El éxito de Nickelodeon, sus historias universales: Tatiana Rodríguez

La vicepresidente ‘senior’ del canal, habla de su experiencia en esa empresa; de sus personajes icónicos, de lo que consideran para crear sus productos y del rol de los padres de su público.

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Tatiana Rodríguez, vicepresidenta senior de Nickelodeon Group Americas, está cumpliendo dos décadas en la empresa y no pierde la emoción al hablar de su experiencia en el canal, de sus responsabilidades y de los retos que enfrentan.

Se enorgullece cuando habla de los personajes íconos “Bob Esponja” y “Dora la Exploradora; sin duda, asume su responsabilidad cuando destaca que “sabemos que los pequeños son como esponjas que absorben todo y por ello siempre cuidamos los mensajes que enviamos a través de nuestros productos”.

De igual forma se alegra cuando cita las novedades que tienen como Kally´s MashUp, la serie que tienen en producción, y de la recién estrenada Vikki RPM.

De hecho es en una locación de esta última en Miami, donde destaca la importancia de lograr un balance en el entretenimiento que se ofrece a los pequeños, labor en la que enfatiza “los papás son responsables”.

Cuando dices que estás cumpliendo 20 años en Nickelodeon, lo dices con mucha emoción, pareciera que no has perdido el encanto de cuando uno inicia en un trabajo, que sigues aprendiendo, sorprendiéndote, ¿así es?

Sí, uno nunca acaba de aprender y una de las razones por la que estoy tan feliz en la empresa después de 20 años es porque nunca se acaban los retos.

Empecé trabajando en programación, me encargaba de la señal del canal, que era una sola para toda Latinoamérica. Actualmente tenemos siete señales diferentes cubriendo toda la región, tenemos marcas diferentes como Nick, Nick Jr, tenemos un estudio maravilloso; desde 2008 empezamos a realizar producciones originales, siempre tenemos cosas nuevas.

Ahora tengo la suerte de ser la encargada de la marca para toda la región; y agregar todas la áreas a la responsabilidad del trabajo te mantiene vivo, te mantiene apasionado, creo enormemente en la marca. Lo digo de corazón, creo que tenemos unos valores y unos principios maravillosos. Uno de los objetivos de la compañía y de la marca es hacer este mundo más divertido, más sencillo, más de amor, de cosas fáciles.

Estamos rodeando de tantas malas noticias que para mí, siempre que entro a la oficina, entro como a un refugio de diversión, de cosas bonitas, de mensajes bellos.

Trabajamos para una audiencia que me fascina porque es una gran responsabilidad, pues todo lo que ponemos en la pantalla tiene un gran efecto, porque los pequeños son esponjas que absorben todos los mensajes.

Por ello sentimos que tenemos la responsabilidad de enviar los mensajes de una manera divertida, porque hemos aprendido que no solo les puedes decir tú puedes cumplir tus sueños, hay que enseñarles cómo.

Hay quien dice que los niños son el público más difícil, ¿lo es?

Es una audiencia muy divertida, muy dura, porque no tiene filtros; si les gusta algo lo aman, pero si no les gusta algo son implacablemente duros, te lo dicen, te lo escriben.

Yo cada vez que estoy preocupada en la oficina, me pongo a ver redes y me muero de la risa, porque nos regañan, nos dan ideas; y tienen un conocimiento de la televisión que me impresiona. Cuando era niña, a mí no se me hubiera ocurrido escribirle a alguien porque no me gustaba un show. Lo veía o no lo veía. No tenía otra opción.

Ahora te dicen que han hecho focus group en el salón con 60 personas, y que si yo no cambio tal show de tal horario, voy a perder con la competencia. O sea que tienen un conocimiento de la industria. Y es bueno y malo.

Porque nosotros no queremos que se les pierda la fantasía por tantos conocimientos de lo que son estas historias, pero es muy lindo cuando le hablan a Isabela Castilla o le hablan Grachi; o le hablan a Samantha y le hablan a Vickii, tienen una conversación doble porque conocen a los personajes, pero también a las personas.

Hablas de los fans duros e implacables, y de la conexión que tienen con su audiencia, lo cual les da una visión real del efecto de sus series gracias a la tecnología que permite ese contacto, pero retomando el tema de que es un público muy especial ¿qué importancia le dan a la tecnología en la vida de los pequeños?

