Los miedos de la infancia y sesiones terapéuticas por tres años se convirtieron en la base de El teléfono negro, la película con la que Scott Derrickson vuelve al género del terror, tras su notable paso por el universo de Marvel con Doctor Strange.
En esta ocasión, el cineasta retoma un relato de Joe Hill, el hijo de Stephen King y autor de las historias que fueron base de NOS4A2 y Locke & Key, para mezclarla con vivencias personales, a fin de crear una propuesta a la altura del género.
“Lo difícil está en la escritura, la dificultad está en tratar de enfrentarlo honestamente, estuve en terapia por tres años antes de escribir el guión y la mayor parte del tiempo estaba hablando sobre el trauma de mi infancia”, dijo Scott a M2.
“Mi hogar era un lugar violento y pasaron algunas cosas terribles, pero también era la época de los asesinatos de Charles Manson y Ted Bundy acababa de matar a un montón de mujeres en Colorado”, agregó sobre las referencias del filme.
“La secuestraron, la violaron y después la arrojaron al lago local. La presencia del asesino en serie era nueva a finales de los 70 y las películas comenzaban a mostrarlo, en ese momento salió Halloween”, dijo Scott, sobre el contexto.
“Éramos niños y pensábamos que el asesino podría secuestrarte y matarte, cuando pienso en mi infancia, la emoción que recuerdo es el miedo, pero eso fue bueno, me sumergí, lo procesé y lo usé como un buen material para una historia”, agregó.
El teléfono negro cuenta la historia de un adolescente que, tras ser secuestrado por un asesino de niños (Ethan Hawke), recibe llamadas de las víctimas anteriores desde un teléfono desconectado que se encuentra al interior de un sótano.
“Fue una gran influencia para mí, no habría Siniestro y ni Teléfono negro sin El espinazo del diablo, cuando la vi dije, “oh Dios, los niños”, es una película transgresora y da miedo, tuvo un impacto real en mí, al igual que Los 400 golpes”, explicó.
Scott concedió esta entrevista en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, donde dijo que espera que su película se sume a los filmes actuales que han conquistado al público. El teléfono negro estrena esta semana a nivel internacional.
“Lo que está pasando con el terror es emocionante, creo que nos estamos moviendo hacia algo que no hemos visto antes, estamos viendo cómo las películas de terror altamente artísticas se vuelven populares, hay grandes películas de terror en los últimos años”, dijo.
“Pienso en Hereditary y The Witch, con suerte El teléfono negro sea una de esas, vemos películas que tienen una gran ambición artística y al mismo tiempo conectan con los fanáticos; el terror se está volviendo más inteligente y más artístico”, agregó.
Además de Finney, el chico secuestrado al que da vida Mason Thames, la cinta cuenta con la actuación de Madeleine McGraw, en el papel de su hermana Gwen, ambos actores están a la altura de Ethan Hawke, quien da vida al asesino de la máscara.
“Filmar una película así es como estar en Halloween todos los días, a los niños les encanta jugar con cosas que dan miedo, les encanta Halloween, les encanta la máscara de miedo. Les gusta ver cuchillos y esqueletos ensangrentados, muertos en el suelo”; dijo,
“Filmarla fue como jugar Halloween con ellos todos los días y les encantó. Los niños fantasmas, lloraron el día que terminamos, porque habíamos tenido una muy buena experiencia juntos. Hacer una película de terror siempre es divertido”, concluyó.
caov