“Desaparecer por completo no es una película de terror, es un thriller, suspenso. Lo que nos gusta mucho es que está bien arraigada en lo mexicano, porque tiene lo sobrenatural, la brujería que se maneja mucho en México, y hace una dupla muy buena con la nota roja, porque la nota roja también es algo muy mexicano”, comenta Teté Espinoza, la protagonista del filme que ya está en las salas.
“En México estamos viendo todo el tiempo revistas amarillistas con fotos espantosas en los puestos de periódicos e imágenes de ese tipo en televisión, que nos bombardea con esa información. Y hay público para todo eso, hay cierta morbosidad en verlas. Se juntan estas dos características de la cultura mexicana para hacer este thriller, que me parece así que tiene bastante identidad, no es copia del cine de este género que llega de Hollywood, sino tiene un sello bien importante mexicano”, añade.
La tercera película del director Luis Javier Henaine, que también se aleja del género de la comedia que exploró en Solteras (2019), cuenta la historia de un fotógrafo de nota roja, con pretensiones artísticas, que busca a como dé lugar las imágenes más cruentas, incluso violando la ley y corrompiendo policías.
Sin embargo, después de meterse a la casa de un senador reportado como muerto en su mansión, el fotógrafo Santiago comienza a perder uno a uno los sentidos sin explicación y a involucrar en ello a su pareja sentimental, la enfermera Marcela (Teté), quien trata de ayudarlo a través de la ciencia.
“La pérdida de los sentidos es un recurso bastante atinado en la película. Qué angustiante ha de ser estar perdiendo cada uno de los sentidos. No ves, no escuchas, hasta el tacto, cuando ya no puedes sentir nada al tocar o que te toquen. Para mí, perder los sentidos es morir, estar vivo pero morir, que lo único que te queda es la conciencia de que estás vivo y de que ni siquiera vas a sentir nada. Me parece algo bastante atinado del guion y la película de Henaine, pero sobre todo es aterrador.
“Mi personaje, Marcela, es como una lucecita en toda esta oscuridad; necesaria porque catapulta la motivación y el querer estar bien de Santiago. Es una enfermera muy apasionada y dedicada a su trabajo, que apuesta por la vida y por mejorar la situación de sus pacientes. Por otro lado, su pareja está buscando día y noche, todo el tiempo, crímenes, tragedias que fotografiar; tiene un ojo artístico para ello, pero está inmerso en este mundo oscuro, perverso, perturbador, de cosas malas”, expone Espinoza.
El filme, protagonizado por Harold Torres, hace un ligero homenaje al legendario fotógrafo mexicano que llevó la nota roja a los museos de arte, Enrique Metinides (1934-2022), quien el 12 de febrero habría cumplido 90 años, al mostrar incluso un par de imágenes icónicas de su trabajo.
No obstante, la actriz aclara que la película no está inspirada en él y que originalmente era con un médico.
“Marcela y Santiago están en un momento crítico de su relación; además, sus trabajos los han distanciado. Y justo cuando tienen que tomar una decisión muy importante para sus vidas, a Santiago le sucede algo súper extraño cuando acude a cubrir un crimen: empieza a perder sus cinco sentidos poco a poco. Y él tiene que descubrir qué es lo que le está pasando, de dónde salió todo eso. Y, por supuesto, ella está batallando entre qué hacer con su vida futura y en cómo ayudar a su pareja, porque lo ve enfermo. Ella es todo el tiempo una luz que quiere ayudar a Santiago en este bosque oscuro”, reseña.
Teté Espinoza, con 23 años de carrera en cine, teatro y televisión, ha actuado en filmes como Cosas imposibles y El último vagón, de Ernesto Contreras, pero quizá su papel más icónico sea en teatro, en Wenses y Lala, que el dramaturgo, director y actor Adrián Vázquez escribió para ella. Y, como buena veracruzana, cree en la brujería, aunque su personaje de enfermera actué más racional.
“Está muy bien reflejado en los personajes lo que vivimos normalmente con la brujería: hay personas que son muy supersticiosas, que creen en eso; y otras que no, que creen que todo es comprobable con la ciencia. Marcela, como enfermera, vive en este mundo, ella busca ayudar a Santiago con la ciencia, quiere que se haga estudios, que vaya a terapia. Finalmente, yo, Teté, creo que hay un punto medio, puede que sí estén sucediendo este tipo de cosas (la brujería), porque yo sí creo en este tipo de energía; pero también está la sugestión, que tu cerebro está predestinando que sucedan estas cosas”.
A pregunta expresa, Teté relaciona la pérdida de los sentidos del personaje de Santiago con la falta de sensibilidad en la actualidad de la gente que graba tragedias en lugar de ayudar a las víctimas.
“La morbosidad con que solemos ver la nota roja tiene que ver con esa insensibilidad, y ahora se complica con tantos videos en los que vemos a gente sufrir, tener tragedias, y no ayudarla sino estar grabando para luego difundirlo; tiene que ver con una insensibilidad tremenda con la que deben de crearse todos esos fotógrafos que hacen ese trabajo. Yo no podría nunca trabajar en eso, tendría que ir a mi casa y encerrarme un mes para sacarme de la cabeza esas imágenes, y estos fotógrafos se tienen que hacerse un caparazón para poder sacar esas fotos diariamente, aunque es una insensibilidad necesaria”.
Para la actriz, Desaparecer por completo induce al público a reflexionar qué está haciendo con su vida.
“En el mundo entero hay también mucha insensibilidad, poca empatía y nula o mala información sobre lo que ocurre en el planeta. Que estemos permitiendo el genocidio que está ahora sucediendo (en Gaza) me parece de lo más aterrador. Y sí tiene que ver con la insensibilidad. Desaparecer por completo plantea la situación de perder los sentidos y cómo revertirla antes de desaparecer por completo.
“La película es una reflexión sobre qué estás haciendo con tu vista, tus oídos, tu tacto, tu voz; de qué estás alimentando lo que escuchas, lo que tocas, cómo te expresas, cómo te relacionas con el mundo. ¿Ya te has puesto a pensar que si pierdes tus cinco sentidos estarías muerto? Ya ni siquiera sentirías, y desaparecerías por completo y el mundo que tienes ahora ya no sería el mismo. Ese planteamiento de la película lo transpolamos a la realidad social del país y del mundo”, expone Espinoza.
AJR