Tras arrasar en la pasada edición de los premios Ariel, donde consiguió 10 estatuillas, Ya no estoy aquí, la cinta de Fernando Frías (Ciudad de México, 1979) que transcurre al ritmo de las cumbias rebajadas que bailan sus protagonistas, va camino al Oscar, pero antes luchará por el Goya.
Al contrario de lo que suele pasar con muchas producciones mexicanas, que logran el éxito en el país después de "dar el campanazo" fuera, esta película "nació, creció y triunfó" en México y luego voló a otros lugares, señala Frías.
- Te recomendamos Premios Goya se llevarán a cabo de forma híbrida debido a la pandemia Cine
"Las competencias en cine son algo bastante relativo, no es un deporte, no es un partido de tenis, son simplemente una celebración, aunque algunas veces ayudan muchísimo para generar la visibilidad de tus proyectos a nivel mundial", apunta.
Lo cierto es que sus compatriotas -ambos ganadores del Oscar- Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro han respaldado su aterrizaje en Hollywood; el director de El laberinto del fauno subió a su Twitter sobre Ya no estoy aquí que "este espléndido filme me hizo eco, me emocionó, me sacudió, me hizo pensar y me provocó profunda admiración y respeto".
Y no solo eso, también recomendó buscarla en Netflix, que la ofrece desde el 27 de mayo de 2020. "Habla con fuerza y poder. Al chingadazo, sin rodeos y con hartos huevos", señaló Del Toro.
"No sé si estoy digiriendo todo esto", dice Frías. "Desde el estreno de la película, con estos exitosos resultados no esperados, cada día es más raro. Día con día, lo que siento es gratitud y sorpresa".
La película fue todo un éxito en México, donde ganó diez premios Ariel (los equivalentes al Goya español), entre ellos actor revelación para Daniel García Treviño, un prodigio de comunión natural con la cámara, sin él que no hubiera sido posible Ya no estoy aquí.
García es Ulises, un chico de 17 años habitante de un barrio pobre de la cosmopolita y rica Monterrey, que junto con sus amigos Chaparra, Negra, Pekesillo y Sudadera, bailan cumbia rebajada -a menos revoluciones-, la máxima expresión de la subcultura artística Kolombia, y con su propio grupo, al que llaman Los Terkos -igual que su "clica" (pandilla)-, se presentan a concursos.
Visten de una manera muy particular, con ropas anchas que recuerdan a los hip-hoperos, pero con colores y diseños aztecas, y rapados de pelo a dos colores con largas patillas y crestas; unos atuendos que les dan identidad y reconocimiento, mientras se rinden a la ralentizada voz de Lizandro Meza.
El director mexicano afirma que Ya no estoy aquí nació de "cinco inquietudes" a las que necesitaba dar cauce: la fascinación por esas cumbias lentas, la pertenencia a las pandillas, la violencia del narco, hallar el modo de mostrar la realidad sin tanta tragedia y enseñar ese lugar de contraste "poderosísimo", mezcla de desierto y naturaleza.
Gracias a Los Kolombia, Frías ha encontrado a una "segunda familia". "Me generan un sentimiento de cariño y de pertenencia, de haber compartido y de haber construido algo juntos, como haber sido capaces de terminar el rodaje. Y, en términos de aprendizaje de ellos, diría que sorprenden con cosas para las que tienen una madurez impresionante", ha comentado.
Y ha añadido que, además, le enseñaron a "encontrar paciencia" en su interior, sobre todo cuando las cosas han estado "más complicadas".
A pesar de la poesía, la película no esconde la violencia que viven las calles a cuenta de la guerra contra el narco. De hecho, un enfrentamiento entre carteles, con Ulises en medio por error, acaba en una muerte y el chico tiene que huir ilegalmente a Estados Unidos.
Una vez en Queens, Ulises, que solo cuenta con el refugio que le ofrece una adolescente china, se muere de nostalgia.
"Siempre acabo hablando del choque cultural y de cosas que ni son diferencias ni son similitudes, sino que son ambas cosas a la vez. Aquí hay un campo muy amplio para hablar de las emociones humanas", ha relatado Frías.
De las cintas con las que compite en los Goya sólo vio "El agente topo", y le gustó "muchísimo". "Es un gran honor -ha dicho- estar codo con codo con estos grandes".
yhc