• De Cannes a la cancelación. ‘Emilia Pérez’, la ópera pop que se volvió meme

La película, dirigida por Jacques Audiard, pasó del aplauso a la polémica por su representación cultural. Entre críticas, memes y declaraciones virales, la ópera pop está en el ojo del huracán.

Ciudad de México /

Abordar el fenómeno que ha desatado Emilia Pérez sin terminar cancelado es ya un deporte de alto riesgo y esto se debe a la polarización de la crítica: es amada y odiada con tal fiereza que pareciera que la audiencia vio dos largometrajes a la vez. El filme enamoró al Cannes en su última edición; además fue la película más ganadora de los Globos de Oro y es la favorita para llevarse, al menos, el Óscar a Mejor Película Internacional.

La receta de este éxito es contraintuitiva: un director francés –Jacques Audiard– sin hablar español ni inglés monta un musical sobre cómo un jefe del narcotráfico en México transiciona y deja de ser “El Manitas” para convertirse en Emilia Pérez y con esa nueva vida, movida por la culpa, la mujer trans decide iniciar una organización para ayudar a encontrar desaparecidos por la guerra contra el narcotráfico.

Para seguir empujando los límites de la globalización, Audiard decidió incluir en esta historia basada en un lugar que presume ser México a una sola actriz de dicho país, Adriana Paz –la primera mexicana galardonada en Cannes por esta cinta–, y el resto es extranjero, incluyendo incluso estrellas del pop como Selena Gómez.

'Emilia Pérez' triunfó como mejor musical o comedia en la 82 edición de los Globos de Oro | REUTERS/ Mario Anzuoni

El resultado de este experimento cinematográfico le ha valido a Emilia Pérez un sinnúmero de elogios por parte de la prensa estadounidense. En el festival de cine de Nueva York la reseñaron como “ambiciosa y exuberante”; The Harvard Crimson dijo era una película “valiente y que desafía las clasificaciones del cine”; y The New York Times, que era una película “chispeante y desconcertante”.

En México el calificativo que ronda es el de “indefendible”, luego de que la crítica Gabriela Meza y el actor Eugenio Derbez hayan calificado así la actuación de Selena Gómez. La opinión se volvió tan viral, sobre todo en contra de Derbez, que el comediante tuvo que disculparse públicamente.

A partir de ese momento, día con día se popularizaron fragmentos de la actuación de Selena Gómez. Su acento exagerado, ininteligible, junto con un guion que fracasa en su intento por ser coloquial, detonó montones de videos cómicos en los que se replica el audio de Gómez diciendo “hasta me duele la pinche vulva de acordarme de ti”.

A la burla viralizada siguió una epidemia de opiniones que buscaban desacreditar la película y la respuesta de parte del equipo empeoró todo. Primero se viralizó un ‘clip’ donde Jacques Audiard admitía que no hizo un estudio exhaustivo de nuestro país ni de los problemas vinculados al narcotráfico. Después la protagonista, Karla Sofía Gascón, posteó en X:

“Quiero dar las gracias a todo México y a los mexicanos, sé perfectamente que todo este odio injustificado no parte de ustedes […], son cuatro gatos con muchossss (sic) y variados intereses de por medio”.
Selena Gomez recibió nominación al BAFTA como mejor actriz de reparto en Emilia Pérez | Cortesía Zima Entertainment

Para terminar de encender los ánimos, la directora de casting, Carla Hool, hizo una declaración en la que insinuaba que no había talento mexicano para los papeles de Emilia Pérez y por eso recurrieron a actrices extranjeras.

Esos tres hechos provocaron que la opinión nacional se vaya hacia un desprecio sin tregua centrándose en dos críticas: que es inverosímil y que tiene un abordaje insensible hacia las víctimas de desaparición forzada en México.

