La amistad entre Xavier López Chabelo y César Costa no comenzó en La Carabina de Ambrosio, programa que se emitió en los lejanos 70s y 80s donde el conductor, en el rol de Guillo el monaguillo, le provocó varios dolores de cabeza al Padre Chispita, personaje al que dio vida el cantante.
Chabelo y César se hicieron 'cuates' gracias a la música; durante una de esas emblemáticas Caravanas que producía la cerveza Corona, coincidieron y sembraron la semilla de una camaradería que en años posteriores dio grandes frutos.
“Él hacía un numero de batería y yo cantaba, así que en la Caravana fue cuando realmente nos empezamos a conocer. Y luego, con mucho más detalle, en La Carabina de Ambrosio, ahí empezamos a trabajar juntos”, recuerda el cantante en entrevista con MILENIO.
- Te recomendamos Televisa rendirá homenaje a Chabelo con maratón de películas y programas cómicos Espectáculos
Así es: Chabelo, fallecido este 25 de marzo por un choque séptico, fue un músico, específicamente baterista, muy bueno.
“Yo no sabía que tocó la batería en un show mío, me lo acaban de recordar en televisión, yo no me acordaba de eso, pero sí, tocó la batería y yo canté. Ya llevábamos una larga vida trabajando y conociéndonos”, añade César.
El ícono del rock and roll reconoce que su amistad con el histórico presentador de televisión, aunque no fue de verse tan seguido, “fue entrañable, es decir, nunca dejamos de hablarnos por teléfono”.
Su última llamada ocurrió a mediados de febrero, “Le hablé en su cumpleaños para cantarle Las Mañanita”.
“Siempre nos procurábamos, de una u otra manera”.
De su etapa juntos en La Carabina de Ambrosio, el cantante dice que fueron años “inolvidables”.
También divertidos y emocionantes: “Nos pescó el temblor trabajando en el centro nocturno, estábamos haciendo La Carabina de Ambrosio ahí, nos pescó y logramos calmar a la gente y continuar el sketch hasta terminarlo”.
Frente a las cámaras, Chabelo siempre se mostró como un niño irreverente, y detrás de ellas, Xavier López “era muy amable, muy simpático, era a todo dar, era un muy buen compañero”, cuenta César
La noticia funesta, que al principio se pensó era una mala broma, lo sorprendió muy temprano: “Me escribió una amiga diciéndome que había muerto. Pensé que era una noticia falsa, pero le hablé al hijo y me dijo: ‘Efectivamente, estamos en el hospital y acaba de fallecer mi papá’. Así me enteré”.
Ahora, ante la ausencia física del ‘amigo de todos los niños’, para César Costa es vital reconocer que fue “una figura importantísima en toda Latinoamérica, sobre todo para la niñez, y luego dio el paso para trabajar para el público adulto… Era un hombre muy flexible, con muchas facetas”.
“Ha sido una gran pérdida”, comenta César, con la voz entrecortada. “Es doloroso”.
hc