No todo ha sido fácil para Carla Morrison, pues aunque desde hace años es una de las cantantes más exitosas y populares de México gracias a canciones como Compartir y Esta soledad, la originaria de Tecate ha vivido etapas duras, como la que le tocó en 2017.
En una entrevista para el podcast Creativo, que conduce el conferencista y youtuber Roberto Martínez, la artista confesó que en el 2017, año en que ya era muy conocida por su música, pensó en retirarse e incluso se mudó a París con esa intención. A continuación te contamos el motivo.
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¿Por qué Carla Morrison pensó en retirarse de la música?
En la charla con Roberto, la cantante se abrió a contar que pensó en renunciar a la música en 2017: “Cuando me mudé a París me mudé con esa intención, de ‘Yo no vuelvo a la música, la música me destruyó a la vida’”.
La razón de esto es que sufrió “mucho bullying en México en ese tiempo, mucha comparación”.
“El elemento comparativo estuvo muy presente en esa etapa contigo, Natalia (Lafourcade), Ximena (Sariñana),Mon Laferte”, recordó Martínez.
Carla especificó: “Con Natalia sí, con Ximena, con Julieta (Venegas). Me acuerdo que fue fuerte para mí porque te anula como persona, es bien violento”.
“A la vez, a mí me bulleaban mucho por mi peso, por mis tatuajes, porque fui de las primeras que estaba tatuada, era de ‘No es malandra’. Luego, como hablo mucho spanglish, crecí en la frontera, como que cuando me faltaba una coma o un acento todo era una crítica”, detalló.
Esto lastimó el autoestima de Morrison: “Recuerdo que dije ‘Esto no es justo para nadie, no soy de acero’, y por eso quería irme y mucho tiempo pensé en nunca volver”.
¿Qué la hizo cambiar de opinión?
Afortunadamente, pronto recapacitó porque entendió que “nunca fue culpa de la música” y “me di cuenta que simplemente tenía que crecer como persona y no dejar que las cosas afectaran, pero en ese momento no sabía”.
Acentuó que es “chistoso” que Natalia, Ximena y ella “somos de la misma edad, claro que vamos a tener las mismas inspiraciones, somos de la misma generación, o sea, es como normal”.
Luego, Carla Morrison reflexionó que más que las comparaciones con sus colegas musicales, lo difícil “fue el bullying hacia mi peso y a mis tatuajes, a mi identidad. Ya era directo conmigo”.
Y rememoró un ejemplo de lo que le tocó vivir en ese tiempo: “Aquí en México hice una campaña con Levis, me agarraron para plus size y me aventaron de todo, me hicieron pedazos, y en Estados Unidos, cuando salió la campaña, eran de ‘Qué guapa, qué bonita’, totalmente diferente. Y yo decía ‘¿Por qué dónde soy me tratan tan mal?’, y no era todo el mundo, es lo que estás leyendo en las redes”.
hc