Un día como hoy, pero de hace 22 años, Stanley Kubrick, el realizador estadunidense que consiguió encumbrar sus obras al grado de clásicos de la cinematografía, murió de un infarto mientras dormía en su casa en Londres. Tenía 70 años.
Pero su deceso no fue el fin de su trabajo, sino todo lo contrario: dio comienzo a la leyenda del genio audiovisual que nació en Nueva York en 1928. Además, Kubrick partió en plena postproducción: su última película, Ojos bien cerrados, con Tom Cruise y Nicole Kidman, estaba a meses de llegar a las salas.
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Y todo lo realizado por el creativo detrás de Espartaco (1960), Dr. Strangelove (1964), 2001: odisea del espacio (1968), La naranja mecánica (1971) y El resplandor (1980), tuvo un comienzo: el cortometraje Day of the fight (1951).
Este trabajo documental se enfoca en el combate boxístico que Walter Cartier sostuvo con Bobby James el 17 de abril de 1950; Kubrick siguió a Cartier el día de la pelea: desde que se paró a desayunar hasta que derrotó a su rival.
“Tenía mi trabajo en (la revista) Look desde que tenía diecisiete años y siempre me habían interesado las películas, pero en realidad nunca se me ocurrió hacer una película por mi cuenta hasta que tuve una charla con un amigo de la escuela, Alex (Alexander Singer), que quería ser director y tenía planes para una versión cinematográfica de La Ilíada”, señaló Stanley en una entrevista con Joseph Gelmis sobre qué lo llevó a realizar este primer trabajo cinematográfico.
Kubrick agregó que, en ese entonces, Alex trabajaba como "empleado de oficina para The March of Time (una serie de cortometrajes patrocinada por Time Inc.) y me dijo que gastaron 40 mil dólares en hacer un documental. Un poco de cálculo simple indicó que podría hacer un documental por alrededor de mil 500 dólares. Eso es lo que me dio la confianza financiera para hacer Day of the fight".
"Estaba bastante optimista sobre los gastos; la película me costó 3 mil 900 dólares y se la vendí a RKO-Pathe por 4 mil, una ganancia de cien dólares. Me dijeron que era lo máximo que habían pagado por un corto. Entonces descubrí que The March of Time en sí misma estaba quebrando. Hice un corto más para RKO, Flying Padre. Fue en ese punto que dejé mi trabajo en Look para trabajar de tiempo completo en la realización de películas”, reveló.
Cabe señalar que, además de Singer, quien se desempeñó como asistente del director, Kubrick contó con la colaboración de Douglas Edwards como narrador, Julian Bergman como editor y Gerald Fried en la composición musical.
yhc