A partir del próximo viernes María José subirá al escenario como María Magdalena en el musical Jesucristo superestrella, labor que la tiene “feliz”, aunque reconoce que su personaje no tiene la intensidad que hay en los que harán Beto Cuevas como Jesús y Erik Rubín como Judas; incluso con su particular franqueza, destaca que un concierto le demanda más energía. Sobre todo ahora que está de gira con su nuevo espectáculo, como parte de la promoción de su más reciente material musical Conexión, con el que además está celebrando 13 años como solista.
La cantante echa a andar los recuerdos y sus sentimientos se dividen y al mismo tiempo se mezclan al grado que una sonrisa espontánea gana terreno, antes de que comparta la sensación que tuvo cuando en los inicios de su carrera solista, tras su primer disco, le dieron su carta de retiro; la acción lejos de desanimarla le dio fortaleza para seguir en la lucha por hacerse de un lugar en la música.
¿Cuál es la sensación ante el éxito de tu disco Conexión?
Estoy contenta, emocionada, feliz, que no me la creo con tantas cosas que están sucediendo.
¿A qué atribuyes la conexión que has tenido con el público?
Tal vez a que nunca he creado un personaje diferente a lo que soy, no es como que la artista es una persona y la persona es otra, siempre he sido muy transparente, he cantado lo que se me da la gana, no me importa que me digan por qué cantas cóvers o por qué le cantas a las amantes, siempre he sido muy neta en mi forma de cantar y lo que me gusta.
El disco que estás estrenando es muy como tú…
Sí. Es un disco con el que estoy celebrando 13 años en solitario, porque después de Kabah nace una artista nueva, con una piel diferente y con un sonido diferente.
En esta historia, ¿has logrado las metas, superaste los sueños o aún quedan anhelos?
Al principio no sabes lo que va a pasar, me tocaron todos los cambios de la industria que se han dado en los últimos 13 años; antes, cuando empecé con Kabah, 100 mil, 150 mil discos eran Disco de Oro y ahorita creo que ya ni 25 mil, así que me tocó una transición muy fuerte. En mi primer disco me dan mi carta de retiro, y cuando te dan esa carta es: ‘Gracias, estás despedida, no me gustó o no funcionas o para mí no me sirves’. Ese primer cerrón de puertas que me dieron me hizo más fuerte. Aunque sí dudas de tu talento o de si funcionas o no. Pero a mí me hizo levantarme y echarle las ganas, porque en mí no iba a quedar. Y ahora veo que los que se equivocaron fueron ellos (risas).
Prueba de ello es que sigues haciendo discos… ¿no?
Sí, una de las cosas que me hace sentir orgullosa de mí misma es mantenerme en el gusto de la gente, de seguir haciendo discos, de que te sigan invitando a proyectos, de que sigas en la mente de los productores.
A veces no es fácil, ¿o sí?
No, cada vez es más difícil, nos estamos reinventando, buscando la manera de cómo hacer la música, de cómo promocionarla, en dónde se paga, en dónde no se paga, cómo ganas, cómo no ganas. Entonces, sí es difícil porque a lo largo de 13 años han cambiado mucho las cosas. Antes era vender 100 mil discos físicamente, ahorita ya son digitales, o visitas a YouTube y en las plataformas. Es una carrera difícil, no es una carrera para los que son débiles de corazón, tienes que tener ciertas agallas para agarrarte los pantalones y decir: ‘Voy con todo’. Es como ponerte frente del toro y decir: ‘Venga, como venga’.
Ahora, además de la música, estás haciendo teatro…
Sí, estoy en el elenco del musical Jesucristo superestrella, voy a ser a María Magdalena, es un papel más tranquilo que el de Jesús o Judas, pero ha sido muy interesante la experiencia del montaje. Están Beto Cuevas, que será Jesús; Erik Rubín, Judas; Enrique Guzmán, Herodes; Leo de Lozanne, Poncio Pilatos; Kalimba, Simón, y Yahír, Pedro. Nick Evans, quien dirigió la versión en Londres, nos está dirigiendo, así que es una gran producción, la cual combinaré con mis compromisos, que el 21 de septiembre me llevarán al Auditorio Nacional con mi nuevo show.
¿No se ha complicado la combinación entre tu carrera y tu vida personal?
Desde chiquita tuve una familia muy unida, a pesar de que mis papás estaban divorciados, pero de todos modos somos muy unidos, una familia en donde tratamos de estar presentes aunque no sea físicamente, pero estar. Voy a cumplir 16 años de casada, llevo casi 17 con mi esposo desde que lo conocí. Tengo una hija maravillosa que va a cumplir cinco años, en realidad tengo una familia bastante normal, plena y bien, pero creo que soy una persona común y corriente, pero con un trabajo extraordinario, que está en la luz pública.