La película no se ha estrenado en México y la información disponible son ‘clips’ descontextualizados y lo dicho por críticos que ya la han visto en proyecciones internacionales o de prensa. ¿En verdad ‘Emilia Pérez’ es totalmente indefendible?

El México de ‘Emilia Pérez’ no se apega a la realidad

La verosimilitud en Emilia Pérez está perdida. Primero, porque en ella hay más variedad de acentos en español que en un noticiero de Univisión; en segunda, por decenas de detalles a lo largo de la cinta que no se corresponden con la realidad. Por ejemplo, que los jueces utilicen pelucas de caireles blancos como en Inglaterra; que la abogada de Emilia Pérez imprima documentos de su laptop en un tianguis o que la protagonista tome vino tinto –en un vaso de veladora– maridado con quesadillas en un puesto callejero con mantel de plástico y estampado floral.

“Si toda película tuviera que estar apegada a la realidad entonces no habría musicales y es curioso cómo esta crítica de falta de realismo no se le hace a La La Land, por ejemplo”, señala la mexicana Adriana Paz, quien en la cinta interpreta a Epifanía, la amante de Emilia, a quien conoce en la labor de búsqueda de desaparecidos.

Adriana Paz tiene 45 años y una amplia carrera en cine y series de televisión. Quizás su papel más popular sea el que hizo en la española Vis a vis dando vida a Altagracia Guerrero, una policía que por corrupta termina en la cárcel.

“Yo sabía que Emilia Pérez era un proyecto de esos que no llegan todos los días. Muy arriesgado y difícil, porque Audiard es una locura de hombre”, dice entre risas y agrega que lo que más le ha impresionado es que ha recibido mensajes, después de la premiación en Cannes, de gente que dice que terminó muy conmovida por su actuación como Epifanía pero al mismo tiempo confundida por esa otra reacción de juzgar la película por su falta de apego a la realidad.

“Claro que el tianguis de la película no es exactamente como son los tianguis, pero tampoco en un tianguis real habría gente cantando y bailando mientras hace sus compras. Hay que entender la ficción y lo que es crear un mundo a partir de un párrafo que Audiard leyó en la novela Écoute, escrita por su amigo Boris Razon, sobre un narcotraficante que quiere cambiar de sexo”, agrega la actriz.

Si, como advierte, el realismo no es el ingrediente principal de una ficción, ¿por qué la molestia?

La película se estrenó el 18 de mayo de 2024 en el Festival de Cannes | Cortesía Zima Entertainment

Parte de la respuesta la aclaran los críticos de cine. Para Gaby Meza esta película es un “producto de exportación” y en su pódcast la comparó con un zarape que parece mexicano pero está hecho en Taiwán. Esa metáfora fue analizada de forma más exhaustiva por el crítico Alonso Díaz de la Vega, quien ve en ‘Emilia Pérez’ un instrumento del capitalismo para ganar dinero.

“Al incluir actrices descendientes de migrantes latinoamericanos [como Selena Gómez o Zoe Saldaña] y poner a una mujer trans en el rol protagónico, Audiard, un hombre blanco, heterosexual y europeo explota las narrativas de personas históricamente oprimidas para sacar un beneficio personal que es ya incuestionable”, escribió.

‘Emilia Pérez’, el atrevimiento de hacer una ópera de los desaparecidos

Jacques Audiard es el villano en las redes sociales. El director es, salvo por su tabaquismo, una negación rotunda del estereotipo francés: es cálido y amable, saluda lo mismo a reporteros que a todo el staff que lleva la prensa y responde a las preguntas con una franqueza que contrasta con la de su equipo, temeroso de que una nueva respuesta fuera de contexto se haga viral.

Audiard tiene estatus de rockstar en Francia, que se sostiene por seis premios César –el equivalente al Ariel en Francia– y cuatro en Cannes, y a que ha filmado a actores de Hollywood como John C. Reilly, Joaquin Phoenix y Jake Gyllenhaal.

