Enjambre rinde homenaje a los clásicos con 'Noches de Salón'

El grupo zacatecano convirtió su más reciente disco en un recorrido por sonidos que pasan por el danzón, el bolero y el son cubano.

La agrupación retoma la nostalgia de los viejos tiempos. / Especial
Ciudad de México /

Mientras los asistentes se acomodan en las mesas dispuestas sobre la pista de baile, los músicos de respaldo afinan sus instrumentos. Hay bullicio en el Salón Los Ángeles, pero se vuelve silencio cuando los cuatro integrantes de Enjambre salen al escenario. Entonces, una guitarra suelta sus primeros acordes y luego resuena la voz de Luis Humberto Navejas: “Permite recostarme a tu lado, enemigo…”.

Con la canción Enemigo comienza el concierto que la banda originaria de Fresnillo, Zacatecas, convirtió en su más reciente disco, Noches de salón: un recorrido por sus éxitos involucrando sonidos como el danzón, el bolero y el son cubano.

“El material es como un bebé, pero viejito al mismo tiempo, como Benjamin Button”, bromea el guitarrista, Julián Navejas, sobre este álbum de 15 canciones que estrenó en YouTube y que ya está disponible en todas las plataformas musicales.

Hace tiempo, en casa de un amigo, los músicos escucharon a Dámaso Pérez Prado, el cubano que se encumbró en México como El Rey del Mambo, y de ahí surgió la idea que se materializó en Noches de salón. “Sabíamos que queríamos hacer un disco acústico en algún momento del camino y consideramos que era el momento apropiado. Esa música nos ha influenciado tanto que se propuso fuera el ángulo”, recuerda Luis Humberto, en entrevista con MILENIO.

El primer paso lo dio el bajista Rafael Navejas: llegó con la canción Enemigo en una versión “bolerita” que le gustó al resto de la banda. A partir de ahí él se encargó de la dirección musical y los arreglos; de dotar a temas como Visita, Somos ajenos, Vida en el espejo y Manía cardíaca de una esencia tropical y “congalera”.
“Hay temas que pensamos que se iban a adaptar al concepto de una manera muy natural, les invertimos mucho tiempo y no pasó nada. Hubo otras que conectaron y no lo esperábamos, como Detéstame. Lo que nos ayudó a disminuir estas confrontaciones fueron algunos parámetros: no queríamos que fuera purista; queríamos que sonara a otra época, pero no limitarnos a un ritmo. Y que sonara en vivo, que tuviera ese sabor de barrio. El disco respira el aire del Salón Los Ángeles”, afirma el cantante.

Para los zacatecanos es vital acentuar que Noches de salón, “no es una réplica del pasado, es un homenaje”. Y no solo a los sonidos que permearon México hace varias décadas, también a sus inicios como banda en 2001.“Presentar el disco en el Teatro Diana (Guadalajara) se sintió como la primera vez que tocamos”, confiesa Luis Humberto.

Con este renacer a partir de ritmos vetustos, la banda está de gira por varias ciudades del país: tras dos presentaciones abarrotadas en el Auditorio Nacional (13 y 14 de septiembre), tienen en la mira ciudades como Hermosillo (23 de septiembre), Querétaro (30 de septiembre), Monterrey (6 de octubre) y Saltillo (7 de octubre).

Una cápsula del tiempo

Enjambre recuerda que en su ciudad natal existía un lugar donde se podía disfrutar de danzón, chachachá y otros bailes: el Casino Fresnillo, que desafortunadamente “ya no opera como tal”. Por eso los integrantes ven como algo “mágico” la vigencia de los salones en Ciudad de México.

“¡Esta ciudad mantiene el palpitar!”, externa el vocalista.
Durante sus giras por provincia también les ha tocado ver tardes de danzón donde “van los señores medio pachucos, las señoras muy guapas con sus vestidos. ¡Es muy lindo, como una cápsula del tiempo! Nos da gusto colaborar para que esa llama no se apague”, cuenta Rafael.

Otro aspecto destacado es que Noches de salón ha sido del gusto de padres e hijos, así lo demuestran comentarios que ha recibido la banda en sus redes sociales. “Poder dar ese brinco y llegar a otras generaciones de manera natural es un logro tremendo”, comenta Ángel Sánchez, el baterista.

“Estamos viviendo una época donde estamos desconectados, ya no muy personales, cada quien está en su propio mundo. Y esto es algo real, algo que tiene un palpitar, por eso el público de Enjambre, tal vez sin conocer la música del pasado, está conectando. Más que añorar el pasado, es añorar la experiencia de ser un ser humanos”, agrega Luis Humberto.

Noches de salón es el octavo material de larga duración de Enjambre, lo que demuestra la constancia creativa de la banda, y también su resistencia ante una industria musical que en los últimos años ha sufrido muchas tribulaciones, sobre todo con la pandemia. Ante esto, es interesante conocer qué es el éxito para la banda. ¿Sacar discos? ¿Incrementar sus fans? ¿Renovar su sonido?

Luis Humberto Navejas lo revela: “La recompensa mayor es que te juntes con la gente apropiada y puedan hacer algo que les guste. En este momento eso es el éxito para nosotros. Si lo que estás buscando fama o dinero al dedicarte a esto, el que te decepciones va a ser una posibilidad muy tangible. Pero si lo haces desde el gusto de presentar una expresión artística nunca vas a fracasar”.

YVI

  • Yair Hernández
  • juan.hernandez@milenio.com
  • Es periodista especializado en temas de cultura y entretenimiento. Actualmente trabaja como reportero para Milenio.

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