Más de 60 años de carrera y Catherine Deneuve sigue abriendo festivales, como esta semana en Venecia. Pero la actriz francesa rechaza ser un "ícono del cine" a la vez que no teme la polémica, defendiendo por ejemplo a Roman Polanski.
"¿Ícono del cine? Francamente, no lo soy. Me lo dicen mucho, pero es por las coberturas de la prensa, los diarios, las fotos", afirmó en una entrevista con la AFP a principios de semana en París.
"También por el hecho de que me relacionaron mucho con (el diseñador Yves) Saint Laurent, eso me dio una imagen más sofisticada. Pero de verdad no, como actriz, no soy así", agregó, con motivo del estreno en Francia de su última película Fête de famille.
Deneuve es sin embargo considerada la musa del cine francés desde que el director Luis Buñuel la reveló en 1967 en Belle de jour.
A sus 75 años, abrió el miércoles la Mostra de Venecia en un papel de intérprete "muy excesiva" en La Verdad, del galardonado director japonés Hirokazu Kore-Eda.
El festival se ha visto envuelto en la polémica por la presencia en competición de Yo, acuso, el último filme de Roman Polanski, cuya proyección oficial tendrá lugar este viernes.
Violencia inédita
Como ya lo hizo en anteriores ocasiones, Deneuve no dudó en indignarse ante quienes critican a Polanski, acusado de haber violado a una menor de 13 años en 1977 en Estados Unidos, y su selección en competición en la Mostra.
"Me parece de una violencia inédita, es totalmente excesivo", reaccionó.
"El tiempo pasó", afirmó a propósito de las acusaciones contra el director francopolonés, de 86 años.
Deneuve, que en 1965 filmó Repulsión con Polanski, estimó que "la mayoría de la gente no conoce la realidad de la manera en que las cosas sucedieron".
La actriz presidirá además la semana próxima el Festival de cine estadounidense de Deauville (oeste francés), cuyo filme de apertura también fue criticado al tratarse del último trabajo de Woody Allen, acusado de abusos sexuales por su hija adoptiva.
Debido a esas acusaciones, Un día de lluvia en Nueva York todavía no se ha estrenado en salas.
Feministas con "anteojeras"
"Es lo mismo, es increíble", según Deneuve, que asegura que "evidentemente" rodaría con Woody Allen si tuviera un proyecto que le conviniera.
En Estados Unidos "rápidamente dijeron 'se acabó, prohibido', hay que dejar el país, la ciudad, el cine", lamentó la actriz.
Deneuve se mostró el año pasado a contracorriente del movimiento #MeToo, al firmar junto a un centenar de mujeres una tribuna defendiendo "una libertad de importunar". Poco después se disculpó ante las "víctimas de actos odiosos".
"Hay que diferenciar entre el cineasta y la persona", afirmó. "Las feministas tienen anteojeras", agregó.
En cuanto a su carrera, aseguró que le gusta dejarse sorprender por "los papeles inesperados".
"Me apetecen cosas que no me den la impresión que ya he hecho antes", dijo Deneuve.
En la tragicomedia familiar Fête de famille, de Cédric Kahn, la intérprete encarna a Andrea, una madre que recibe a sus tres hijos para su aniversario en la casa familiar, donde estallarán las discusiones y los ajustes de cuentas.
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