A lo largo de más de 50 años de carrera, la banda de rock El Tri, se ha consolidado como un ícono del rock nacional no solo por sus grandes éxitos musicales, sino también por su causa social y por la cercanía que tienen con su público.
Alex Lora, líder de la banda y autor de los temas Triste canción, Las piedras rodantes, A.D.O., entre otras, ha sido el principal promotor de la asistencia de la agrupación a distintos centros penitenciarios pues, aunque no existe un registro oficial, se estima que han tocado en alrededor de 20 a 30 penales de todo el país.
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En entrevista con Melo Montoya (empresario y promotor musical), Alex Lora compartió la razón que lo ha motivado -desde sus inicios- a dar conciertos para reclusos:
"La raza mientras dura la tocada, (...)agarran confianza y mientan madres y cantan y todo, se sienten libres y para nosotros poder darles a ellos la sensación de libertad que nosotros sentimos cuando estamos rocanroleando, es lo máximo", declaró el cantautor.
Para El Tri, estas visitas no son solo conciertos, son actos de empatía que buscan brindarles a los presidiarios un momento de alivio y resistencia a través de la música, canal para la esperanza y la reflexión.
¿A cuáles cárceles ha ido El Tri?
En la década de los setenta y aún como Three Souls in My Mind (nombre precursor de El Tri), tocaron en la famosa prisión de Lecumberri conocida popularmente como El Palacio Negro.
El hecho marcó un episodio emblemático para la banda, pues por su carácter de protesta social y crítica al sistema político mexicano, comenzaban apenas a ganarse su lugar en la escena del rock nacional.
Tocar en la cárcel más dura -de ese entonces- del país, fue un hito para la agrupación que, más tarde, se volvería una peculiaridad de la banda.
"Grabamos un disco en la cárcel (varonil) de Santa Martha ya como El Tri; como Three Souls -On My Mind-, grabamos un disco en el Reclusorio Oriente; y más recientemente grabamos uno en la Santa Martha -Acatitla- de mujeres, en el Centro de Rehabilitación de Mujeres", dijo el músico.
La iniciativa de la banda para llevar música a personas en situación de reclusión ha sido extensa y abarcadora, pues aunque no ha grabado discos en todos los centros penitenciarios, ha asistido a decenas de estos en todo el largo del país.
Entre ellos el de Puente Grande en Jalisco; el de Apodaca en Nuevo León, el otrora penal de Topo Chico del mismo Estado; el Cereso de Cuautitlán en el Estado de México, entre muchos más que abarcan los estados de San Luis Potosí, Oaxaca, Morelos, Chihuahua, Sonora, Puebla, Veracruz, Colima, Baja California y más.