El filme ya se perfila como uno de los favoritos para competir por el Óscar a Mejor Película Internacional | Cortesía Zima Entertainment
“No estoy seguro de que un cineasta mexicano o una cineasta mexicana quisiera hacer una ópera sobre desaparecidos. A lo mejor el tener un punto de vista exterior me permitió el atrevimiento, pero también he tratado de poner toda la empatía en el tema”, aclara Audiard.

Le era importante situar la historia en México porque la masacre de Ayotzinapa en 2014 fue algo que se quedó en su imaginario.

“Recuerdo que la prensa francesa lo abordó dos días y después ya no pasó nada y hay muchos documentales al respecto. Hay ficciones sobre la violencia que me gustan y otras que no. Sin embargo, creo que para que alguien entienda un tema tan difícil hay que elegir la forma de la epopeya y cantar la tragedia. De esa forma ya no te estás dirigiendo sólo a la mente de la persona, sino a su corazón”.

Sin embargo, reconoce que hubo decisiones que están marcadas por la industria del cine –“oui, ça sa s’apelle l’argent (sí, eso que se llama dinero)”– que impactaron en la forma en que se realizó la película. Por ejemplo, el grabar en Francia y no en México responde a poder recibir los apoyos económicos de dicho país para su realización. 

Le pregunto si la decisión de acudir a una estrella pop como Gómez, que surgió en Disney Channel, fue para ampliar la recepción de la audiencia. Él sólo asiente con la cabeza y aleja su respuesta de la pregunta con una confesión: “cuando la conocí yo no sabía quién era ella y todo el fenómeno social que representaba”.

Adriana Paz fue la única actriz mexicana que participó en la película de Jacques Audiard | Cortesía Zima Entertainment

Finalmente, insiste en que la historia que cuenta en Emilia Pérez no ocurre en México. 

“Casos como el de Ayotzinapa hicieron que me interesara en México o más bien ciertos espacios de México, pero no estoy diciendo que ‘eso es México’ y simplificando el asunto. Estoy diciendo que México es extremadamente duro y que pasan cosas que hacen sufrir a la población”, dice Jacques Audiard.

Jacques Audiard asegura que no usó a los desaparecidos para ganar premios

Además de su desapego a la realidad, otra de las críticas reiteradas es que falta al respeto a las familias buscadoras y que utiliza esta crisis tan grave para su beneficio personal. El escritor Jorge Volpi escribió en El País que el acercamiento que hace la película a las madres buscadoras es “un homenaje, sin demasiada conciencia, a las más ridículas telenovelas mexicanas de los setenta”.

Leslie Jiménez, columnista de El Universal, escribió que la película “instrumentaliza la violencia y el sufrimiento de las víctimas para vender una narrativa superficial y exótica sobre México” con el objetivo de ganar premios. En su cuenta de X añadió un post donde, sobre la imagen de Gascón con el Globo de Oro, hay un texto que dice: “las víctimas de desaparición no son un tema para comedia musical”.

“Nosotras hemos recurrido al cine, a la música, al teatro, al dibujo y al bordado para llegar a la sociedad de forma más suave y así irnos filtrando como la humedad en el discurso nacional. Esto para que nos vieran y la gente supiera que las personas desaparecidas son parte de la sociedad y [...] que no es cierto ese discurso de ‘los malos pasos’ que se propaga para criminalizar”, dice la buscadora Angie Orozco.
La ausencia del director durante el encuentro en la Cineteca Nacional generó más críticas | Cr. Shanna Besson/ PAGE 114

Orozco es de las fundadoras de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León, organización que lleva casi 15 años trabajando en ese estado.

“En ese sentido, no veo problema en que sea un musical, pero debe ser abordado de forma respetuosa, acercándose realmente a la problemática y con la intención de ayudar”. ¿Qué es ayudar en el contexto de la búsqueda?, le pregunto. “Que las personas hablen si han visto algo, aunque les dé miedo, y que volteen a ver esta grave tragedia humanitaria”, explica Orozco.

