A sus 59 años, Victoria Abril disfruta de la actuación como nunca, se siente plena y con mayor capacidad para transmitir historias; la reconocida actriz española se encuentra en México y aprovecha para destacar lo honrada que está, pues el destino es quien la llevó a esta carrera y para ejercerla ha tenido que enfrentar muchos retos, ser autodidacta y dar todo de sí.
“Cuando eres joven no saben qué hacer contigo y te dan los mismos papeles, como cuarentona viene el problema de que eres demasiado vieja para ser joven y viceversa, por eso me pasé practicante hasta los 49 años cantando; luego ya a los 50 es la edad de oro, puedes hacerlas todas, menos la joven, pero la abuela, la tía, la buena, la mala, puedes hacer todos los personajes, entonces vuelves a tener más trabajo y sobre todo mayor capacidad”, dice.
De joven Victoria iba ballet, pero lo dejó desde los 15 años pues debía entrar a trabajar; por suerte, su profesora de danza le presentó a su esposo, un director que la guió al camino del cine. Así acepta que ha vivido con “el síndrome del impostor” y, por eso, invita a todos a seguir sus sueños, sin importar la edad ni lo que piensen los demás.
“Yo quería ser bailarina clásica y acabé siendo actriz, por no ser secretaria; todos tenemos derecho a llegar a nuestra vocación o nuestra pasión por diversas vías, todas son buenas, la vida te va llevado y yo lo que he hecho es aprovechar los vientos. Yo no soy actriz, yo he aprendido a ser actriz, no he tomado clases, yo tengo mucha curiosidad y he querido aprender de los demás”, menciona.
Claro que el camino ha sido difícil, al crecer en una dictadura tuvo que casarse para salir de casa y pedirle a su marido una firma para volar a Venezuela y rodar una película; pero siempre ha luchado por lo que quiere y, afortunadamente, nunca ha sido detenida, violentada ni acosada. En este punto, lamenta lo que pasa en la industria, pero ella “quiere romper una lanza” por todos los caballeros que saben de respeto y apoyan a las mujeres.
“He actuado por más de 40 años y lo que he hecho de mi oficio es ser abogada, yo estoy para entender y defender a la mujer, para ser actores hay que ponerse en el lugar de los demás”, señala, para después agregar que sólo ha tenido una mala experiencia y fue en Hollywood, el sistema de filmación la aburre e incluso aborrece la comida. “Si hubiera sido americana no hubiera sido actriz”, afirma.
La chica Almodóvar considera que el cine nunca morirá, solo se irá adaptando a cada crisis y cada momento de cambio, porque para hacer una película solo hace falta papel y un lápiz. Eso es lo que ella quiere hacer, seguir siendo un vehículo que transporta buenas historias, por lo que descarta entrar a la dirección o producción, menos ahora que “el tiempo se le acaba y cada año cuenta por dos”.
A FUTURO
La actriz espera firmar su participación en dos mini series para una plataforma digital y prepara una película de comedia.
ES