El reguetonero puertorriqueño Don Omar salió en libertad esta noche, aunque con un grillete electrónico, tras pagar el 10 % de una fianza de 600 mil dólares que una jueza le impuso tras permanecer detenido por más de catorce horas por seis cargos, entre ellos, violencia doméstica.
La jueza Jessica Morales, del Tribunal de Bayamón (localidad aledaña a San Juan), fue quien le impuso la fianza a William Omar Landrón, nombre verdadero del cantante, y cuyos abogados de éste, Jorge Gordon y Edwin Prado, se quejaron por "la excesiva" cantidad de dinero.
"Una fianza de 600 mil (dólares), es una fianza de un asesinato", criticó Prado al salir del tribunal, adonde acudieron también la madre de Don Omar, Toñita Rivera, su hermano Luis y su representante artístico, Raphy Pina.
El reconocido reguetonero, de 36 años, fue acusado de seis cargos, que incluyeron violencia doméstica, maltrato, amenaza, posesión ilegal de un arma de fuego y apuntarle con este a su expareja, Rebeca López, de 26 años.
Los casos fueron sometidos por la fiscal Mibari Rivera, luego de que López lo acusara de varios incidentes.
"Los cargos a Don Omar se basan en dos incidentes entre agosto y septiembre de este año. En agosto le apuntó con un arma de fuego y en septiembre hubo maltrato sicológico verbal y a través de mensajes de texto", expresó la fiscal Rivera.
Don Omar fue detenido a la 01:00 hora local (05.00 GMT) del miércoles en su residencia en Vega Alta, localidad al oeste de San Juan, luego de que López llamara a la Policía por violencia doméstica.
El artista fue trasladado alrededor de las 08.00 hora local (12.00 GMT), a la Comandancia de Bayamón (a las afueras de San Juan) arrestado y conducido por varios agentes de policía.
Con aspecto tranquilo y aseado, y vestido con una camisa gris, el reguetonero, que se hace llamar "El Rey", no quiso hacer declaraciones a la prensa que aguardaba a las puertas de la comandancia.
Además, y según pudieron comprobar los fotógrafos que le siguieron, al entrar en la zona de las celdas fue ovacionado por los presos que se arremolinaron alertados por su presencia.