El 17 de agosto Sean Penn cumplirá 60 años. Reconocido por su talento, también lo es por su carácter y sus escándalos, entre ellos su tormentoso matrimonio con Madonna y su encuentro, gestionado por Kate del Castillo, con Joaquín El Chapo Guzmán en octubre de 2015, cuya crónica publicó en enero de 2016 en la revista Rolling Stone en medio de una tormenta mediática y política aderezada con las fuertes declaraciones en su contra hechas por la actriz mexicana, quien una y otra vez dijo sentirse traicionada.
Ganador del Oscar en dos ocasiones (por Río místico en 2003 y Milk en 2008), Penn es un infatigable activista social. En 2010 creó una fundación (CORE) para ayudar a los damnificados por el terremoto en Haití, que ahora contribuye a la lucha contra el coronavirus ofreciendo pruebas gratuitas a la mayor cantidad posible de personas, sobre todo en Nueva York y Los Ángeles, en iglesias y centros comunitarios.
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En entrevista con Silvia Bizio, corresponsal del periódico italiano La Repubblica, Sean Penn habla de la pandemia, del cine, de su nueva película, Flag Day, que dirige y protagoniza con su hija Dylan, y de su inminente condición de sexagenario, que toma con excelente sentido del humor.
Sobre la pandemia, dice: “Todos vimos desconsolados el contagio y la muerte en Nueva York por el virus. Pero luego las cosas han sido peores en otros estados, incluido mi California. El virus es como un tirador activo que apunta y mata a las personas, a nuestros hermanos y hermanas, a nuestros padres e hijos. Este virus, que ataca principalmente a los negros, a los nativos, a los ancianos, al final nos afecta a todos”.
Sean Penn es originario de Santa Mónica, vive en California con su novia australiana Leia George, a dos cuadras de su madre, de 92 años, precisa Buzio. Recientemente filmó Flag Day, en la que dirigió y alternó con su hija.
“Fue una experiencia emocionante y aterradora trabajar con Dylan —dice mientras fuma un cigarro tras otro—. En el primer día de rodaje, en mi primera claqueta, dije ‘acción’ y vi a la tripulación con la boca abierta de par en par. Dylan es una actriz increíble, fue impresionante verla trabajar. Ella llevó (al set) una vida de experiencia y amor por la actuación que siempre ha tenido dentro. Fue un milagro. Es muy emocionante cuando tu actriz favorita en el mundo es tu hija; es algo mágico y tuve suerte”.
En los últimos años, el actor se ha alejado del cine. ¿Se ha cansado?, le pregunta la reportera.
“No —responde— me encanta el cine y me rompe el corazón ver que en la actualidad las cosas más interesantes suceden en la televisión. No sé si el cine podrá volver más allá de las sagas de alto presupuesto. No sé si las nuevas generaciones exigirán temas importantes en las películas, como lo hicieron después de la guerra de Vietnam. No sé si soy un dinosaurio, pero mi amor por el cine permanece intacto. Me encanta el equilibrio en el cine, ¡me siento triste de que ahora esté dominado por los circos ecuestres! Veo una de esas películas al año, no más. Esa chica de la que me enamoré siendo joven, cuando entré en un cine oscuro, se fue. ¡Quiero volver a encontrar a esa chica y ver cosas diferentes en el cine!”
Penn trabajó en 2011 con Paolo Sorrentino en Un lugar donde quedarse (This Must Be the Place), ganadora en la sección oficial del Festival de Cannes, donde interpreta magistralmente a una vieja y excéntrica estrella de rock. Al preguntarle si después de esa película se mantuvieron en contacto y si volvería a trabajar con el director napolitano, responde: “Paolo es uno de los directores más mágicos y creativos del planeta, es un hombre adorable. Sí, nos mantuvimos en contacto y volvería a trabajar con él ahora mismo”.
“Estás a punto de cumplir 60”, le dice la reportera, para enseguida preguntarle cómo va a celebrar.
“¡Sesenta! ¡Finalmente!”, exclama Penn, quien dice que siempre ha pensado que su condición natural es la de un hombre de 77 años. “¡Así que todavía tengo 17 años por delante! No sé por qué me siento como de 77 años, pero siempre ha sido así. Por fortuna, tengo una compañera extraordinaria de la que estoy locamente enamorado; ahora está en Georgia trabajando para garantizar que las comunidades migrantes puedan comunicarse con mensajes de texto, pero cuando regrese ella se encargará de las celebraciones. Conociéndola, y con lo que estamos experimentando, sé que estaremos muy pocas personas y tendremos que seguir reglas estrictas, con cubrebocas y distancia social”.
Para terminar, Silvia Bizio le pregunta sobre la llamada cultura de la cancelación (cancel culture) que se extiende en Hollywood, en la que se llama a boicotear financiera y digitalmente a personas o entidades que realizan comentarios o acciones moralmente inaceptables para ciertos grupos sociales. Cuando esto sucede, dicen los expertos, se priva a los afectados “de su modo de ganarse la vida”.
Sean Penn comenta: “Hace años asistí al show de Charlie Rose, que después sería cancelado, en el que Michael Eisner, el director ejecutivo de Disney, habló sobre la película Kundun (1997), de Martin Scorsese, sobre el Tíbet. En ese tiempo, Disney estaba por abrir un estudio en China, lo que claramente influyó en el limitado lanzamiento de la película. (Cuando le preguntó al respecto), Eisner le respondió a Charlie Rose: ‘Estamos en el negocio del cine, no de los derechos humanos’. Es una afirmación absurda. Siempre estamos en el negocio de los derechos humanos, desde que nos levantamos por la mañana debe ser nuestra primera obligación. Si no lo hacemos, representamos un fracaso para la humanidad. Ahora, en esta tormenta perfecta en la que estamos, la del covid-19, lo mejor que podemos hacer es identificar a las empresas que no contribuyen a mejorar el mundo y boicotearlas. Es un movimiento extraordinario de responsabilidad social. Black Lives Matter también está teniendo un impacto increíble y depende de todos nosotros apoyar estos movimientos para provocar grandes cambios”.
Claves...
El cumpleañosEl 17 de agosto cumplirá 60 años, aunque dice que su condición natural es de 77 años, por lo que aún le queda buen tiempo.
El festejo
Tendrá festejo con pocas personas y con reglas estrictas por el covid-19, de acuerdo a los planes que tiene con su novia.
amt