Ernesto Laguardia tiene una carrera muy destacada en la televisión, pero para llegar a este estatus tuvo que escalar muchos peldaños, basta saber que comenzó su trayectoria actoral trabajando como extra.
Pero precisamente esta labor le brindó una de las experiencias más inusuales y divertidas de su vida: trabajar con David Lynch para la película Dune (1984), que se grabó en los Estudios Churubusco de la Ciudad de México.
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¿Cómo conoció Ernesto Laguardia a David Lynch?
En la charla con Yordi Rosado, Ernesto recordó que comenzó su trabajo actoral como extra: "Fue muy rara esa época".
Estando en esta labor, le llegó una invitación para la cinta Dune: "Tuve la suerte de que me hablaron y me dijeron 'Va a haber un casting', entonces mi papá me dijo 'Ve y decide qué vas a hacer para que tengas una línea recta'".
Como Laguardia en ese entonces desconocía los Estudios Churubusco, se puso a deambular, "y llegué a un restaurancito, había poquitas mesas y me dijeron '¿Gusta comer?'. Me senté a comer, llegó un americano y empezó a platicar conmigo: era David Lynch".
El joven actor y el experimentado director conversaron profundamente: "Hablamos de cine, de la vida, de la familia. Pero ni él sabía quién era ni yo".
Al final de su charla, David le comentó que era el director de la cinta a la que iba a hacer casting. Ernesto se sintió apenado por no saber esto, pero el realizador no se molestó, sino todo lo contrario: "Está perfecto", le dijo.
"Entonces me quedé y no sabes qué padre experiencia", señaló sobre la producción donde participaron celebridades como Sting y Paul Smith.
Yordi Rosado preguntó: "¿Qué hacías en la película?".
"Era un sueño que tuvo él, Lynch: soñó que el malo mataba a un muchacho, entonces le hacían un pecho y le arrancaba con un cuchillo que tenía ahí metido", detalló Laguardia sobre su escena en la cinta.
Rememoró que como en ese entonces el actor iba a la escuela, estuvo a punto de no participar en la película por complicaciones de tiempos, pero le dijeron: "Vienes el viernes, hacemos la escena el sábado y el domingo te pintamos el pelo de tu color, porque era anaranjado".
"Era por un día pero me quedé por tres semanas, me iban a correr en el trabajo pero finalmente dije 'De aquí soy', esto quiero", añadió.
Así contó Ernesto Laguardia su experiencia con David Lynch:
hc