Entrevistar a Jack Black siempre es una fiesta, una plática que no sabes si acabará siendo con el chico malo, el músico o el comediante. En esta ocasión, con el estreno de La casa con los relojes en la pared, ¡hey! obtuvo un poco de todo, empezando por el sentido del humor que lo caracteriza cuando le preguntamos sobre la experiencia de trabajar con Cate Blanchett y que la pareja se dedica a intercambiar diálogos tan divertidos que uno auténticamente se pregunta qué está pasando entre esos dos personajes.
“Todo fue verdad. Todo fue improvisado. Nos odiamos. No, fue una parte muy divertida de los personajes. Como cuando los hermanos son rivales, donde te gusta aventar insultos, pero en realidad hay amor debajo, esa era la idea”.
Y, sin duda, esa interacción es una de las cosas más divertidas donde la pareja de brujos, vecinos y amigos tienen que ayudar a Lewis, un niño que acaba de perder a sus padres y acaba en la excéntrica casa del tío Jonathan (Black). Más allá de los extraños figurines, cosas extrañas en la mansión y claro peligro inminente que el tío comparte con la señora Zimmerman, uno enseguida se da cuenta que la verdadera magia de esta película yace en las interacciones de los extraños adultos. Cosa que Black, nunca hubiese creído posible en algún momento de su carrera.
“Mi agente me dijo Cate Blanchett, Eli Roth (director) y película que asusta. Y yo: ‘Solo quiero decir que sí’. Pero leí el guión y cuando lo hice de inmediato dije que sí”. Aun así, Black se confesó nervioso hasta el primer día de la filmación.
“Cuando nos conocimos le dije que era la mejor actriz en el mundo y por mi cabeza pasó que quizás algún día acabaríamos haciendo una película juntos. Pero ni le dije porque me pareció absurdo. Ella debería estar haciendo películas con gente tipo Daniel Day Lewis, no conmigo. Cuando me dijeron sobre esta película con ella dije: ‘Por supuesto. ¿Pero ella va a querer hacerla conmigo? Y resultó que sí, así que aquí estamos”.
Y la actriz australiana lo hizo todavía más fácil de lo que Jack hubiese imaginado.
“Recuerdo que el primer día en el set, estaba nervioso y ella se acerco y solo me preguntó, nos vamos a divertir ¿verdad? ¿Esto es para divertirnos? Y me dio muchísimo gusto que me hizo esa pregunta porque de ahí se volvió una competencia sobre quién diría lo más absurdo durante toda la producción”.
Es verdad que con su banda Tenacious D, cintas de culto como High Fidelity y, por supuesto, el superéxito School of Rock, el actor ha encontrado más que un nicho en el que es muy exitoso, pero después de hacer la primera Goosebumps, que igual que esta cinta está basada en literatura infantil con toques góticos, es perfectamente posible que hasta haya encontrado un nuevo e interesante camino que recorrer.
“Es un hechicero excéntrico que toca el jazz. ¿Qué de eso no viene conmigo?”, nos dijo entre risas.
Pero continuó ya con más seriedad: “Lo que más me gustó cuando la leí es cuando mi personaje está hablando con Lewis (el niño) y le dice que la llave para la magia es el hecho de que ‘tú eres el único en el universo´ y abrazar, agradecer esa individualidad que tienes es la magia para liberar a magia de adentro”.
Una de las cosas que ha llamado mucho la atención de la cinta, más allá del regreso a la dirección de temas oscuros para jóvenes de Eli Roth, es que esta cinta no se detiene cuando se trata de apilar una cosa extraña sobre la otra.
Muñecos y calabazas que cobran vida, pasadizos secretos, maniquíes aterradores y en movimiento y por supuesto relojes, muchos relojes. Pero al final de cuentas, más allá de la magia, los efectos especiales y la acción para el actor también de Amor ciego, lo que importa al final es esto: “Todos los personajes teníamos hogares que se habían roto, y así es como llegamos a estar juntos y crear esta nueva familia”.
CLAVES
EL ORIGEN
La película está basada en una novela clásica de John Bellairs que se publicó por primera vez en 1973.
El director, Eli Roth, es conocido por su gran talento en películas de horror como Hostal.
Sustos y ‘gore’ gótico para niños, solo con Jack Black
Después de hacer varias comedias, el actor encontró un interesante camino haciendo que los niños se diviertan, con sobresaltos de por medio, como en la cinta que hoy lo lleva a los cines.
Los Ángeles, enviada /
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