El 13 de junio de 2019, la noticia de que Edith González había muerto causó impacto. Tenía años luchando contra el cáncer de ovario, desde que en 2016 se lo diagnosticaron.
Sin embargo, la actriz que inició su carrera siendo una niña, luego de que en una ocasión asistió al programa musical Siempre en domingo, descubrió su pasión por lo que años más tarde sería su pasión, la actuación. El melodrama Los ricos también lloran da cuenta de sus primeros pasos en el mundo histriónico, del que jamás se alejó.
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Por ello a títulos como Soledad, Monte Calvario, Corazón Salvaje, Mujer de madera, en esta última, donde tuvo que salir de la trama, debido a que estaba embarazada de su hija Constanza, por lo que Ana Patricia Rojo tomo su lugar haciendo pareja con Gabriel Soto; antecedieron a las historias que protagonizó después de haber sido diagnosticada con cáncer.
Mal que la aquejó, pero que también le dio una motivación para luchar por ella y por las personas que padecen esa enfermedad, que decía no la tomó por sorpresa, pues con el antecedente de su padre, había un buen porcentaje para heredarlo.
Se unió a campañas de manera anónima, aunque cuando sabía que su popularidad podía ser útil para ayudar a aquellas personas que estaban en una situación similar a la que vivía, echaba mano de ella. En más de una ocasión apoyó y difundió la labor de Salud Digna, una institución que se encarga de ayudar a mujeres con cáncer. #PonElPecho fue una de tantas campañas que apoyó no sólo publicitándola, sino ofreciendo pláticas y conferencias para hablar del cáncer, de ese mal por el que murió después de varias recaídas.
Aunque jamás perdió el ánimo, ni las ganas de seguir escribiendo su historia en el terreno de la actuación, donde ya había dejado huella en varios capítulos. Como Salomé, en el melodrama producido por Juan Osorio, donde dio vida a una bailarina, tan exitosa como la que la encumbró por varias noches en el Salón Los Ángeles, en el musical que como Aventurera develó sus aptitudes como bailarina, actriz y cantante. Siempre con ese sello de sofisticación que la hacía única.
En 2017, con peluca, después de haber superado una de las varias batallas contra el cáncer, Edith reapareció en el teatro, haciendo gira y luego temporada en el Teatro San Jerónimo, que dio cuenta de la vitalidad, el optimismo, pero sobre todo de la fuerte personalidad que distinguió a Edith, quien al lado de Luis Felipe Tovar, uno de sus grandes amigos fuera de los escenarios, regalaba cada uno noche una soberbia actuación en la obra Un día particular. Y como resultado, la chica con formación en la academia del director de teatro Lee Strasberg y en la Sorbona de París, siempre encontraba la ovación que la acompañó a lo largo de su carrera y la despidió en su funeral en el Panteón Francés, ahí donde su hija, Contanza, y su mamá, Doña Ofelia Fuentes, lloraban su partida el 13 de junio de 2019.