En su experiencia en Nuevo León ha sido la gente la que ha aportado las pistas para encontrar a los desaparecidos. Las madres buscadoras en Tamaulipas, por ejemplo, han tenido que ir directamente con miembros del crimen organizado para obtener información del paradero de sus desaparecidos. La buscadora Ceci Flores es la que más testimonios ha dado a la prensa sobre cómo han tenido que llegar a este extremo debido a la torpeza o colusión de las autoridades.

Una realidad que, aunque esboza de forma superficial la cinta de Audiard, no deja de ser un hecho consultable en los diarios de nuestro país.

“Creo que los beneficios [de la cinta] que pueden obtener estas poblaciones son de distinta índole. Algunos simbólicos. En este caso creo que lo que devuelvo es que más gente vea este problema que es grave y al menos no tengo la sensación de haber usado a nadie”, replica Jacques Audiard.

Entre el rechazo y los aplausos, algunos fragmentos de la película se han viralizado en distintas redes sociales, donde las actuaciones se han convertido en objeto de debate | Cortesía Zima Entertainment

¿Ver ‘Emilia Pérez’ o no verla? Ese es el dilema

Audiard confiesa que no utiliza las redes sociales. “Les temo”, dice a manera de broma. El internet es una jungla. Le pregunto si la conversación que ha desatado ya es parte de la obra y su respuesta se desvía para terminar en un contundente “no lo sé”, pero añade que no la cambiaría aún si hubiera sabido lo que provocaría.

Por su parte, Adriana Paz piensa que hay algo de hipocresía en el discurso nacionalista de quienes denostan con mayor fuerza a Emilia Pérez porque en general hay un desconocimiento del cine mexicano.

“Hay quienes se han venido a enterar que existo porque me dieron un premio en Francia. En México vemos todo el tiempo las salas de las películas de superhéroes llenas y las de películas mexicanas vacías y mucha gente que hoy es crítica no conocen a tantos actores mexicanos que hacemos cine independiente. Nos sentimos ofendidos porque pensamos que se dice algo que no nos gusta en Emilia Pérez, pero nos estamos ofendiendo y vilipendiando todo el tiempo”.

Esa mezcla que se ha gestado donde cualquier comentario positivo es denostado con rabia ha provocado que, por ejemplo, Guillermo del Toro pasara de prócer de la Patria a persona non grata por decir que le gustó Emilia Pérez.

“Estoy seguro de que tres cuartas partes de la gente enojada con la película no ha ido a verla, pero yo espero que sí vayan y la vean y que después si no les gusta me ataquen, pero que la vean”, insiste el director Jacques Audiard

Paradójicamente el diálogo que él iba a tener con alumnos de la UAM Azcapotzalco después de ver la película en la Cineteca Nacional quedó cancelado por “motivos de logística” y sólo la actriz Adriana Paz se presentó a contestar las preguntas de los estudiantes.

Conversación entre Guillermo del Toro y Jacques Audiard 

Finalmente, Angie Orozco espera que sirva de algo la polémica generada y no sólo quede en palabras en el ciberespacio. “Espero que todo este ruido se pueda aprovechar. Que se deje lo superficial y se vaya al fondo de lo que implican las desapariciones. Que volteemos a ver esta crisis, que cuestionemos desde cuándo pasa y por qué sigue pasando. La película ya está y está ganando premios y está en nosotros que algo bueno resulte de todo esto”.

Le pregunto a la buscadora si irá a ver Emilia Pérez. “No, bueno, no sé. Cuando salga sí quisiera verla porque quiero poderme crear mi propia opinión”.

GSC/LHM 

  • Luis Mendoza Ovando
  • Periodista de investigación en la productora Detective y columnista en el periódico El Norte. Cuenta con una maestría en Periodismo de Investigación en Políticas Públicas por el CIDE.

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