Levantar la voz en contra de la violencia e intolerancia que asedian a México fue la actividad recurrente en la sexagésima entrega del premio Ariel de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), que otorgó su máxima presea, la de Mejor Película a Sueño en otro idioma de Ernesto Contreras, en el Palacio de Bellas Artes.
Al galardón se sumaron otros cinco: Mejor Sonido, Música Original, Guión Original, Fotografía y Actor para Eligio Meléndez, que se lo dedicó a su esposa e hijas. La productora del filme, Mónica Lozano invitó a que “la misma fuerza” que muestra la comunidad cinematográfica, sea la que “enseñe México” ante la adversidad.
El director de la cinta, Contreras, exhortó a que se rescaten nuestras lenguas madre y valorar a los “pueblos indígenas”. Su equipo de producción hizo énfasis en la tarima y en su encuentro con los medios de comunicación nacionales y extranjeros que fueron sus pares en la AMACC los que eligieron a Sueño en otro idioma como la mejor cinta del año, para evitar suspicacias.
A la coproducción entre México y Holanda, le siguió de cerca La región salvaje con las estatuillas a Mejor Director para Amat Escalante, que ofreció a Eugenio Polgovsky y en su breve discurso aseguró que “estamos enfermos, pero ojalá nos curemos. Todo va a estar bien”; Efectos Especiales, Efectos Visuales, Edición y Actriz de Cuadro a Bernarda Trueba.
Vuelven conquistó el premio a Mejor Maquillaje y Revelación Masculina. La habitación se llevó Vestuario y Diseño de Arte, en el que empató con El elegido; Tiempo compartido sumó el premio de Andrés Almeida a Actor de Cuadro y Los adioses le dio el Ariel de Plata a Mejor Actriz a Karina Gidi.
Bajo la conducción de Mónica Huarte y Mauricio Isaac, la gala arrancó con el primer Ariel a Mejor Coactuación Femenina para Verónica Toussaint por Oso Polar, su contraparte fue para Miguel Rodarte por su participación en Tiempo Compartido; en ese momento, los discursos eran relajados, lo mismo agradecieron la labor artística e invitaron a cumplir el sueño de un país mejor.
En una gala que ponderó la conexión del cine nacional con la audiencia, como adelantó Ernesto Contreras a ¡hey! se premió a otras visiones fílmicas: Oasis fue el Mejor Cortometraje de Ficción, Cerulia hizo lo propio en Animación y La muñeca tetona, de Diego Enrique Osorno, se alzó en la categoría Cortometraje Documental.
Este año la Revelación Femenina fue Ana Valeria Becerril por Las hijas de Abril, que se negó a pensar en que México “es el lugar equivocado” y urgió a que quienes debemos salvarnos “somos nosotros mismos”. Juan Ramón López hizo lo propio en la categoría Masculina y lo dedicó a la producción de Vuelven, su familia y compartió su anhelo de “una oportunidad para todos”.
Uno de los momentos entrañables fue la entrega del Ariel de Oro al fotógrafo Toni Khuhn, quien habló de lo importante de filmar proyectos que “cuestionen nuestra situación” e hizo eco de la polémica edición del Canal Once a la ceremonia del 2016. Queta Lavat recibió su reconocimiento de manos de Jesús Ochoa, con quien hace poco actuó en la obra Conversaciones con mamá.
La Mejor Película Iberoamericana fue para Una mujer fantástica que suma a su Oscar el Ariel mexicano: “Ante la violencia, la falta de amor, rebeldía, resistencia y más amor”, dijo Daniela Vega. La Mejor Ópera Prima se quedó en manos de Diego Ros por El vigilante.
Durante el In memóriam, Emmanuel “Meme” del Real de Café Tacvba entonó “El mundo en que nací”, mientras aparecían imágenes de Saby Kamalich, Hiromi Hayakawa, Gerardo Gallardo, Maru Dueñas, Luis Gimeno, Claudio Báez, Gregorio Casal, Héctor Lechuga, Rogelio Guerra y Evangelina Elizondo, entre otros, quienes fueron aplaudidos por su legado.
Gael García bromeó al asegurar que “no cantaré, no se preocupen”, antes de presentar el Mejor Largometraje Documental, con Dolores Heredia, que fue para La libertad del diablo de Everardo González, que dijo: “México no solo es desaparecidos, tiene sus playas, pero también los secuestros y los niños sicarios”.
PROTESTA
En memoria de Salomón, Marco y Daniel, desaparecidos el 19 de marzo, y luego declarados muertos, el escenario del máximo recinto de la cultura en el país, fue la tribuna donde representantes de la comunidad estudiantil hicieron un llamado a la unión: “Que la rabia nos dé fuerza y la imaginación nos guíe”, consignó uno de los tres presentes.“No somos tres, somos todxs”, fue la consigna que apareció en una gran pantalla y en las playeras de Issa López, Tenoch Huerta y Sebastián Hoffman, así como en listones en la muñeca de Mónica Huarte y Cassandra Ciangherotti, entre otros. El llamado fue el mismo, un alto a la masacre y la inseguridad.Ernesto Contreras, en su primer discurso como presidente de la AMACC, repasó cómo el cine plasma “los vientos de cambio”, celebró el trabajo de sus colegas y al público le agradeció “darle sentido a nuestro trabajo”, así como aceptó que es “el centro mismo de la creación”. Además, hizo un llamado a establecer “medidas arancelarias a la producción”.Pidió también regular las nuevas pantallas y a ver al cine como “actividad estratégica” en la Constitución Política de las Estados Unidos Mexicanos y, de inicio, recordó la tragedia de la guardería ABC.
CLAVESLos detalles
Se instalaron cámaras 360 grados para poder ver el público, es la primera ocasión que se realiza esta dinámica.Al arranque y durante toda la de la premiación, la industria hizo un repaso por las cintas que retratan la realidad agridulce del país.
Héctor Bonilla, Paulina Dávila, Roberto Fiesco, Ludwika Paleta, Marina de Tavira, Camila Sodi y Alfonso Dosal fueron algunos presentadores.
En lo musical, “Antes de que nos olviden” en la voz de Saúl Hernández también sonó, así como un dueto entre Lila Downs y Joy.