Kramer tan de cerca y eso otorga otro sentido y otra sensación a las trampas; en otras entregas, el personaje de John era como una idea o alguien que operaba a partir de otros o de ciertas pistas, pero que ahora esté jugando él en primera persona, le entrega un dinamismo diferente a la historia”, agregó Joshua Okamoto.
El elenco mexicano coincide en que el reto actoral es igual para toda producción, así se trate de una franquicia hollywoodense, lo que sí les resultó complejo fue entrar a un género tan demandante.
“Es difícil hacer terror a ese nivel de gore, es muy cansado, porque tienes que estar ahí por horas, los llamados eran de doce horas”, explicó Paulette.
“De pronto entrabas al set y te ponían cosas que terminaban siendo otras, creo que la película es increíble, me quedo con muchos aprendizajes, de confiar en tu instinto, porque puedes planear algo a nivel actoral, pero llegas al set y te plantean cosas muy diferentes. Y me cuesta mucho el género, vomito a pesar de que sé que es maquillaje”, agregó la actriz.
"Saw" es una franquicia que, a lo largo de su historia, ha cosechado más de dos billones de dólares directos de la taquilla global, y esta vez van por resultados similares. La décima entrega de la saga llega esta semana a los cines del mundo para continuar con el legado de aquella primera película que conquistó al público hace casi dos décadas.
AJR