'Drive my car', un viaje para olvidar las pérdidas y enfrentar los silencios

El filme, basado en la novela de Haruki Murakami 'Hombres sin Mujeres' es una constante búsqueda para descifrar los sentimientos de Kafuku, donde la fractura emocional del hombre engañado lo convierte en una esfinge.

'Drive my car' fue la ganadora del Oscar a mejor película extranjera. (AP)
Daniel Francisco
Ciudad de México /

Los Hombres sin Mujeres de Murakami han perdido el rumbo, se han quedado sin brújula, sin sentido, sin palabras. La soledad los invade, no tienen esperanza, se aferran a sus recuerdos.

No todos son capaces de enfrentar su dolor. Quienes huyen saben que serán alcanzados. En donde quiera que estén escucharán ese toc-toc en la puerta y no tendrán más remedio que admitir que su corazón está desgarrado. No se pueden mentir más. La pérdida de sus mujeres los ha convertido en sonámbulos y hay quienes no darán esa última batalla y morirán de tristeza.

La fractura emocional del hombre engañado lo convierte en una esfinge. ¿Cómo reaccionar ante una infidelidad? Los personajes de Hombres sin Mujeres lo hacen con el silencio. Drive my car ganadora del Oscar a mejor película internacional 2022, dirigida por Ryusuke Hamaguchi, es una constante búsqueda para descifrar los sentimientos de Kafuku 

el actor abandonado—, quien recibe las palabras lapidarias de su esposa: “tenemos que hablar”. Quien haya vivido en pareja sabe el peso que tiene esa frase.

¿Cómo sobrellevar las infidelidades de su pareja? Kafuku decide ser un actor: “Todavía más penoso que imaginar, sin embargo, era tener que fingir una vida normal y corriente para que su mujer no se diese cuenta de que él conocía su secreto. Esbozar siempre una plácida sonrisa mientras de su pecho desgarrado manaba una sangre invisible. Aquello habría superado a cualquier persona normal, de carne y hueso para interpretar. Y se metió de lleno en el papel. Un papel sin espectadores”.

Drive my car, basada en un cuento del libro Hombres sin Mujeres de Haruki Murakami, es también un viaje entre dos personas que escuchan las palabras de Chejov, palabras que retumban en las entrañas de Kafuku el abandonado.

“¡Oh, estoy desbordado! ¡Dime algo! Tengo ya cuarenta y siete años. Suponiendo que viviese hasta los sesenta, tendría que vivir otros trece años. ¡Es demasiado! ¿Cómo diablos pasaré esos trece años? ¿Qué haré para llenar los días?”. 

La mejor actuación no es suficiente, su mujer desaparece de su vida conforme pasan los días: “Y al final la perdí dijo al cabo. Fui perdiéndola poco a poco en vida hasta que se desvaneció por completo. Como algo gastado por la erosión, que acaba siendo arrancado de raíz y arrastrado por una ola gigante”.

dr

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