Aunque es visto como un actor exitoso por su participación en producciones como El señor de los cielos y Narcos: México, Alberto Guerra ha sorteado varias dificultades en el terreno personal, por ejemplo: las adicciones.
Durante el podcast El rincón de los errores, que conducen la actriz Marimar Vega y el psicólogo Efrén Martinez, el actor cubano se sinceró sobre esta difícil etapa de su pasado y contó cómo la pudo superar gracias al apoyo de su esposa, Zuria Vega.
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Primero, Alberto reconoció que durante muchos años fue “un adicto funcional: trabajaba, me iba muy bien, la gente cercana a mí no sabía que yo tenía un problema como tal, salgo de fiesta, me tomo unos alcoholes, como todo el mundo”.
Pero en “los últimos dos años de la adicción activa” se dio cuenta que “ya no era funcional, ya me estaba pasando una factura que antes no, un ejemplo muy claro: las crudas; de no tener cruda, empecé a levantarme a la una de la tarde, pero ese levantarme a la una me provocaba un problema porque había una niña que cuidar, éramos una familia, era extraño uno dormido cuando había tantas responsabilidades”.
“Ya empezaba a provocar que el status quo en el que vivía se viera afectado, ahí fue cuando me di cuenta que tenía un problema, de ‘Vamos a relajarnos, vamos a ponerle pausa’… Cuál pausa, no puedes, creías que controlabas algo que te tenía agarrado”, reveló.
“Necesitas tirar esa mentira que llevas construida a la gente que más amas, levantarte y decir ‘Necesito ayuda, no puedo solo’, y eso hice”, agregó el actor.
Para superar esta etapa, un gran apoyo fue Zuria, hermana de Marimar Vega. “Tuve la gran suerte de tener a un ser humano al lado de un nivel brutal, con una inteligencia emocional que no tenía, de la que no era capaz… Ni siquiera sé si yo hubiera sido Zuria, si hubiera hecho lo que ella hizo, tendría que estar en esa situación. Pero ella lo hizo y eso me salvó; no sé de qué me salvó, pero por lo menos de perder lo que no quería perder”.
“Después fue de ‘Ahí está el anzuelo, pero tú jala, empieza a chambear hasta que saques ese animalote del agua con el que estás peleando’”, añadió el famoso.
Asimismo, reconoció que el mayor golpe al ego “fue el tener que abrir que eres un mentiroso, aceptar que eres un mentiroso está cab…, porque todos vamos por la vida y jugamos, y si lo ves en Instagram está lleno de mensajes de buenas personas. Aceptar que eres un mentiroso es dolorosísimo”.
“Después vienen más cosa, el enojo de ‘¿Por qué no puede ser ese güey que se tome un whisky tan tranquilo?’, y todo eso empieza poco a poco a pasar. Sí hay que trabajar, pero el tiempo es el mejor aliado”, apuntó Guerra.
Por último, el actor confesó que probó varias cosas para salir del hoyo de las adicciones: “Fui a AA, fui a otras reuniones, probé a ver qué me funcionaba… Creo que la autoexploración de la inteligencia emocional te hace colocarte en tu lugar, me di cuenta que no hay un método como tal que me funcioné a mí. Hoy por hoy, me agarro de ciertos elementos, trabajo con ellos, no sé si el día de mañana me van a seguir ayudando y encontraré otros y así, porque sería poner esa misma carga como lo de la familia, que mientras esté con ellos todo va a estar bien, pero si un día nos divorciamos. Entonces, yo le quito ese peso, pero también a cualquier tipo de método”.
“El (método) más bonito que he encontrado es el de sentarme a pensar”, concluyó Alberto.
hc