A casi dos años de haber superado el problema de salud que lo llevó a un doble trasplante de pulmón, José Luis Rodríguez, El Puma, confiesa su entusiasmo por seguir en la música y lo materializa en el disco, Agradecido, que el próximo martes presentará en México durante su visita a nuestro país.
Intérprete de clásicos como “Por si volvieras”, “Dueño de nada” y “Culpable soy” y protagonista de telenovelas como Una muchacha llamada milagros y Señorita Elena, el venezolano de 76 años está convencido de ser “un milagro viviente”, por lo que asegura que todos los días trata de aprovechar al máximo la vida y responderse a la interrogante de “¿para qué me dejo Dios vivir?”.
Desde Miami atiende la llamada telefónica y revela que tras el milagro que le hizo Dios, se han dado cosas muy positivas para él, pues además de haber podido volver a cantar, el próximo 13 de noviembre la Academia Latina de la Grabación lo distinguirá con el Premio a la Excelencia, galardón que, dice, “me dará oportunidad de saludar a tantos amigos, que al igual que yo, siguen en la batalla por mantener su carrera”, como es el caso de Lupita D’Alessio y Pimpinela.
¿Qué hacía cuando le dieron la noticia de que recibirá el Grammy a la Excelencia?
La verdad, no me acuerdo dónde estaba, ni qué estaba haciendo. Yo me acuerdo del pasado, poco; del futuro, nada, y del presente más o menos sí.
¿Qué representa esa distinción para usted?
Mucho, porque es el reconocimiento de una larga, gracias a Dios, carrera, con un paréntesis que casi me voy del cuerpo, porque estuve al borde de la muerte, y regresar, porque me trajo Cristo a mi cuerpo otra vez, para recibir este reconocimiento; me satisface mucho, es uno de los regalos que Dios me tenía preparado. No lo recibí (el Grammy) en años anteriores y nunca me quejé, ni pedí nada, pero es el producto, por supuesto, del aplauso del público, de la prensa escrita, de la radio y ahora de las redes, que impulsan a que todo eso suceda, para que La Academia reconozca una larga trayectoria artística musical.
También quiero felicitar a los otros guerreros (sus compañeros) que están ahí, porque sé lo mucho que han luchado, los altibajos que hemos tenido ellos y yo, porque así es la vida, es cíclica; por eso me va a satisfacer y a emocionar mucho verlos, abrazarlos y felicitarlos por este reconocimiento.
Habla de altibajos; sin embargo, después de tantos años se mantiene vigente, ¿a qué lo atribuye?
A la persistencia, a amar la vocación, uno se mete en un cuerpo para ser alguien y hacer algo. Ese algo es la vocación. Si la descubres a tiempo, aún de gratis la harías, porque es el desarrollo espiritual de tu vida. Entonces descubrir esto hace más fácil la vida, porque estás haciendo lo que te gusta hacer. Y en esto, Dios ha sido generoso conmigo y con la gente que está en el ambiente y que ha durado tantos años. Hemos visto cómo surgen ritmos nuevos, pero el sol sale para todos y el mundo musical es amplio, y todos tienen su público, los ritmos nuevos tienen un público importantísimo, masivo, y eso no se puede discutir siquiera.
¿Cómo descubre su vocación por la música?
Eso se descubre desde pequeño. El que nace chicharra muere cantando (risas). Veía las películas y me emocionaba mucho con Pedro Infante, con (Jorge) Negrete y me veía ahí realmente, la influencia del cine mexicano y argentino en Latinoamérica era hermosa y desde ahí, cuando era muy pequeño. Uno descubre que quiere cantar a los tres años. Y ahí empieza y por eso estos programas fabulosos de American Idol, me fascinan, porque se ve cada historia. Yo descubrí esa vocación desde muy pequeño.
¿Ha cumplido sus sueños?
La visión nunca se puede perder porque las cinco preguntas que me hago, cómo, cuándo, dónde, por qué y para qué se las tiene uno que hacer en persona. Para qué es lo que me interesa, para qué me salvo Dios, para qué me dio más tiempo. Bueno, para decirle a la gente que existen los milagros, que Cristo es verdad, que nunca mintió, que el Espíritu Santo está, que el padre celestial existe, y yo soy un milagro viviente.
Su relación con México siempre ha sido muy estrecha, ¿qué representa México en su historia?
Ha sido parte importantísima en mi historia, bueno para todos los latinos, México es el país más importante de todos. Brasil por el idioma, pero por la densidad de población y por su musicalidad, México tiene mucha personalidad en su música, en su comida, en su cultura, es un país que todos los latinos amamos o respetamos. Y ahora que vaya a México, voy a saber si la gente me sigue queriendo cuando me presente en CdMx y en Monterrey, si no van a mi show, pensaré que dejaron de quererme.