Alana Lliteras es conductora del programa Venga la alegría que se transmite durante el fin de semana. La joven ganó una de las ediciones de MasterChef Junior y poco a poco comienza su carrera en TV Azteca, en esta ocasión aprovechó las cámaras para denunciar una traumática situación que vivió el pasado jueves.
La joven conductora de apenas 18 años contó que pidió un taxi a través de una de las aplicaciones populares que hay disponibles actualmente pero el viaje no se llevó a cabo como suele suceder, sino que el chofer tuvo una conducta bastante extraña.
“Para trabajar no tengo coche, me traslado en taxi de aplicación, pensando que es algo mucho más seguro y la verdad es que no. Justamente el jueves, cuando me dirigía para trabajar, tomé un taxi de aplicación como de costumbre, me subí y desde un principio yo noté algo raro, una incomodidad”, comenzó contando.
Los focos rojos se encendieron cuando Alana se percató que el conductor estaba tomando una ruta diferente a la que suelen tomar los demás taxis. A pesar de pedirle al hombre que respetará los caminos que marcaba la aplicación, el ignoraba sus comentarios.
“Yo le indicaba al conductor la ruta que yo quería que tomara y yo me percaté que no estaba tomando esa ruta. Yo le seguía insistiendo que por favor la tomara. Sabía que tenía que salir por Periférico, pero no se iba por ahí, se empezó a ir por unas callecitas bastantes solas, unos callejones feos, y me empecé a dar cuenta que ya no estaba nada cerca de la ruta que me llevaba a Tv Azteca, estaba en un lugar distinto”, menciona.
Una de las cosas que más preocupó a la conductora de Venga la Alegría es que el conductor aseguró que el viaje había sido cancelado pero aún así él la iba a trasladar fuera de la aplicación: "Me acaban de cancelar tu viaje, pero yo te voy a llevar por fuera de la aplicación. Te voy a llevar por mi cuenta a tu destino”, recordó Alana.
La joven todo el tiempo estuvo en contacto con su mamá y después de unos minutos se dio cuenta que su chofer nunca inició el viaje en la plataforma, por lo que nunca quedó registrada la ruta que siguieron.
“Es como si tú nunca te hubieses subido, no tienes manera de comprobar nada. Yo estaba en llamada todo el tiempo con mi mamá y gracias a Dios, creo que fue algo que hizo que el conductor me dejara bajar del vehículo", finaliza.
Por fortuna, Alana pudo huir del vehículo sin importarle las cosas que tenía que cargar ni la zona en la que estaba, recomendó a las chicas de su edad estar alerta ante cualquier tipo de suceso fuera de lo normal: “No tengan miedo a verse exageradas, si ustedes presienten algo sigan sus instintos, terminen el viaje y bájense”.
jk