Si Elvis Presley viviera, el próximo jueves 8 de enero estaría llegando a los 80 años de edad. Y a pesar de que El Rey del rock murió hace 38 años, su leyenda se mantiene vigente y presente en la cultura popular del mundo.
Habiendo nacido en 1935, si se hubiese cuidado y no se hubiera provocado la muerte por el excesivo uso de barbitúricos, hoy bien podría seguir cantando tal como lo hacen otros artistas nacidos también a la mitad de los años treinta. Ahí están, por ejemplo, Armando Manzanero, Jerry Lee Lewis, Óscar Chávez, Johnny Mathis, Herb Alpert, Julie Andrews y hasta Javier López Chabelo, quienes cumplirán los 80 en este año y siguen tan campantes.
El impacto provocado por Elvis, como parte de los cambios que transformaron la vida social del mundo en los cincuenta, aún sigue haciendo olas. Todos sabemos que la música popular es la pista sonora de la película de la vida. Cuando Elvis apareció en escena, la juventud de entonces exigía un lugar propio en el rígido esquema de una sociedad dominada por las reglas de los adultos.
Hasta principios de los cincuenta el concepto de “juventud” como hoy lo conocemos no existía. Entonces se pasaba directamente de niño a adulto. La etapa de la adolescencia, en la que ya se dejó de ser niño pero aún no se tienen las responsabilidades del adulto, no estaba en el radar de la sociedad de la posguerra. Así, los jóvenes no tenían un sitio propio: no había moda específica, música o literatura, ni consideraciones especiales para ellos. En el cine, los protagonistas eran treintones y las temáticas solo exploraban la problemática de los adultos.
Al igual que otros pioneros, Elvis formó parte de la vanguardia musical que abanderó los cambios. Por ello, su personalidad no solo quedó ligada a la música del rock and roll sino que se convirtió en un símbolo de vitalidad juvenil y de la lucha de los jóvenes para ser reconocidos como fuerza social con influencia y poder en todos los campos de la vida.
Es por eso que no debe sorprendernos la continuada vigencia de Elvis a lo largo de los años. En la actualidad, su imagen se ve reproducida en cientos de objetos y prendas de vestir, sus grabaciones se siguen vendiendo, su mansión en Memphis es la segunda casa con más visitantes después de la Casa Blanca, por el mundo hay más de mil cantantes que viven de imitarlo, y los espectáculos que reproducen virtualmente su presencia sobre el escenario son éxitos de taquilla.
El próximo jueves habrá grandes celebraciones por los 80 años de Elvis. La dimensión de su leyenda y su peso en la cultura popular lo ameritan. Este aniversario nos hace reconocer que estrellas como Elvis no nacen todos los días, son fenómenos muy escasos.
Pero también nos lleva a desear que este nuevo año pueda ser propicio para ver surgir algún nuevo artista que llegue a simbolizar los anhelos y aspiraciones de las generaciones de hoy, alguien con el talento suficiente para hacernos ver hacia el futuro, pues ya nos estamos cansando de tener que voltear hacia el pasado para celebrar la grandeza en el rock.