Felicity Huffman pagó soborno para ayudar a su hija a entrar la universidad

La actriz de 'Desperate Housewives' forma parte de los más de 30 padres investigados por pagar sobornos millonarios para que sus hijos ingresaran a prestigiosas universidades de EU.

Felicity Huffman, entre los padres inculpados por pagar sobornos para ayudar a sus hijos a ingresar a la universidad (Reuters).
Felicity Huffman y Lori Loughlin son unos de los nombres que aparecen en la lista (AFP).
AFP
Nueva York /

Más de 30 padres adinerados, incluidas dos actrices de Hollywood, fueron inculpados este martes ante una corte de Boston, Massachusetts, por pagar millonarios sobornos para que sus hijos ingresaran a prestigiosas universidades de Estados Unidos.

Las actrices Felicity Huffman (Desperate Housewives), de 56 años, y Lori Loughlin (Full House), de 54, son parte de los 50 acusados en el esquema que sobornaba entre otros a entrenadores deportivos universitarios, informó la fiscalía federal de Massachusetts, que lidera el caso.

Los 33 padres "pagaron enormes sumas de dinero para garantizar la admisión de sus hijos a algunas facultades a través del uso de sobornos y credenciales académicas y atléticas falsas", dijo a periodistas el fiscal federal de Massachusetts, Andrew Lelling, al develar la investigación de 10 meses en la que participaron cientos de agentes federales.

Además, fueron sindicados 13 entrenadores deportivos universitarios y operadores de organización de pruebas, así como cuatro de los responsables del esquema fraudulento.

Trece de los acusados, incluida Huffman, fueron arrestados y debían ser encaminados para su procesamiento el martes por la noche en Los Ángeles. Otros comparecieron en tribunales de Boston, Nueva York, Connecticut y otros lugares. Loughlin no fue arrestada porque estaba en Canadá.

Los técnicos o exentrenadores deportivos de Yale, Stanford, Georgetown, Wake Forest, la Universidad del Sur de California (USC), la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) y la Universidad de Texas en Austin son acusados de haber recibido coimas a cambio de aceptar estudiantes.

Entre los inculpados no hay "por ahora" estudiantes, dijo el fiscal, y precisó que muchos ni siquiera sabían lo que hicieron sus padres.

Un catálogo de privilegio

"Estos padres eran un catálogo de riqueza y privilegio. Incluyen por ejemplo presidentes de empresas públicas y privadas, exitosos inversores inmobiliarios y de valores, dos conocidas actrices, un diseñador de modas famoso y el codirector de un bufete legal mundial", precisó el fiscal de Massachusetts.

El acusado de liderar el esquema, William Singer, recibió 25 millones de dólares de padres en sobornos entre 2011 y febrero de 2019.

Parte de los pagos a Singer —que llegó a cobrar hasta 6.5 millones de dólares para garantizar una admisión— eran hechos por los padres a KWF, una fundación caritativa creada por él. Eso les permitía además deducir impuestos de sus contribuciones "caritativas".

Singer, acusado de conspiración para delinquir, conspiración de lavado de dinero y obstrucción de la justicia, acordó declararse culpable de cargos de fraude esta tarde, al igual que el entrenador jefe de vela de Stanford, John Vandemoer, anunció el fiscal.

Ahora, Singer enfrenta una pena máxima de 55 años de prisión, y Vandemoer de 20 años.

Lelling dijo que 38 de los 50 acusados fueron detenidos en seis estados, y siete negocian su rendición.

"Creemos que todos, padres, entrenadores y facilitadores, mintieron, hicieron trampa, y escondieron sus delitos a expensas de estudiantes que trabajan duro y de contribuyentes", sostuvo.

A veces Singer sobornaba a entrenadores para que aceptaran a estudiantes en sus equipos, y otras veces creaba perfiles atléticos falsos para los hijos de sus clientes, inventando logros deportivos y falsificando fotografías de los jóvenes haciendo deporte.

El exentrenador del equipo femenino de fútbol de Yale, Rudolph Meredith, aceptó por ejemplo 400.000 dólares para recibir a una estudiante que nunca había jugado al fútbol de manera competitiva, según la acusación.

Por ese servicio, la familia de la joven pagó a Singer 1.2 millones de dólares.

Además, Singer cobraba entre 15 mil y 75 mil dólares por corregir respuestas erróneas de los exámenes de admisión universitaria de los hijos de sus clientes, o para que una persona se hiciera pasar por ellos para dar las pruebas.

"No puede haber un sistema de admisión diferente para las personas adineradas", comentó Lelling. "No puede haber tampoco un sistema judicial diferente para ellos".

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