Es muy irónico porque lo que la tecnología genera es más comunicación y lo que se ha perdido es la comunicación cara a cara. Tú ves a los chicos y lo que les interesa es comunicarse, hay una gran necesidad de información, de saber lo que está pasando, de comunicarse, de contar lo que estás haciendo, pero a través de plataformas digitales y no en persona.

Y eso ayuda cuando tienes familias distanciadas, cuando tu familia no vive en la misma ciudad, pero lo que hay que ver es cómo se consigue ese balance.

Nosotros tenemos iniciativas, como El Día del juego, con el que tratamos de rescatar los juegos tradicionales, correr en el saco, saltar la cuerda, meterte en un laberinto; y nos damos cuenta de que existe esa capacidad de diversión todavía cuando no tienes estas plataformas digitales. Lo que hay es que buscar estos espacios.

No creo que sea sano no ver ninguna (plataforma) y no tenerlas, porque es parte de una realidad. Y hoy no tener a un niño conectado a las plataformas digitales es quitarle parte de lo que va a ser su vida, es una realidad que no puedes evitar.

Pero también es una responsabilidad de los padres poner límites, cómo, cuándo y dónde puedes ver, qué puedes hacer, qué plataformas puedes tener. Es difícil para nosotros ser los responsables, si tenemos que generar contenidos sanos para esas plataformas de nuestra audiencia; y creo que lo estamos haciendo bastante bien.

Hemos identificado que una de las cosas que más les gusta es donde aprenden, porque los videos que más ven son donde les enseñas una canción, una coreografía o cuando les enseñas una receta, algo de manualidades, esos son los videos que más consume nuestra audiencia.

El mensaje que les das es tratar de buscar un balance en la vida, que además es uno de los retos más importantes de la humanidad hoy en día, lograr el balance.

¿Cuáles son los personajes icónicos del canal?

Bob Esponja, tenemos 18 años con él y seguimos haciendo temporadas, estamos ya en producción de la próxima película para el cine.

Bob Esponja sigue siendo un ícono. Dora la Exploradora también ya tiene muchos años.

Pero te puedo decir que la tecnología ha cambiado muchas cosas, la animación es una de ellas, por eso ahora es otro mundo; aunque las historias siguen siendo igual, no cambian porque lo importante es el mensaje de nuestros personajes, de nuestras historias.

Por ejemplo, tenemos una serie nueva, Loud House, es una historia de un chico que vive con 10 hermanas, lo que hace para sobrevivir en medio de tantas mujeres.

También tenemos a Nella, nuestra primera princesa, ella es valiente, aunque se viste de rosa, tiene una espada porque es una caballera de la mesa redonda, y un unicornio maravilloso como caballo. Ella rescata a los príncipes y es parte de la campaña de enseñarles a las chicas desde muy chiquitas que no tienen que esperar a que venga el príncipe a salvarla, porque ellas pueden hacerlo por sí mismas o incluso salvar a quien quieran.

Entre la animación y las series reales, ¿dónde tienen más éxito?

Hemos logrado un balance entre ambas, a las chicas les gusta más lo real y la animación a los varones más pequeños; realmente se divide más por géneros, el target de Nickelodeon es de 4 a 14; y creo que de 7 a 14 ven más las life actions y de 6 a 8 se van más a la animación.

¿Qué hay con su competencia, la observan?

Tenemos que, siempre estamos pendientes de lo que está pasando en los mercados en general, la audiencia infantil y adolescente se ha convertido en un nicho importante. Pero creo que hemos logrado un tipo de audiencia, unos sean especializado más en varones, en magia y fantasía; nosotros hemos apostado por historias más reales, más locas, una representación real de los chicos de hoy en día en la pantalla.

  • Adriana Jiménez Rivera
  • jiramil@hotmail.com
  • Licenciada en Periodismo y Comunicación Colectivo, egresada de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales, ENEP Aragón, de la Universidad Nacional Autónoma de México. Con más de 32 años de experiencia en el periodismo escrito, en los diarios El Esto y La Afición, y las revistas Tele Guía y Oye mi canto; y desde 2000 en MILENIO DIARIO como reportera, y Coeditora desde 2009 a la fecha.

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