El vasto universo de "Dune" se expande esta semana en Max con el estreno de "Dune Prophecy", una serie que aborda el origen de las Bene Gesserit, la hermandad de mujeres que, siglos después, dominará los secretos del poder y la mente en la galaxia; esta historia de alianzas y rivalidades toma vida en la pantalla, gracias al talento de un equipo creativo liderado por mujeres, tanto frente como detrás de cámaras, que nos llevará lejos de Arrakis.
La historia toma como punto de partida la trilogía Sisterhood of Dune de Brian Herbert y Kevin J. Anderson, pero va más allá gracias a la visión de la showrunner, Alison Schapker, quien encontró una oportunidad para explorar el poder femenino y las preguntas que desafían la humanidad, “quería un espacio que incluyera a las mujeres como parte de la fuerza impulsora. Y ese es el mundo que Frank Herbert imaginó”, dijo Schapker a MILENIO.
“Es como una obra de arte que permite espacio para muchas voces y jugadores y diferentes tipos de personas y diferentes tipos de mujeres. Y, obviamente, el centrar la historia en las Bene Gesserit nos da a las mujeres un papel muy fundamental que desempeñar; me siento privilegiada de poder crear en relación con eso porque es muy liberador sentirse parte de la historia”, agregó Schapker sobre la serie que llega esta semana a la pantalla de Max.
"Dune Prophecy" está ambientada 10 mil años antes de la ascensión de Paul Atreides (interpretado por Timothée Chalamet). La historia sigue a las hermanas Harkonnen mientras combaten las fuerzas que amenazan el futuro de la humanidad y establecen la secta que llegará a ser conocida como las Bene Gesserit. La serie es una precuela que retrata el origen de la Hermandad y a diferencia de las películas, esta historia toma un tono más político.
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“Vemos lo que ocurre con Valya Harkonnen, vemos su vida anterior, cómo llegó a ser líder y cómo era el Imperio en ese momento. Pero también queríamos explorar las consecuencias de eso y quién fue ella más adelante en su vida; así que, parte de nuestra historia se desarrolla 30 años después, donde Valya Harkonnen está al mando de una hermandad cuyo poder ha hecho crecer, pero que ahora enfrenta una crisis”, explicó Alison Schapker.
“Lo que me parece provocativo de "Dune" son las preguntas que plantea, ya sea que se trate de pensar en el papel de la verdad y las mentiras en el discurso público, o de pensar en los líderes o líderes carismáticos, o cuándo un líder carismático es potencialmente un tirano, o qué sucede cuando entregamos nuestro poder a personas o a cosas como la tecnología o las máquinas pensantes, como las llama Dune, y los peligros de eso”, agregó Schapker.
Y aquí estamos hoy, en un mundo que entrega todo a la inteligencia artificial, tal como lo hemos visto en cientos de historias de ciencia ficción, “creo que de la nueva tecnología pueden surgir grandes cosas, pero también grandes peligros. Y es importante que nos familiaricemos con algunas de las preguntas que deberíamos estar haciendo. Dune plantea ¿qué significa ser humano? Y esa es una pregunta que vale la pena hacerse”, dijo Alison.
Emily Watson y Olivia Williams, protagonistas de esta precuela, ofrecen un retrato de personajes complejos, hermanas atrapadas en un destino que las empuja hacia la ambición y el sacrificio. Watson describe su personaje como una mujer “impulsada por el trauma y la ira; pero es consumida por un culto y es acogida por un líder carismático que le dice que será una líder y que será importante. La guía de una manera que da miedo”, dijo la actriz.
Para Williams, interpretar a Tula significó capturar la esencia de una hermana menor que ha vivido bajo la sombra de otra y “la clave para construir el personaje fue su silencio. Tenía un profesor de drama que solía decir: ‘tu subtexto se está mostrando. No debes mostrar tu subtexto’, mantener el dolor oculto es uno de los secretos de una gran actuación, según él, tengo que mostrarlo y sentirlo, pero no abiertamente. Así entré en el personaje”, dijo.
Ambas actrices consideran que esta serie es un hito en sus propias carreras, no solo reconocen la oportunidad de liderar juntas un proyecto en sus cincuenta años, sino también el simbolismo que esto representa en una industria que ha cambiado su mirada hacia las actrices veteranas. Aquí, la diversidad no es un eslogan; es un conjunto de experiencias, una colaboración de visiones y sensibilidades que enriquecen cada escena, cada diálogo.
“Cuando una actriz se volvía buena en su trabajo, los papeles desaparecían. Eso ha cambiado, y aquí estamos, a nuestros cincuenta años, liderando una serie de televisión”, explicó Emily; mientras que Olivia destacó el rol de Alison como showrunner y el de Anna Foerster en la dirección, “me encanta cuando se trata de un esfuerzo grupal y todos contribuyen de manera equitativa. La diversidad en todas sus formas es emocionante”.
YVI