Gracias a La Casa de los Famosos, el público ha podido conocer otra faceta de sus famosos favoritos. Esto ha servido para ganar más popularidad como ha sido el caso de Briggitte Bozzo, Sian Chiong o Gala Montes, pero también ha influido para mal como vendría siendo el caso de Adrián Marcelo y el de Mariana Echeverría.
En el caso de Adrián Marcelo, el influencer regiomontano entró al programa siendo considerado como uno de los favoritos a llevarse los cuatro millones de pesos del premio, pero conforme han pasado las semanas, su popularidad en redes sociales ha ido disminuyendo debido a ciertos comportamientos que ha tenido al interior del programa.
- Te recomendamos Galilea Montijo sorprende con extravagante vestido 'fosfo' en gala de nominación de LCDLF; ¿Cuál es su precio? Famosos
Pero hoy no vamos a hablar de sus polémicas. Aquí te vamos a mostrar cómo se veía el famoso y polémico conductor cuando era tan solo un niño.
¿Cómo se veía Adrián Marcelo cuando era niño?
Antes de ser uno de los conductores más polémicos del medio del espectáculo en México, Adrián Marcelo también fue un pequeño e inocente niño. Ha sido el propio regiomontano quien ha compartido en repetidas ocasiones algunas fotografías durante su infancia, provocando tiernas reacciones en sus redes sociales.
Durante una entrevista, Adrián Marcelo abordó cómo fueron aquellos años en los que describió, a veces solía estar algo distante de sus padres, quedando al cuidado de una señora que llegó a abusar psicológicamente de él.
"Nunca nos faltó nada, he sido muy privilegiado. En algún momento mis padres eran distantes por su trabajo. Recuerdo que tuvimos una empleada doméstica que abusaba psicológicamente de nosotros. Éramos niños. Nos dejaban con esta chica. Nos contaba historias que no eran apropiadas, de miedo, pero con una especie de vulgaridad y obscenidad", platicó.
A pesar de vivir días difíciles en su niñez, el conductor aseguró que no creció con traumas ya que ha encontrado maneras de poder hablarlo y desahogarse.
"Soy una persona muy normal. Lo verbalizo con amigos. No es algo que me genere un trauma; ella terminó robándole un recetario a mi mamá. Nos volteaba a la pared y nos pegaba con la espátula en la espalda si llegábamos a voltear. Éramos tan cabro... que mis papás no nos creían", finalizó.
DAG